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Llevaba unos días en la universidad y hoy sería el día que me mudaría al apartamento de Taehyung. Estaba nerviosa, no sabía si encajaría allí pero no sería peor que en mi casa, así que después de todo era lo mejor que podía hacer.

Di mis primeras clases sin problema, me había acostumbrado a estar sola, los chicos iban a lo suyo y las chicas hablaban de mí, lo notaba pero yo estaba en lo mío, no iban a amargarme mi deseo de estudiar y sacar mis mejores calificaciones.

Había una chica que me miraba mucho, no hacía nada malo sólo me observaba a veces y una vez que otra me dedicó una pequeña sonrisa, pero sus compañeras la hacían desistir de volver a hacerlo.

Cuando terminé una de mis clases me di cuenta que era la hora de comer mi bocadillo, iría de nuevo a la azotea cómo todos los días hacía desde que llegué, para ellos ir a la cafetería era algo normal porque tenían efectivo mientras yo tenía que guardar todo lo que ganaba en mi trabajo de medio tiempo para poder pagar luego mi renta a Taehyung. Fui a mi taquilla a soltar algunas cosas y coger mi comida, llegué y había por allí bastantes estudiantes. Me puse algo nerviosa así que no miré mucho y me dispuse a coger mis cosas.

Al abrir la puertecita de la taquilla algo se reventó en mi pecho, no sé ni lo que era ni cómo salió disparado de ese modo. Grité un poco y un montón de risas sentí a mi alrededor.

Quería quitar aquel líquido pastoso de color oscuro de mi cuerpo pero se me hacía difícil. Me sentía humillada y sola en aquel momento.

—¿Necesitas ayuda? —alcé mi vista y vi allí ante mí a la novia de Jungkook, era la tal Lisa, se le notaba que quería esconder sus ganas de reír.

Yo miré a mi alrededor y todos reían sin control, mi respiración se hizo algo agitada y unas ganas de llorar se me encajaron en la garganta, tragaba mi saliva y restregaba aquel líquido maloliente una y otra vez.

—¿Que ha pasado Younsu? —alcé mi vista un poco torpe al escuchar mi nombre, Taehyung vino corriendo hacia mí —¡Lisa! ¿Qué mierda es todo esto? —dijo quitando su chaqueta rápidamente queriéndola poner en mi pecho.

Yo extendí mis manos para quitarla, se le iba a manchar, de veía costosa.

—No.... se estropeará —dije con la poca voz que salía de mis labios.

—No digas tonterías, déjame ayudarte —me lo dijo tan tierno cómo él era, echó su mirada de nuevo a Lisa mientras me pegaba a él abrazándome.

—No me mires así, yo no hice nada —decía ella moviendo sus manos— y te vas a meter en un problema cómo sigas a su alrededor siempre Tae.

—¡Eso a tí no te importa lo más mínimo! —dijo él demasiado seco.

—¿Qué ha pasado? —en ese momento escuché la voz de Jungkook, quedó parado allí al lado de nosotros, me miraba con los ojos abiertos pero no decía nada. Lo vi tragar fuerte pero seguía sin decir nada. Estaría feliz por verme de ese modo, eso es lo que quería ¿No? Pues podía estar orgulloso porque me sentía una don nadie allí en medio de todo el mundo.

—Mira lo que le hicieron a Younsu —dijo Taehyung mirando a Jungkook.

—Llévame lejos de aquí por favor —le dije bajito mientras me tenía atrapada, tiraba de su jersey para que dejara de hablar con la persona que no le importaba lo más mínimo lo que me pasara.

—Lisa ¿Quién ha sido? —en ese momento habló Jungkook.

—Y a mí que me dices —decia ella moviendo sus hombros y mirando sus uñas cómo si no fuera nada lo que pasó allí.

—Porfavor sácame de aquí —yo imploraba, me sentía tan mal ante las miradas de todos, nunca me gustó ser el centro de atención de nadie y menos de éstas cosas.

—Si...venga nos vamos Younsu, te llevaré a mi apartamento, tienes que cambiarte —dijo y empezó a andar despacio conmigo cogida, yo metí mi rostro en su pecho para que nadie viera que las lágrimas ya corrían mis mejillas abajo.

Taehyung me sacó de la universidad, me subió a su coche y me llevó a su apartamento. Entramos por las puertas y me llevó al baño.

—¿Te las puedes arreglar sola? No hay ninguna chica por aquí que pueda ayudarte y yo no quiero ser grosero —dijo algo triste y mojando una toalla de color blanco en el lavabo —voy a limpiarte la cara espera.

—¡Ay! Dije al sentir que algo quemaba —me miró con media sonrisa.

—Creo que te hicieron daño....tienes algo de sangre en tu ceja y mejilla derecha —dijo triste.

—Gracias por todo, déjame sola y que me pueda  asear —suspiré.

—De acuerdo, si necesitas algo me llamas —andaba hacia atrás y me sonreía. Salió y cerró la puerta.

Yo miré mi rostro herido en el espejo y dejé que las lágrimas cayeran, ya no tenía a nadie a mi alrededor, si me comportaba de forma patética solo yo lo sabría.

Le di al agua de la ducha y quité mis ropas peguntosas, el agua caliente hacía que al menos relajara mis músculos tensos. Lavé mi cuerpo y lié una toalla blanca que había colgada a un lado de la pared, la pasé a mi alrededor. No sabía que ponerme, mis ropas estaban hechas un asco.

Abrí la puerta y miré hacia fuera, estaba todo en silencio. Salí sin saber dónde ir, necesitaba saber dónde estaba Taehyung.

Pero nunca creí que el que aparecería ante mí sería Jungkook. Se levantaba de un sillón donde estaba sentado y yo no me había percatado que estuviera, me miró y se acercó a mí. Yo me quedé paralizada por no esperarlo.

—Déjame ver —dijo seco y cogió mi barbilla, miraba mis rasguños —¿Ves por lo que te dije que tenías que irte de aquí? —dijo mirando mis ojos— van a hacerte daño Yosy.... si sigues con tu empeño de querer estudiar en un lugar donde no quieren personas cómo tú, terminarás mal parada..........

POISONED LOVE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora