Si se atrevieran

Capitulo 34

Narra Alicia
Al despertar fue lo mismo que el día anterior, los besos y las caricias estaban presentes a cada minuto. Ya que no tenía ropa adecuada para estar en la casa, Martín me dió una camiseta de él y de milagros encontré unos jeans. Gonzalo y Lorena nos enviaron el desayuno tanto para nosotros como para los guardaespaldas que estaban vigilando desde ayer.
Los dos después de tomar desayuno tomamos la decisión de arreglar todo el despelote de ayer en la noche, tan solo pensar en eso me da tanta dicha. Definitivamente estoy con el hombre correcto.

—¿Ocurre algo?— dice Martín mirándome con ojitos de amor.

—solo estaba recordando todo lo ocurrido anoche y literal es un sueño —dije acercándome a él

— nuestro amor es todo lo que necesitamos—dijo atrayendome hacia su cuerpo.— eres mi prometida ¿Alguna vez pensaste que eso nos iba a ocurrir?—dice mientras me habla cerca de mis labios.

— Jamás—dije dándole un beso suavemente en sus labios — tu llegaste a mi vida para cambiarla y mejorarla.

—y tu a mi, mi amor— dice devolviendome el beso ahora con más ganas.

— ¿Sabes? Me encanto el pequeño discurso de Sofía, después de todo me acepto—dije con un poquito sentimental

—lo sé a mi también me sorprendió— dijo sonriéndome.

— estaba pensando en el día de la boda— dije sorprendiendolo

—por mi ya sabes que nos casamos ya—dijo rápidamente haciéndome reír en el acto

—lo sé estaba pensando que sí nos casamos el 27 de agosto— dije esperando su respuesta. —fue la vez que saque a Karina de aquí y dónde tu y yo—esperando a qué terminará de completar la frase ya que me daba vergüenza.

Si chicos, vergüenza aunque ya había tenido relaciones con este hombre en toda está casa a lo largo de que nos reconciliamos y ya cuando me vine a vivir aquí.

—ese día pensé que me romperías el corazón una vez más—dijo haciendo un puchero.

— ese día rompí todo y fui tuya por primera vez —dije con un cierto grado de vergüenza.

— ¿Te dio vergüenza?—dijo mirándome y yo ocultandome en su cuello y riéndome.

—¿Podemos hablar de otra cosa? —dije esperanzada ya que me moría de la vergüenza.

—esta bien, así ya podemos comenzar con todo el papeleo de la adopción de Martincito— dijo .— además podré presentarte a un abogado que nos está ayudando en el canal.

—¿Encerio? ¿Cómo se llama?—dije aún en su cuello.

—Franco Urzúa, Fabián habla maravillas de él— dijo ya mirándome a los ojos.

—habra que conocerlo y si ya hay que ver cómo podemos adoptar formalmente a Martincito—dije

Después de un rato bastante largo ya que Martín me agarró y terminamos haciendo otra vez el amor. Nos dirigimos a la mansión, ya me urgía ver a Martincito y ver la reacción de mi mamá ante mi nueva boda. Estoy casi segura de qué esto, no le hará gracia. Al llegar noto que está el auto de Gonzalo y de Lorena aparcado, eso ya quiere decir que mi bebé está aquí. Al entrar noto que mis hijos están conversando y al verme me comienzan a preguntar por nuestra noche.  Veo a mi mamá, Vaya mi mamá anda de malas.

— ¿Estás horas son de llegar, Alicia?—dijo enfadada

—estaba con Martín—dije limitandome

— ¿pero se supone que vivirán aquí? ¡Deben respetar está casa!—dijo levantándome la voz.

—no soy una niña que puedas manipular y estaba con toda mi familia celebrando—dije

Si arde troya que Arda ya por qué ella no tiene opción.

—¿y yo qué?—dijo enfadada—estuve sola por horas ¿Qué tanto estuvieron celebrando que nisiquera me llamaron?

—de qué me voy a casar con Martín dentro de unos meses—dije sonriendo y mostrándole el anillo de compromiso.

Todos estaban callados, hasta que noto que en la cocina está Sergio ¿Pero que hace aquí?