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La mañana llegó y Younsu se preparó para ir hacia la empresa de Jungkook, se dedicaban a la venta de los mejores cosméticos que había en el mercado. Perfumes, cremas faciales y corporales tanto de hombre cómo de mujer. Cualquiera quería poseer un producto del tonto de Jungkook, cómo lo denominaba ella cegada por su enfado.

Llegó temprano y entró en la planta donde tendría su despacho, toda erguida y de modo interesante andaba ante la mirada atenta de los que allí trabajaban.

—Señorita Kim —la llamaron y ella volteó.

—Hola señor.....

—Veo que se olvidó de mi nombre —dijo el que le hablaba de forma risueña y penetrante— a diferencia de usted a mí no se me olvidaría el suyo jamás —la miró de forma sexi.

—¡¡Woojin!! —los dos miraron y vieron a Jungkook allí con un carácter del demonio.

—No me dejaron decírselo —alzó el otro mirándola sus hombros y riendo un poco.

Jungkook se acercó a ellos.

—¿Trabajas en el pasillo? Tú despacho costó unos par de millones de woons para que estés aquí en medio —se veía de un genio insoportable, ella lo miró y rodó sus ojos.

—Cada día estás más insoportable creo que tu hígado saltará por las nubes un día de estos — reía levemente Woojin —un placer volver a verla y si necesita algo estoy al final del pasillo —cogió la mano de Younsu y la besó delicadamente.

Una respiración fuerte seguida de un bufido molesto se sintió por la parte de Jungkook. Ella que lo había oído se sintió con ganas de molestarlo.

—No se preocupe que le haré más de una visita, me parece que será de gran utilidad su ayuda —sonrió.

—Como no te vayas pronto te echaré con mis propias manos —le dijo entre dientes Jungkook, iba a explotar de un momento a otro.

—Me voy....me voy.... adiós señorita Kim.

—Adiós mucho gusto de volver a verlo Woojin —jungkook la miró sorprendido al ver que lo había llamado por su nombre mientras el otro se iba todo contento por lo mismo.

—¿Dónde está mi despacho? —lo miró seria.

—Hay un pequeño problema, lo dijo tan tarde y sin previo aviso que tardará unos días...

—!¿Cómo?!

—Como lo oye —sonreía victorioso.

—Y que pretende ¿Que me siente al lado de su secretaria?

—¡Ay no! No diga eso....Pobre Sunhee —dijo él sarcástico.

Ella empezó a insuflar el aire molesta.

—Mire señor Jeon ésto no es un juego, no me haga perder el tiempo, debemos tratar usted y yo de que ésto funcione lo mejor posible —dijo ella fría y acercándose a él.

—Lo último que yo querría sería reírme de usted, no suelo yo hacer eso con las damas de su categoría —se acercó él aún más— mi fama dice que mi trato hacia el sexo femenino es... cómo le diría...¿Perturbador y atrayente?

—No lo puedo creer señor Jeon —hizo ella una mueca graciosa— ¿Va a sacar a relucir que sus pelotas son paseadas por todas las féminas del lugar? No creía yo que era uno de esos hombres que tienen su cerebro entre las piernas.

Dos titanes allí en medio de los empleados con su pelea particular. Miraron a su alrededor y se encontraron a todo el mundo observando la escena.

—¡Todo el mundo a trabajar! —dió él una voz tremenda— y tú haz el favor de acompañarme.

Empezó a andar hacia su despacho y ella se dió cuenta que debía seguirlo, se sintió incómoda de repente allí en medio sola.

Entraron los dos juntos.

—¡Siéntate!

—¡Tú no me ordenas! Yo hago lo que quiero.

—Mira Yosy no sé a lo que estás jugando pero no voy a dejar que me desesperes —dijo él tocando su pelo con fuerza. Ella lo miró y tragó fuerte al ver ese acto que tanto le gustaba. Creyó que había desterrado de su mente y de su cuerpo esa mísera manía que tenía Jungkook y que tanto amaba ella.

Él la pilló en su ensimismamiento.

—¡¿Qué?

—Nada —miró ella hacia otro lado.

—Por favor Yosy —le dijo triste, sus palabras eran arrastradas y se sentían pesadas— te busqué tantas veces, no sé porqué te fuiste de mi lado, podías haber esperado un poco más.....solo un poco más...

—¿Vas a ser tan cínico? No puedo creerlo Jungkook....te has casado con Lisa —le dolió decir eso.

—Lisa y yo no somos nada ya te lo dije y te lo vuelvo a repetir....nunca me he acostado con ella...

—JAJAJAJA —emitió ella una gran carcajada que lo hizo a él abrir sus ojos de par en par —venga Jungkook....me tomas por tonta y ya no lo soy.

—¿Quieres mejor que te diga que estoy con ella y que nos revolcamos cada noche juntos?

Ella sintió un dolor inmenso en su pecho, su corazón quería salir corriendo y su entendimiento golpearlo.

—¡Tengo novio! —dijo deprisa....no se le ocurrió otra tontería mejor que esa para hacerlo sentirse mal.

Jungkook se quedó paralizado, nunca la vio con otro hombre de esa forma, su pequeña Yosy había pertenecido siempre a él, pero delante ya tenía a toda una mujer y de niña ya no tenía nada. Se levantó de pronto con furia y enfadado y ella al verlo se levantó también.

Se puso ante ella, la miró con mal, no podía procesar esa información que le estaba dando tan a la ligera.

—¿Quién es?

—No te importa.

—Dime ahora mismo de quién se trata.

—Alguien que no le importa mostrarme ante todo el mundo, que me pasea a su lado porque no se asusta de nadie.

Al sentir eso Jungkook apretó sus dientes frustrado y dolido, la rabia lo consumía.

—Te follaria aquí mismo y en éste instante para quitar de tu cara esa altanería falsa que te gastas....necesitas que te refresquen la memoria y que grites mi nombre para que te quede claro que el único que te hace gemir de una forma despiadada soy yo....

Se miraron intensamente, el rencor y la tensión sexual se palpaba más que nunca entre ellos, estaban a poco de saltar uno encima del otro, se  escuchaban sus respiraciones aceleradas...

—¡¡Es mi esposo y yo entro cuando me dé la gana Sunhee!!!

Se oían voces desde fuera, Younsu recobró el control de su cuerpo y de su mente. Se separó a toda prisa entendiendo que la que se escuchaba fuera era Lisa, se sentó en su asiento, cruzó sus piernas y volvió a su aspecto frío cómo si nada hubiera pasado entre los dos.

—Creo que su esposa lo busca señor Jeon —le dijo con una sonrisa torcida......



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