Aquí es donde nos damos cuenta que ya no se que mierda es lo posible y lo imposible porque como pienso, digo, y mantengo firmemente, la maldita linea de lo posible y lo imposible, se hizo mierda y ahora vuelan pedazos de posibilidades justo en la puta mitad donde se supone iban las imposibilidades. Y eso es genial, a pesar de que me estén buscando, de que pueda morir y todo ese lío de cosas que vienen al estar con S.H.I.E.L.D.
Maria me observa preocupada y entonces es ahí donde miro el charco de sangre en mis pies, oh no, es mucha, mucha sangre, la sangre no me gusta. Recuerdo aquella vez donde papá tuvo que ayudar a Daysi, nuestra chihuahua.
Ella estaba preñada y le era poco posible sobrevivir sin ayuda, y como era muy tarde para ir al veterinario, papá le había ayudado a tener a sus cachorros, y yo, bueno yo, yo me desmaye cuando nació el primero.
-Oh mierda, diganme que no es sangre- El capitán me observo.
-Es sangre-
-¡Dije que no me dijera!- Entre en pánico y tome mi pie, como lo predeci, lleno de vidrios, uno sobresalía más. Mis ojos se desviaron y comencé a hiper ventilar.
-Tiene fobia a la sangre- Murmuro Maria.- Dime que no vas a desmayarte.
-No te lo prometo- Chille. Comencé a respirar como me había dicho mamá y suspire mas tranquila después de un rato.
-¿Mejor?- Pregunto Fury. Asenti un poco ahogada.
-Llegamos- Dijo el capitán.
Saque el vidrio mas grande de mi pie y endureci la mandíbula. -Es mejor que vaya a la enfermería Lee- Dijo Fury. Asenti.
-Iluminenme porque soy nueva aquí- Fury le hizo una seña a el capitán y este me levanto en sus brazos.- Oh, joder, se supone que puedo caminar por mi misma, no me mal intérpretes, soy tu fan y ello, pero no estoy muy a gusto con el tacto masculino. Ni siquiera el tuyo.
El soltó una carcajada.
-Bueno, deberías disfrutar el viaje, es gratis- Le tome por la nuca.
-Lo siento, se que eres un súper soldado, pero aun sigo paranoica con esto, pienso que podrías soltarme- Digo. El asiente.
La única forma de que pueda realmente confiar en que no me lanzara al suelo es así. El camino a la enfermería me hace querer lanzarle mis gafas a todos los que me observan, porque si, soy una marginada pero también soy una jodida perra. Y eso es imposible no notarlo, ahora mirenlo, otro imposible.
En este momento tenemos 5 imposibles que son posibles, 1. Que el capitán America me salve, 2. Que terroristas vayan a mi casa en medio de la noche, 3. S.H.I.E.L.D en mi casa para llevarme a sus instalaciones, 4. Yo no desmayandome al ver tanta sangre y el 5. Al maldito y sensual capitán América cargándome a la enfermería.
Casi luce como un sueño, y espero que no lo sea o cuando me levante haré una rabieta y haré un arma improvisada para darme un puto tiro en medio de los ojos. Bien, exagero.
No, en realidad no lo hago.
Al pasar observo a la viuda negra y abro los ojos.
-Capitán- Susurro. El me observa sonriente, ya no lleva la mascara y me siento como una fan psicópata. En realidad es lindo.
-¿Si?- Pasamos a Natasha ante su mirada extrañada y empiezo a prácticamente chillar de emoción.
-¿Ella es la viuda negra?- Es obvio que lo se, pero algo en mi aun piensa que estamos en algún sueño. El ríe.
-Si, lo es- Levanto la cabeza y suelto al capitán del cuello.
-¡Señorita Romanoff! ¡Soy una gran fanática suya!- Ella suelta la carpeta y cae al suelo. Me observa y hace un saludo aun en shock.
-¿Gracias?- Le escuchó decir. Después me recargo en el pecho del capitán.
-Oh dios, esto es un sueño, no quiero despertar- Murmuró en su pecho. El ríe incómodo, y yo no estoy tan segura si estoy incomoda, por dios, no puedo darme el lujo de estar incómoda en estos momentos. Es como si fuese a estar incomoda al ver a Ed sheeran en persona, ¡Es obvio que no estas incomoda y solo quieres un maldito autógrafo de tu maldito y hermoso ídolo! Y bueno, esto es lo que sucede en este momento.
-Yo... Casi... Ya casi llegamos- Murmura.
-Demonios, desearía haber traído mis figuras de acción, aquí esta el maldito equipo estrella y yo no tengo mis malditas cajas- Digo maldiciendo lo que queda de camino.
-Si quieres conseguiremos un cuaderno y un bolígrafo- Dice. Le observo agradecida.
-Oh, si, si, por favor, demonios, esto es lo mejor en mi puta vida- El me observa.
-¿Es que nunca dejas de maldecir?- Me encojo de hombros.
-Al parecer no- El asiente.
-Son palabras muy extrañas para una joven tan inteligente- Elevo una ceja.
-A veces tienes que ser una perra, porque las personas no son gentiles contigo, mirame, es imposible que las personas me traten bien, porque bicho raro se nace- Digo riendo fingidamente- Así que ya sabes, las malas palabras son mi fuerte sobre las inteligentes.
Y ahí es cuando me callo y el entiende la indirecta, ya no quiero hablar con el.
Estoy avergonzada, creo.
Aunque en realidad no estoy muy segura si en realidad lo estoy.
El me deja en la enfermería y me sienta en una camilla, la camiseta azul que llevo encima es larga pero no llega a cubrir mucho lo que los shorts deberían cubrir, así que pongo mis manos, porque es normal estar avergonzado cuando sabes que 1) No tienes piernas lindas y 2) No quieres parecer una zorra.
Sabia que no era atractiva, todos lo sabían, creo que incluso el lo sabia, pero ese no era el caso.
El toco mi pierna e hizo una mueca, las personas solo hacen muecas cuando hay algo malo en ti, están disgustadas, o están disgustadas porque hay algo en ti.
Así que observe mis piernas, eran leves rasguños, pero eso no parecía importarle a el. Para el lucían como algún tipo de herida de tercer grado.
-¿Que sucede?- Pregunto una mujer. El capitán se coloco recto y le observo mientras se aclaraba la garganta suavemente.
-Fury ha mandado a la chica a la enfermería, su nombre es Riley Lee, sus mejores cuidados. Nadie puede entrar a menos que tenga algún permiso ¿Comprende?- Esta asintió seria. Esto era extraño, solo había visto a personas serias la primera vez que había visitado a la psicóloga escolar y otra cuando había visitado a la que papá me había enviado después de decidir que estaba loca por no querer ser como Katy, tal vez el era el loco por querer que fuese como ella. En fin, solo dios lo sabia, creo.
-Comprendo- Murmuro esta un poco desconcertada.
-Bien- murmuro a la mujer.- Nos vemos pronto Riley.
Asenti, ¿Que mas podría hacer? ¿Que mas se hace en la vida? Asentir, mover la cabeza de arriba a abajo, negar, poner los ojos en blanco y rodar los ojos, y una que otra vez levantar el dedo medio, esa era algo poco común en mi, prefería las maldiciones y no los actos físicos.
-Hola cielo, mi nombre es Tamara ¿Que sucede?- Observo mis pies y el chorrito de sangre que sale de estos, algo me dice que no debí quitar el trozo mas grande. Pero de ahí, en adelante ¿Que no es obvio?
-He corrido en vidrios, bueno, algo así, y ahora tengo muchos en los pies. De ahí en mas, solo son pequeñas cortadas- Digo neutral, pero ella sonríe y asiente.
-He visto cosas peores, puedo con esto- Dice sonriente, y me pregunto si le sucede algo, no es normal que alguien sonría todo el tiempo.
-Bien, y ¿Se supone que dormire aquí?- Pregunto y ella señala unas camas a unos costados de nosotras, hay cortinas que le separan.
-No lo se, a menos que te llevemos a las habitaciones de la estancia de enfermería, pero no me han comunicado nada.- Me preguntó si en realidad deberé dormir en una camilla. Ya estoy extrañando mi casa, en realidad mi cama, no era grande pero sin duda no era una camilla.
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Fangirl {Steve Rogers/Capitán America}
FanfictionHe pasado la mayoría de mi vida, pensando en las situaciones posibles e imposibles que podrían suceder en mi vida. Y sin duda, como el tiempo pasaba, caías en cuenta de que poco a poco, esas listas tan diferentes, se iban a la Mierda. Juntando así...