Capítulo 33

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Narra Martín.
Antes de la respuesta de Alicia

Qué dices, te casas conmigo?—dije nervioso

¿Por qué estoy esperando tanto? ¡Vamos mi amor dime que sí!

—Claro qué si me casó contigo—dijo en un susurro.

Escuche desde arriba la emoción de todos, como pude suspire y saque el anillo de su caja para dejarlo en el dedo de su dueña. Al finalizar le di un beso en su mano, al notar que ella se levanta y me da un beso en los labios, en menos de un segundo ya se lo estoy devolviendo el beso con todo el amor que le tengo. Al mirarla noto que tiene los ojos brillosos, ¡Va a llorar! Y creo que yo también, antes de decirle algo noto que todos nuestros invitados ya estan abajo para darnos las felicitaciones.

Noto el abrazo de Sofía y de mi papá. Vaya con los nervios se me había olvidado marcarle.

felicitaciones papá yo se que serás feliz con Alicia—dijo Sofía abrazándome.

—gracias hija—dije emocionado.

—¿Se te había olvidado llamar a tu viejo, no?—dijo mi papá —tranquilo, por está vez te lo dejaré pasar. Felicitaciones.

—te lo agradezco mucho—dije.

Después de eso vinieron los brindis y los buenos deseos. Quedé sorprendido con las palabras de Sofía, sé que al principio no le hizo nada de gracia el hecho de yo querer rehacer mi vida con Alicia, pero lo logró y eso es lo más importante. Cómo se pudieron imaginar, Mamá Alicia como le dicen mis hijos salió a la luz y aunque lo quiera reconocer. Quedó preocupada con quién se quedaría Martincito, al notar que Lorena y Gonzalo se quedarían con él no le dio mucha confianza, mientras tanto yo lo único que quiero es hacerle el amor y ya. Al cabo de unos minutos ya estábamos solos disfrutando de la noche de pareja. Ambos desnudos, tomando nuestro vino. ¿Qué mejor?

—¿Ocurre algo?—dije mirándola fijamente.

— no puedo creerlo todavía—enseña el anillo— es algo tan irreal.

— pues créelo por qué ya eres mi prometida y eso nadie lo va a cambiar—dije mirándola.

—prometida y tú futura esposa —dijo mirándome.

—asi es, la famosa pregunta te la quería hacer hace tiempo pero con lo de Rebeca. Lo atraso todo— dije.

—¿y justo lo hiciste ahora por qué estaba dada de alta?— dijo mirándome y acercándose

—¿Me puedes creer que fue Fedora? —dije riéndome

—¿Qué?— dijo riéndose.

— ella me llamo gallina y no me creía que tenía el anillo listo. Fue por ella que salió todo esto justo hoy.— dije resumiendo todo lo que había pasado.

— ¡Qué barbara es Fedora!— ríe— jamás me imaginé qué justo el día de hoy acabaría así desnuda junto a tí y tomando vino.

—yo te dije que quería hacer el amor contigo, pero el destino lo propuso asi y voy a aprovechar que martincito, ni miranda, ni nadie de la mansión está—la agarro para acorralarla con mi cuerpo.— por que voy hacer valer cada minuto para enterrarme en tu cuerpo. ¿Aceptas estar desvelada conmigo?—le dije mientras le besaba el cuello.

Escucho un acepto mientras siento sus manos en mi espalda, esto será bueno...
Al cabo de unas horas después de estar haciendo el amor a todo lo da, la noto que ya quiere descansar y creo que yo también ha sido un día larguísimo. Por eso la mimo un ratito más y la acuesto junto a mi. Me encanta sentirla y olerla, al cabo de unos minutos más noto como ya está profundamente dormida.

¡Qué afortunado soy!
doy gracias todos los días por habérmela cruzado y que ella haya cambiado mi vida en un 1000%.
Antes como novia y ahora como mi futura esposa.

Si se atrevieranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora