54. En jaque

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54. En jaque

"The Wyvern's Cave"

- ¿Puede afirmar con total seguridad que quién coaccionó a mi padre fue el mismo Hyppolitos Sifakis?

Saga permanecía impasible por fuera, aunque interiormente estuviera hirviendo en incógnitas y recelos. Deambulando cerca de ellos, Kanon farfullaba improperios varios para sí mismo, pero parecía haber decidido dejar hacer a su hermano. Al que sabía...Al que siempre la justicia se rendía a sus pies.

- Ya os he dicho que los hermanos no siempre se llevan bien, que vosotros dos os podéis considerar afortunados. Muy afortunados...

- Con todos los respetos...- Intervino Kanon, acercándose lo suficiente al jubilado inspector para obligarle a alzar la vista y el perfil.- ¿Qué cojones sabe usted si Saga y yo nos llevamos bien o como los mil demonios de mal?

Manigoldo suspiró ante la exposición de esta pregunta, la cuál no precisaba de respuesta que clarificara lo que su simple cercanía relataba por sí sola.- Estáis los dos juntos aquí, ante mí, trabajando para esclarecer el mismo caso. Creo que vuestras acciones hablan con voz propia.

Kanon chasqueó la lengua con desdén. Se alejó de ellos y decidió aposentar el trasero en el lugar de la mesa de billar que ya parecía llevar inscrito su nombre.

- Mi padre siempre gozó de buena salud monetaria.- La voz de Saga captó nuevamente la atención de Manigoldo, que viró la vista hacia él y no articuló palabra alguna, dejando que Saga continuara con su reflexión.- Así que no alcanzo a comprender qué motivo podía tener para ceder a tal presión. El dinero no fue la causa. De ésto estoy convencido al cien por cien...- Saga seguía presionándole con su mirada, consiguiendo que alguien que podía ser su padre bajara la propia y se escudara tras su pensado silencio.- Verá inspector...no insistiré más de momento...- Anunció Saga, abandonando su segura posición para presentarse al lado del italiano, posando una mano amable sobre el hombro que se percibía abatido frente a su presencia.- Agradezco que haya accedido a hablar conmigo, pero en calidad de Fiscal que asumirá la acusación en el juicio, debo pedirle que no abandone la ciudad hasta que éste termine.

Dicho ésto Saga ladeó el rostro en busca de la mirada que Kanon mantenía fija sobre él, leyendo una obligada resignación en los ojos de su igual.

- No voy a testificar en ningún juicio.- Sentenció Manigoldo, dejando emerger un tono que no contradecía en absoluto la naturaleza de su afirmación.- Además, no consigo seguir los cauces de los ríos de ideas que parecen estar cruzando tu mente, Saga...Hyppolitos se presenta como padre de la víctima, y en este caso, que yo sepa no hay nada que apunte a él de ninguna manera. Ni siquiera está imputado por ningún delito que pueda relacionarse con el hecho de haber perdido a su hija adoptiva...Ésto no tiene nada que ver con el antiguo caso de los burdeles de chicas menores de edad...

- Tranquilo, "papá DM" - Se apuntó Kanon de repente, con ganas de hacer pagar a Saga parte de la cuenta que sentía que su gemelo tenía pendiente con él.- Si le sirve de consuelo, yo que asumo la defensa también sigo sin tener puñetera idea de qué cojones corre por dentro de la contradictoria mente de mi hermano. Sólo él lo sabe, y espero que se digne a iluminarme antes de tres días...

Tanto el curioso rictus con el que Kanon juntó inconscientemente sus cejas, como el ácido tono de voz empleado en redactar sus palabras, indicaron al Fiscal que el comandante de la defensa había perdido cualquier rastro de la alegría que le había descubierto antes de acceder a las entrañas del pub.

El padre de DeathMask aprovechó esta brecha en el ambiente y la pérdida atención dedicada a él para levantarse con toda la intención de desaparecer del lugar. No estaba dispuesto a esperar que su hijo acudiera a su rescate, y ganas de hablar ya no le quedaban ningunas en las pocas reservas que de antemano ya venían acopiadas con él.

Duelo Legal III: AcechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora