Capítulo XIII

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Zachary

Vamos al coche. Kiara se sube en el asiento del conductor y Liam iba a sentarse al lado de su hermana antes de que Lexi lo echara para atrás y se sentase al lado de su amiga.

–Se siente Liam, tengo que ser copiloto para poner buena música –se justifica Lexi.

–¿Buena música? Sí tu música es una mierda –le contesta él.

–¿Cómo? –y así comienza una larga discusión, la cual no me importa, así que me subo detrás del asiento de Kiara.

La mitad del viaje no hay música porque Liam y Lexi se la pasan discutiendo, hasta que Kiara da un frenazo en un semáforo, haciéndolos callar.

–Vais hacer que me explote la cabeza. Tú –señala a Liam – cállate ya la bendita boca y tú –señala a Lexi– pon la música.

Ambos le hacen caso y Lexi sube el volumen de la música, haciendo que el coche rebote. Siendo sincero, no sé si rebota porque Kiara conduce como si nos persiguieran cuarenta asesinos en serie o por la música, que está a todo volumen. Aunque a ellos no parece importarles, pues los tres están cantando a todo pulmón todas y cada una de las canciones.

Cuando llegamos al sitio ya hay bastante gente. La verdad es que no está nada mal. Es un descampado donde al lado hay unos baños públicos; mesas de pícnic con los típicos juegos, como el beer pong... Nada más acercarnos ya puedo ver a Addriel venir hacia nosotros con un cigarro.

–Hola –nos saluda, mirándome algo pillo mientras me ofrece un cigarrillo, que acepto encantado.

–Hola –le contestan Kiara y Liam al unísono, aunque ellos parecen no darse cuenta.

Lexi se limita a saludarlo con la cabeza, lo cual llama la atención de mi amigo porque así de idiota es a veces.

–Vamos a por bebida –Ad me arrastra con él. Se ve que ahora le va eso de decir por mi. Mientras cogemos bebidas para todos, él me mira de reojo.

–¿Qué? –le pregunto.

–Nada, nada... –ya, eso no se lo cree ni él. –Entonces, has venido con Kiara, ¿eh? –me dice en un tono pícaro.

–Sí, ¿y qué?

–Nada, oye tío, no dispares –levanta las manos en son de paz y coge dos bebidas. Yo cojo otras dos y volvemos con las chicas.

Ya no hay ni rastro de Liam, pero la verdad que me da igual. Ad le da uno de los vasos a Lexi y yo le doy uno de los míos a Kiara, a lo que ella asiente un poco en agradecimiento.

Al cabo de un rato vamos a una de las mesas de pícnic que está vacía y nos sentamos los cuatro, hablando tranquilamente. Lexi y Kiara se han sentado frente a Addriel y a mi, respectivamente. Lexi termina arrastrando a Ad con ella a la zona donde están todos bailando y él me súplica con la mirada que lo ayude, pero, como buen amigo que soy, me hago el loco y le doy un sorbo a mi bebida. Kiara se da cuenta y sonríe un poco, divertida.

Estamos en silencio unos minutos y cuando por fin ella va a decir algo, alguien la interrumpe.

–¡Zach! No esperaba verte aquí, que sorpresa –Beca se sienta frente a mi, empujando a Kiara hacia un lado.

–Hola –me obligo a contestarle. Al principio, toda esta tontería de coquetear con ella y demás no estaba mal, pero lo que no entiende es que ya no quiero nada más.

Sólo me acosté con ella una noche y era solo eso, se lo dejé bien claro. Creo que le hace falta un croquis porque su nuevo hobbie es llamarme y mandarme mensajes que ya estoy cansado de ignorar. Es un poco agobiante. Kiara se disculpa, se levanta y va para el baño.

Mierda, ya se está yendo otra vez y no sé por qué me importa. La verdad es que prefiero la compañía de cualquier persona ahora mismo antes que la de Beca.

–¿Cómo estás? Ya no hablamos, como no me contestas los mensajes... –lo deja caer, lo que pasa es que no me puede importar menos en estos momentos.

–Bueno, si no lo he hecho será por algo –le digo directamente mientras me levanto.

–Zach, espera, quería hablar contigo, es que yo... –la corto, ya sé lo que va a decir y no quiero escucharlo.

–Mira Beca, yo ya te lo dije, no quiero nada con nadie. Te dije que era solo cosa de una noche y tú aceptaste, así que deja de llamarme, de mandarme mensajes y de agobiarme, ¿sí? –la dejo ahí y voy tras Kiara.

La espero fuera del baño viendo a la distancia como Ad y Lexi bailan. Le va a tocar darle clases de baile a mi amigo porque parece tener dos pies izquierdos. Al poco sale del baño, me ve y sigue con su camino.

–Kiara –la llamo, espero que no me vuelva a ignorar.

–¿Qué? –Me contesta, dándose la vuelta para mirarme. La veo temblar un poco, no se ha traído chaqueta y hace fresco, por lo que es normal que tenga frío. Me quito mi chaqueta y se la doy.

–Toma, póntela –le digo.

–No la quiero, estoy bien –no la coge.

–Estás temblando, no seas cacebona– se la paso por los hombros.

–Se dice cabezona –cede y se la pone, algo divertida.

–Lo que sea –le digo con el mismo tono.

Nos quedamos un poco en silencio, hasta que ella decide romperlo.

–Ven –me coge de la mano –Vamos a bailar –me dejo llevar.

Cuando llegamos a la pista, le pongo las manos en las caderas y ella pone las suyas en mi pecho. Pasamos el resto de la noche bailando y hablando entre canción y canción.

Pasamos una rato más en la fiesta, pero ya es tarde y los cinco estamos cansados, así que volvemos a nuestras casas. Nos despedimos de Ad y Lexi, quiénes se van juntos en la moto de él y yo me voy con Liam y Kiara en el coche de ellos. Ahora es Liam quien conduce.

El camino de vuelta es tranquilo, la radio está puesta de fondo, pero los tres estamos demasiado cansados como para subirle el volumen y seguir con la fiesta.

Aparca el coche en el garaje y los acompaño a la puerta.

–Yo me voy a mi cuarto, hasta mañana, Zach –Liam se despide de mi con la mano y yo le devuelvo el gesto.

–Yo también me subo ya mi habitación, nos vemos mañana –Kiara me sonríe un poco y no puedo evitar devolverle la sonrisa.

–Hasta mañana, estrellita –le guiño el ojo y ella rueda los suyos, divertida, antes de darme un beso en la mejilla y cerrar la puerta de su casa.

Me voy a la mía y, cuando ya me cambio y me acuesto, me sorprende la facilidad con la que consigo quedarme dormido.

𝚂𝚝𝚊𝚛𝚜 𝙰𝚗𝚍 𝚁𝚘𝚊𝚍𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora