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Voy a subir esta historia que decidí dejar en borradores porque está regular narrada. No voy a editarla al igual que algunas que subiré porque no tengo tiempo. Gustó así mismo escrita pero no puedo dejar de pedir perdón. No es que ahora lo haga increíblemente bien ni nada de eso, pero al menos tengo más coherencia y un poco más de sentido del ridículo.

Espero que la leáis porque en conjunto es bonita y desgarradora.

Gracias siempre por estar ahí a mi lado...

♡♡

YOUNSU

Desperté agitada por el ruido que hacía mi viejo despertador y por las voces que se escuchaban desde abajo. Eran las mismas voces de todos los días durante los últimos años. El marido de mi madre era alguien tan malo que siempre le tuve miedo.

Habían sido tantos años los que me había  maltratado que lo odiaba con todo mi ser. Ya no me golpeaba, no se atrevía a hacerlo porque tenía diecinueve años y le dije que lo iba a denunciar cómo se atreviese a tocarme, así que lo tenía un poco a raya. Mi madre hacía que no se enteraba de nada, yo sólo intentaba no estar mucho alrededor de ellos.

Seguían dando voces abajo por algo que ya no me importaba, me vestí con mi vaquero y mi camisa blanca, bajé rápidamente las escaleras y salí por la puerta a toda velocidad, intentaba no estar mucho a su alrededor, tenia que conseguir un sitio donde vivir, trabajaba a medio tiempo para tener algo de dinero y huir  de la mierda vida que me daban.

Me dirigía a la universidad más costosa de todo Seul, mis estudios y un concurso sobre los mejores de mi instituto me hicieron ganar una beca. Tuve mi premio y hoy empezaría mi gran ilusión por llegar lejos. Estaba muy ilusionada.

Llegué un poco asustada porque no sabía si sería aceptada por la gente que estudiaba allí. Todos eran hijos de padres con un estatus social bastante alto, mientras yo era la hija de alguien que no quiso ser mi padre y de una madre que se casó con alguien que me maltrató física y psicológicamente durante toda mi niñez.

Pero ya nada importaba porque allí estaba yo frente a mí futuro bello, precioso, yo ahora era feliz, tenia que conseguir mi gran sueño y tener un futuro lleno de felicidad.

Miré las grandes escaleras de la entrada y suspiré, eran enormes y de color blanco. Empecé a subirlas toda decidida y sonriente.

—Jungkook ¿Me dejarás tu deportivo rojo? Sólo es para el fin de semana...

Me volví de golpe al escuchar ese nombre,  me sentí frustrada al ver que también lo escucharía en la universidad donde había querido terminar mis estudios. Venía escaleras arriba con su hermana, ella nunca me trató mal, pero él fue tan despiadado conmigo cuando su madre contó esa mentira sobre mí que me prometí que nunca le perdonaría que se lo creyera después de todas las cosas que vivimos juntos.

Agarré nerviosa las correas de mi bolso que llevaba en mi espalda y las apreté con fuerza, volví mi cuerpo hacia adelante y quise rápidamente perderme de allí, quería desaparecer, anhelaba que no me hubieran visto, pero en ese momento sentí a Haneul hablar...

—¡¡Oh!! Younsu...mira Jungkook es Younsu —cerré mis puños con fuerza y me volví lentamente con una risa forzada.

—Hola Haneul —hice una reverencia.

Jungkook miró hacia mí con su asco correspondiente, no decía nada, dejó de mirar hacia mí y pasó por mi lado cómo si no me conociera, mi estómago se contrajo al sentir el aire llegar a mis mejillas por su paso acelerado.

Yo respiré hondo y mis ojos siguieron su paso hasta que se perdió de mi vista, su hermana me miraba con media sonrisa al ver su actitud infantil, sé que nuestra despedida fue muy dolorosa pero yo no tenía la culpa de nada.

Fuimos tan buenos amigos desde que teníamos la edad de cinco años que me daba pena cómo había acabado todo entre nosotros.

Me esperaba fuera del colegio cuando éramos pequeños y me regalaba una flor o me daba un dulce rico que le preparaban en su casa, el dinero nunca fue impedimento en su familia, ya me lo dejó claro su madre. "Tú nunca serás buena para mi hijo y de eso ya me haré yo cargo, de que te tire lejos cómo la basura que eres"

Así que respiré hondo e intenté recomponer algo de mis sentimientos que habían sido dañados una vez más. Subí ya con menos energías las escaleras. Andaba yo mirando las puertas para ver dónde sería mi clase. Lo bueno de todo es que él era dos años mayor que yo, así que no coincidiría en ninguna de mis asignaturas. Eso era un alivio, no tenía ganas de verlo a todas horas.

Pasé por el lado de las taquillas y allí estaba con varias chicas riendo animadamente. Yo sólo miré el número de la mía y la abrí.

Todas y él posaron sus ojos en mí. Yo me sentía observada en todo momento, así que mis manos temblaban al soltar las cosas dentro.

—¿Esa es nueva? —escuchaba a alguna de las que había por allí, yo solo cerré mi taquilla y me fui sin más. No quería ver la cara de sarcástico del que destruyó mi mundo anteriormente.

No conocer a nadie era un fastidio, me senté a un lado de la clase y sola ya que nadie quiso sentarse a mi lado. Ser pobre trae esos problemas.

Di mis clases bien y cuando llegó la hora de comer subí por unas escaleras hasta la parte superior del edificio central, quería ir a la azotea a comer mi bocadillo, no tenía dinero para ir a la cafetería como los demás, lo guardaba para cuando pudiera compartir con alguien un pequeño apartamento. Me posicione a un lado y miré al vacío por una de las barandas, se veían a los alumnos pasear o simplemente darse besos alguna que otra pareja. Respiré un poco, cerré los ojos y quise sentir el aire en mi rostro....

—¿No había otro lugar donde podías haber ido a estudiar? —volví mi rostro hacia la voz que hablaba, Jungkook estaba allí de pie a mi lado.

—No sabía que estudiabas aquí —lo miré seria.

—Pues quiero que te vayas de aquí —podía ver en sus ojos la ira que sentía.

—¿Estás loco? No sabes ni lo que dices —andaba yo rápido para irme de su lado, si me quedaba allí por más tiempo me haría daño con sus palabras.

—¡Espera! —cogió mi mano y me volvió con fuerza— no quiero que estés aquí donde yo estoy, así que ya puedes irte a estudiar a otro sitio.

—No tienes derecho a pedirme eso —le dije tirando para que soltara mi mano.

—¿Quieres contar a todo el mundo que me conoces? ¿Que estuvimos juntos?

Lo miré con gran rencor, respiré hondo y bajé mi rostro al suelo.

—No Jungkook no te preocupes nunca le diré a nadie que estuvimos juntos.

—Espero que lo recuerdes sino te las verás conmigo —se volvió enfadado y se fue corriendo escaleras abajo. Un gran dolor me dejó por esa actitud que tuvo conmigo en ese momento, nunca creí que lo que vivimos juntos se volviera tan poca cosa para él....

POISONED LOVE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora