1. Cada loco con su tema

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Acechar:

1. Observar con atención y con cautela a alguien sin ser visto. Aguardar.

2. Amenazar.

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Hospital. Entrada la noche.

Saga ya había guardado en una bolsa de deporte casi la totalidad de sus pertenencias. A la mañana siguiente le daban el alta, y el fiscal ya no podía recontar con más exactitud las horas que faltaban para ello.

Esa misma tarde Shaka le había traído una muda casual con la que poder vestirse cómodamente en el momento de saborear la primera bocanada de una nueva vida, regalada por el destino o arrebatada al siempre incierto porvenir.

Shura hacía rato que se había dirigido a su casa con los nervios a flor de piel y cubierto con las terribles dudas que le asaltaban a la hora de elegir un atuendo adecuado para una cita que esa noche sí...esa noche deseaba llevar un paso más allá.

Kanon aún se había quedado un rato más, haciendo tiempo para acudir a "The Wyvern's Cave" para ayudar a Rhadamanthys a sacar adelante la noche. Hacía días que Kanon suplía con más o menos éxito la falta de Valentine, que todo lo que no tenía de espabilado al tiempo de encarar su vida, lo tenía de rápido y eficiente desempeñando las labores tras la barra.

La última cena con sabor a penicilina fue servida alrededor de las siete de la tarde, y Saga se congratuló a sí mismo el hecho de haber protegido de la vista de Kanon el panecillo y la manzana que acompañaban un plato de verdura sin sal y un pedazo de merluza hervido sin ninguna gracia. Ahora debían correr las nueve de la noche, y su estómago empezó a rugir de nuevo, momento en el que descubrió su secreta despensa armada con instinto de ratón y dio buena cuenta de ella.

En la acolchada silla-mecedora asentada al lado de la cama, Shaka había caído rendido. Saga se sentó sobre el articulado catre con soltura, aunque todavía sintiendo latigazos y punzadas de dolor en pleno pecho, donde la extensa cicatriz seguía bordándose. Con avidez acabó con la manzana, obviando el informativo de deportes que retransmitía la televisión pre-pago y centrándose exclusivamente en el dormido rostro de Shaka a su lado. Su mano vaciló un instante antes de claudicar ante la urgencia de prestar devoción a quién descansaba cerca de él, pero finalmente se deslizó por su frente, apartando con delicadeza los rubios mechones que cubrían la velada mirada. Shaka suspiró profundamente, pero fue necesario escuchar la voz de Saga susurrando su nombre para regresar de vuelta al mundo de los sentidos despiertos.

- Saga...me...me he quedado dormido...Lo siento...- Se disculpó Shaka, apoyándose con ambas manos en el reposabrazos para erguir un poco su posición.- ¿Qué hora es?

- Pasadas las nueve.- Respondió Saga sin dejar de observarle.- ¿Por qué no vas a casa y duermes como es debido? Hace días que no necesito compañía por las noches.

- Lo sé, pero no creo que allí duerma mejor que aquí.- Shaka le devolvió la mirada, forzándose a mostrar una sonrisa que le costaba horrores acudir a sus labios.

- Pues quizás si me cuentas todo lo que ocurre consigues descansar mejor...- Le invitó Saga, tomándose el turno de ser él el apoyo de Shaka.

- No...espera que estemos en casa, tranquilos...

- Aquí estamos tranquilos, Shaka. No hay nadie en la cama contigua.

- Pero es que todo es un tanto...delicado...

Shaka seguía resistiéndose. Una parte de él aún temía los ataques de ego y soberbia que sufría Saga de vez en cuando, pero descubrir la mirada afable y conciliadora del gemelo, acompañada de unas palabras redactadas con una suavidad lejana y casi olvidada fue crucial para comenzar a relajarse lentamente.

Duelo Legal III: AcechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora