Capítulo 9.

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Por alguna buena razón todos traen sus trajes, excepto Banner que viene vestido con su bata de científico.
-¡Capitán! ¡La quieren a ella! ¡Alejela de aquí!- Natasha corre fuera al corredor y comienza a disparar.
Barton hace lo mismo y Stark sonríe.
-¡Un poco de acción para estos buenos hombres!- Dice cerrándose la armadura. Es cuestión de tiempo para que lleguen aquí y en realidad estoy malditamente nerviosa, o eso creo.
Como dicen, lo esencial es colocar creo en todas las frases, así nadie te culpara si estas equivocado, creo. Momento inoportuno.
El capitán corre y hace algún tipo de movimiento para tomarme en sus brazos, y me sorprende su fuerza, me toma en su brazo izquierdo y en el derecho toma su escudo.
-¡Ah no! ¡Bajame! ¡Correre por mi misma!- Y entonces chocamos con la pared del corredor al salir.
-¡Lo siento! ¡Sigo ordenes!- Dice y corre conmigo en sus brazos aún. Me tomo de su nuca y chillo cuando lanzan un explosivo, el hombre que lo lanza me guiñe un ojo y siento el impacto. "¡No me sueltes!" pienso contrariada a lo que había pedido con anterioridad.
Las ventanas estallan y el capitán me deja en el suelo.
-Bonito momento para dejarme en el suelo- Gruño con molestia, el se encoge de hombros y corre hacia el tipo, lleva el cabello negro y algo largo, es atractivo, pero sin duda no es como que deba importar. Pero vaya, tanta belleza desperdiciada.
-¡Corre!- Grita cuando empiezan a luchar. Claro, Correré a través de los malditos cristales en el puto suelo, idiota.
-¡Bien!- Oh si, tengo esa capacidad de pensar las cosas y decir lo que quieren escuchar en sus caras.
Y sorpresa alguien me toma por la cintura cuando doy vuelta al corredor.
-¡Bajame hijo de perra! ¡Te voy a patear en donde mas te duela!- Pero pasa de mi, ¿Y donde se suponía que encajaban los 80 dolares que mamá había gastado con esa defensa personal a la que solo había asistido dos semanas?
Bueno, puesto que tenia que darle uso a aquello, aunque era tremendo grandulon de por lo menos dos metros, aclaro, mucho, demasiado mas alto que yo, le golpee el rostro con mi codo e hizo una maniobra que había aprendido, coloque mis palmas en su barbilla y comencé a enterrar mis dedos en los orificios de su nariz, asqueroso, pero era eso o picarle los ojos, y yo no quería carcagar con dos ojos en mis bolsillos.
-¡Maldita perra!- Grita dejandome caer al suelo.
-¡Pies no me fallen ahora!- Grito. No era necesario pero siempre había querido decirlo.
Corro, corro, corro y sigo corriendo sin parar a ver si alguien me sigue, escucho las explosiones, escucho los disparos, pero yo solo quiero salir de ahí.
Me topo con un elevador, pero lo que se es que mientras hay caos, no puedes subir a un elevador, así que voy en busca de unas escaleras. Mientras tanto me tomo con los maleantes que sin duda vienen a por mi.
-¡Ahi esta!- Grita uno, y estoy casi segura que sacan armas, las reconozco bien, esas seguro son especiales para mi, son sedantes, hijos de puta.
-¡Lo siento pero hoy no les toca chicos!- Grito, oh si nena, me siento genial. Soy perseguida por los hombres y por fin encuentro las escaleras de emergencia, van en circulo y sigo corriendo esquivando con suerte, en verdad mucha suerte, los sedantes.
Termino por salir de ahí y llego al estacionamiento, esto debe ser una broma, las películas de terror muestran esta misma situación, estacionamientos, malditos estacionamientos.
El ruido de pasos rápidos hacen que enseguida me escabulla debajo de un auto, rogando por no ser encontrada.
-¿Le ves por aquí?- Preguntan.
-No, pero, ella corrió hacia aquí- Murmura otro.
-¡Idiotas! ¡Van a asesinarnos si no le llevamos!- Grita el anterior. Mi pecho sube y baja con rapidez, mis manos sudan al igual que mi frentes y mis gafas se empañan. Estoy temblando con fuerza, y estoy tratando de no llorar.
No quiero morir, no quiero morir, no quiero morir. Es en lo único que pienso.
Ellos se posicionan frente a mis ojos y cubro mi boca mientras trato de no sollozar. Soy tan idiota, soy tan malditamente idiota, porque sollozo y en el silencio en mas que audible.
-¿Escuchaste eso?- Ríe uno. Pudrete.
-Si, suena a una niña muy asustada- Dice el otro. Limpio mis lágrimas y cierro los ojos.
"Dios, que no me..." muy tarde para rezar a dios, porque me toman por el cabello y terminan por sacarme mientras grito aterrada.
-¡No! ¡Bajame!- Grito, pero parecen no inmutarse.
-Evan, llama a Carter, dile que baje ahora- Esta vez me rindo demasiado pronto y dejo que me lleven, parece que ellos lo entienden y uno de ellos me toma la barbilla.
-Es mejor que cooperes, no vas a morir, a menos que hagas algo malo- Me suelta y lanzo la cabeza hacia atrás, dándole un cabezazo al hombre que me carga y me suelta con rudeza. Me tambaleo un poco por el golpe y cuando el tipo de la llamada voltea vuelvo a lanzar otro cabezazo, y el cae, y yo también.

Fangirl {Steve Rogers/Capitán America}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora