Capítulo 39.

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El sonido es lejano, no comprendo lo que sucede, pero cuando intento moverme se que estoy atada.
-¿Qué sucede nena? ¿Necesitas agua?- Pregunta una mujer pelirroja con sonrisa angelical.
-Yo... Necesito... No quiero estar aquí- Suelto en un susurro, ella sonríe y se encoge de hombros.
-Nadie quiere estar aquí, pero ya ves- Dice pasando un vaso de agua cerca de mi, eleva mi cabeza y me deja dar tragos a esta.
Cuando mantiene mi cabeza así, observo que lleva una cadena en el pie.
-¿Porqué llevas cadenas?- Pregunto.
-Porque temen que me largue, no son cadenas normales, repelen poderes, como los tuyos y los míos- Dice.
-¿Qué?-
-¿Recuerdas el tumor extraido cuando eras una niña?- Asenti frenéticamente.- No era un tumor y en realidad no lo extirparon.
-¿Cómo? Mi madre firmo para que lo extirparan y el doctor dijo que ya no estaba ahí- Ella suspiro y paso un pañuelo por mi frente, estaba algo mojado y olía a alcohol.
-Tu madre. Bien, ella en realidad firmo para que hicieran algo para salvar tu vida, nunca aseguraron que fuese una extracción. Lo que hicieron en realidad esos doctores, fue implantar algo parecido a las cadenas que llevo yo, sin embargo lo tuyo en mas pequeño- Dijo ella, trajo unas tijeras y yo le observe con temor.- Descuida, voy a cortar tu cabellera, solo un poco ¿Vale?
-¿Y que fue todo aquello por lo que me llevaron al medico?- Ella sonrío y corto una cantidad grande de mi cabello.
-Lo bueno de esto, es que en realidad va a creer de nuevo y será más rojo y más brillante. Seras una pelirroja candente y peligrosa- Dijo riendo.
-He preguntado algo-
-Porque tus dones estaban siendo detectados por tu sistema inmunológico. Lo que causo una reacción en tu cuerpo, como si fuese una infección que estaba dañando a tu cuerpo, solo iba a durar poco, pero el jefe de esta organización de idiotas con armas decidió que debían colocarte algo para que todo ello no se viese y crecieras pasando desapercibida por el mundo- Asiento.
-Le mostraban al mundo...- Ella interrumpió mientras caminaba por el lugar buscando algo.
-Una visión no peligrosa de ti, exacto- Titubeó un poco antes de decir algo que en realidad suene bien.
-¿Qué me harán?- Ella se coloca una mano en la barbilla pensativa y salta a un taburete.
-Primero me han pedido que corte tu cabello, van a extraer el chip. Después van a darte unos pequeños empujones para que tus dones salgan a flote, es que lleva tiempo desarrollarlos, pero ellos van a probar algo nuevo en ti- Trago en seco.
-¿Ya fue probado?- Ella agita la cabeza negativamente y saca una maquina para cortar el cabello.
-Seras la primera- Dice.- Y así sacaran al monstruo que hay en ti.
-¿De que hablas?- Ella voltea el rostro hacia mi con una sonrisa, esta no luce angelical.
-Tu no eres buena cariño. Tu madre es una perra, tu lo eres también- Ella suelta una risita.- ¿No encuentras nuestro parecido?
Niego levemente.
-¿Porqué deberíamos parecernos?- Ella rueda los ojos.
-Soy melliza de tu madre, por lo menos tenemos un poco de parecido, cabellera roja, no se que más pero tienes sus ojos azules. Eres un bicho nena, pero esa es la fachada- Dice soltando alguna que otra risita.- Ella no me dejo verte, ni cuando estaba embarazada, la muy maldita creía que te entregaría y en realidad lo iba a hacer pero al final se largo y te entrego a los Lee. Perra inteligente, la señora Lee es pelirroja ¿Sabes con cuantas mujeres rubias con hijas pelirrojas no lidiamos?
Esta vez gruñe y maldice a la mujer que llama mi madre.
-No lo se- Digo, ella enciende la maquina y me señala.
-¡Cientos! ¡ERAN CIENTOS! ¿COMPRENDES? La muy perra nos dificulto todo, maldita zorra idiota-
-Oye tranquila- Digo.- No es su culpa, no quería que me llevaran.
-¡Ella te odiaba!-
-Pero no a mi padre- Ella acerca la maquina y señala mi garganta.
-Callate- Gruñe y murmura algo en ruso, conozco el idioma, pero no lo hablo.
-¿Qué dices?-
-Le digo perra a tu madre en ruso- Dice como si fuese lo mas normal.
-¿Acaso solo sabes decir perra?-
-De las pocas palabras que hablo en inglés- Dice mientras pasa la maquina en mi cabeza.- Parece que cooperas.
-¿Qué puedo hacer?- Digo con molestia.
-Nada, tienes razón. Pero ya veras, en unos meses volverá a crecer y se vera aun mejor- Suspiro mientras ella saca todo mi cabello.
-Dijiste que seria poco-
-Lo se, pero van a hacer un corte en tu cráneo ¿Acaso quieres que se infecte por una cabello en tu cerebro y te mueras?- Niego.- Ahí lo tienes.
-¿Cómo está mi arma favorita?- Pregunta el hombre ruso con una sonrisa radiante, me da asco verle, es tan feliz por tenerme que me da rabia.
-Siendo buena- Dice ella.
-Camille ¿Donde esta tu hermana?- La pelirroja se encogió de hombros.
-No se, le pedí a tus idiotas armados que le trajeran y ellos se marcharon-
-¡Ya saben donde esta! Y fácil- Ella hace un sonidito con la lengua.
-La conoces hombre, ella no es fecil-
-Fácil- Le corrige.- Pensé que habías tomado las clases de inglés.
-¡Las tome! Son una mierda, fácil, pero una mierda- El le da una bofetada.
-¡Mas respeto! Mi mujer era americana- Dice el sacándose el sombrero, ella suelta una carcajada.
-¡Pudrete!-
-Por favor, señor, que esta niña no sea como Camille- Gruñe por lo bajo para decir cosas en ruso que no entiendo.
-¿Le digo al hombre de traje que traiga la maquinaria?-
-Dile al doctor Freeman que venga- Camille se va contoneando las caderas coqueta.
-Ella es una loca, ¿Alguna vez viste Harry Potter? Me recuerda a la mujer que gritaba Yo mate a Sirius Black- Dice soltando una carcajada.- Pero es simpática, por ello se queda.
-¿Y porqué le dejas esas cadenas?- El sonríe.
-Van a juego con sus bonitos tacones- Bromea.- La verdad te contare algo.
-¿Qué cosa?-
-No te quiero por lo que sabes hacer. Aunque todo ello me es muy útil, en realidad me pareces una caja de sorpresas, pero yo te quería desde antes.
Agradece cariño, te deje una adolescencia feliz- Bufo.
-No, no lo fue, yo nunca quise esto-
-Lo se. Tus padres te condenaron, de hecho, solo te quería porque eras una Stark, pero mi fiebre de poder se elevo cuando supe quien era tu madre- Me remuevo en el asiento y el desata mis ataduras.
-¿Qué se supone que significa eso?- El me tendió un emparedado el cual acepte porque moría de hambre.
-¿El hombre del parche nunca te contó sobre ella?- Negué mientras daba una mordida a mi emparedado- Tu madre es una diosa, ella es la punta de todos los poderes, ella es inmortal.
Abrí los ojos desmedidamente.
-¿Cómo?- El sonrío con la emoción saliendo por sus poros.
-¡Es inmortal! Y todo aquel que le rodea también, por ello le estuve buscando pero después surgió algo, conocido como Hanna Stark, mejor conocido como Riley Lee. Y sabia que si eras su hija podrías tener algo de su poder y se que no me equivoco- Dice riendo, malevolamente a mi parecer.
-¿Y que harán conmigo?- El saca una jeringa de su saco de marca y me guiña un ojo.
-Vamos a sacar el chip que controla tus dones. Y tu vas a olvidar tu vieja vida en S.H.I.E.L.D- Dice el sonriente.
-¿Qué? ¡No!- Digo y el hunde la jeringa en mi brazo, suelto un chillido.
-Así son las cosas Riley y así deben ser- Susurra mientras me toma en sus brazos, puedo sentir como me recuesta en la camilla de nuevo.- Y tendrás una nueva vida, seras todo lo que siempre soñaste ser, una mujer poderosa.
Susurra cuando cierro los ojos.

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Siento que sea aburrido, pero aquí es donde le cuentan todo, es como en si la explicación de todo.
Y el siguiente, es el final, ¡Agarrenme qué me desmayare! :'(

Fangirl {Steve Rogers/Capitán America}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora