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—¿Crees que es gracioso? —dije con mis brazos cruzados, estaba realmente enfadada, me había metido en su coche a la fuerza, lo veía sonreír.

Tenía su mirada mirando la carretera, aguantaba las ganas de reír.

—Iremos a mi apartamento y curaré tus manos Yosy —dijo sin mirarme.

—¿Tienes un apartamento? ¿No vives con tus padres?

—Es mi escondite para cuando quiero estar
solo —dijo y entonces entendí todo.

—Claro el nidito de amor de Jungkook y lisa —rei amargamente, mis celos salieron al fin.

Miró un poco y se volvió de nuevo, no decía nada y me desesperaba. Eso me puso triste porque me estaba dando la razón.

Me hundí en el asiento y me sentí realmente mal. Yo nunca podría competir con Lisa, ella era tan bonita y tan espectacular. Cuando llegó hasta nosotros en la fiesta llevaba un vestido precioso, su pelo recogido y ese maquillaje tan perfecto tendría a cuálquier hombre enamorado con solo verla. Yo sin embargo con un ridículo uniforme de trabajo....estaba enfadada.

—¿Qué piensas? —me sacó de mis pensamientos.

—Nada — dije seca.

—Venga Yosy en algo piensas.

—En que mi vida no tiene sentido y que tú y yo no teníamos que habernos conocido —dije dolida— ¿Sabes lo que me dolió cuando había conseguido mi beca para entrar en la universidad como te prometí y que no estuvieras para poder contarte?

Volvió de nuevo a estar callado, de nuevo hizo sentirme triste, nos contábamos todo, hicimos la promesa de no ocultarnos nunca nada. En éste momento verlo tan callado me dolía.

Cada vez me sentía más patética, Jungkook conseguía ponerme triste. Cada vez que estábamos juntos me hacía sentir que era poca cosa. Miré por la ventanilla para que no me viera llorar, porque me entraron unas ganas inmensas de llorar. Mis lágrimas salieron sin yo poder pararlas, ahogaba mi llanto para que no se diera cuenta que lloraba.

Llegamos después de unos quince minutos, abrió las puertas de su apartamento y entramos dentro. Era pequeño pero todo en su interior me pareció realmente acogedor. Tenía una chimenea que se encontraba encendida, hacia frío en el exterior,

Fue directo a un mueble de madera oscura y cogió un pequeño maletín de color blanco.

—Ven siéntate aquí —nos sentamos en un sofá de color negro que había en el centro.

Cogió mis manos y con unas pequeñas pinzas comenzó a retirar los cristales.

—¡Jungkook duele! —se acercó y soplaba en mis manos, sentía el frescor de su aliento y hacía que me estremeciera. Su olor corporal era una pasada, olía realmente bien.

—Yosy —me miró tan intenso que me hizo tragar fuerte— ¿De verdad piensas que te hubiera gustado el no haberme conocido? Me pone triste que pienses así —vendó mis manos.

Se levantó y lo guardó todo. Volvió a sentarse a mi lado.

—Eres la persona más importante para mí — pasó sus dedos y acarició mi mejilla— yo he soñado día tras día estar contigo.

—No te creo —me levanté deprisa, me estaba ganando de nuevo, había pasado mucho tiempo desde que estuvimos juntos, y me daba cuenta que lo deseaba mucho más que antes. Pensar que traía a Lisa también aquí me hizo enfadar de pronto.

—Tienes que creerme....no hay nadie que se compare contigo.

Fue decir eso y lo miré con rabia.

—¿Porqué eres tan cínico Jungkook? ¿Y lisa?

—Te he dicho que ella no significa nada para mí.

—Claro....¿Y la traes aquí también?

Salí rápidamente hacia la puerta y quise abrirla pero sentí dolor en mis manos.

—¡Mierda!

—¿Te puedes estar quietecita de una vez?

Vino en busca mía, juntó su cuerpo con el mío, me pegó a la puerta de salida.

—Ya te dije una vez y no me gusta repetir las cosas, que yo nunca he estado con Lisa de la forma que tú crees —lo dijo en mi oído en un susurro— yo solo he estado contigo, solo he tenido tu cuerpo junto al mío —aceleró mi respiración.

Me volvió para que lo mirase, quedamos frente a frente y me puso una sonrisa que derritió todo en mí.

—En el tiempo que estuvimos juntos me di cuenta de una cosa, que amarte fue la segunda mejor cosa que me pasó en la vida —besó levemente mis labios— porque la primera fue haberte conocido, porque todo lo que quise encontrar alguna vez en alguien lo tienes tú.

Mi corazón latió tan fuerte que puse mi mano en mi pecho, era el chico tierno que conocí en mis primeros años.

—Jungkook —dije en un susurro— eres el chico más tierno del mundo.

Puso una pequeña sonrisa para luego cambiar su mirada a una mucho más oscura. Respiró hondo...

—He cambiado para mejor bebé y te lo voy a demostrar —hundió su rostro en mi cuello y lo besó con desesperación— te demostraré lo que me hiciste sufrir, sabrás lo que te esperé y te haré disfrutar para que nunca más te abraces a ese guapito de cara.

Salieron sus celos, me gustó escucharlo.

Cogió mi barbilla con fuerza para que lo mirase de frente, su mirada oscura y sexi que jamás había visto en él me resultaba excitante.

—Tienes demasiados a tu alrededor pero hoy sabrás que soy el único que merece la pena tener a tu lado —no sabía si me gustaba más la actitud del principio o la que tenía en éste momento.

Cogió mi cuello para besarme con fuerza, sentía su cuerpo duro apretar el mío y me daba cuenta que quería verlo sin ropa, sabía que había cambiado en eso, antes no era tan grande todo. Su cercanía no era la misma que recordaba. Acariciaba mi cuerpo.

—Bebé tu cuerpo es un puro deseo, no te recordaba tan potente —dijo con un jadeo—  quiero verte desnuda, necesito verte desnuda.

Me tenía toda entregada, yo sí que deseaba verlo desnudo. Pero me daba vergüenza contarle sobre mis oscuros pensamientos.......








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