Corre Giyuu, no hay tiempo que perder.

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Giyuu pov:

Llamada entrante....es Tsutako

—Giyuu!! ¿¡Dónde estás!?

—Y-yo —Era algo difícil hablar mientras corría con prisa.— Nee san, necesito que me digas cómo está ella! —Mi voz se escuchaba apenas. Tenia la esperanza de agarrar un taxi, e irme rápido hacia donde mi familia estaba.

—Sus gritos no me dejan escuchar, pero. No quiero alegarme de ella, quiero presenciar este bello momento. Entiendes? —Mi hermana sonaba algo exaltada. Parecía que me estaba gritando. —No puedo creer que hayas dejado sola a Nezuko, sabiendo que estos días podría dar a luz!

—S-si! Lo sé! —Logré subirme a un taxi y le di la dirección del hospital. —Pero, no esta sola. Siempre va su hermano a verla.

—No era excusa! Sabias! Justo tenias que ir a tu trabajo.

— Ya! Tranquila! Que estoy yendo para allá!  Pedí tiempo libre.

—ah! Ya! —Suspiró, dejando de hablar por un momento. —Nació el bebé.

—Como!? Ya-

Tsutako nee san, me cortó. Maldición, debí quedarme con ella. Como iba a saber que hoy nacería? Sí, se especuló que en 3 semanas más, nacería el bebe...

—Cóbrese. —Le pagué al conductor, y rápidamente subí a la habitación donde ya habíamos reservado. Por desgracia, todos los elevadores estaban ocupados! Llegué, Y. Ahí la ví. Con nuestro pequeño en brazos, tenia los ojos llorosos, su rostro emperlado por el sudor. Y sus mejillas rojas, tan linda. Me dejaron entrar y coloqué mi mano encima de la suya.— Amor, lo hiciste bien. —Mencioné emocionado y por supuesto que tranquilo. Tengo ganas de saltar, jugar con mi hijo! Es un barón! Y, de abrazarlo. Es tan pequeñito, y por ahora. También esta rojito.

—Giyuu....—Me nombró apenas.

—No.. no, cielo. No hables, debes estar cansada, descansa amor.—Tomé al niño en mis brazos, dejándola descansar.

—Joven, necesitamos llevarnos al bebé. —Me habló una enfermera.

—Si, si.... —observé detalladamente a mi hijo, quisiera quedarme más tiempo así con él, pero tiene que ser atendido. —Tomelo. —Coloqué al bebé en los brazos de la enfermera. Y vi como se alejaba com mi niño en Sus brazos.

Voltee para ver a mi amada, exhausta. Tomé su mano y espere a que cerrara los ojos. Suspiré tranquilo, pero realmente siento mi corazón saltar muy rápido, ya estoy algo tranquilo y calmado, pero. Espero todo salga bien, la he cuidado muy bien, a ella y mi pequeño. Dandole todo lo que necesitaba y más. De repente, un sonido inundó mis oídos, no me dejó pensar....

—Joven aléjese! —Un doctor se acercó a mí, retirándome para tomar de la mano de Nezuko, y sentir su pulso. —Kamado, señorita Kamado. Quédese con nosotros. —Agarró un desfribilador y lo colocó en su pecho. Y de repente, aquel sonido molesto y rápido dejó de sonar. Volvió a la normalidad, pero. Durante el momento, me sentí paralizado, con un miedo en mi interior, quizás... porque estaba cerca de perderla, y de perderla enfrente de mis ojos. Mis ojos se humedecieron, mi corazón latía fuertemente y asustado, mientras seguía aun, algo inmóvil.

En un abrir y cerrar de ojos, me encontraba, en una camilla, ¿que sucedió conmigo? Donde esta todo el mundo?

—Te desmayaste por tonto. —Mi hermana entró con un par de bolsas.

—Y Nezuko? Cómo está ella!? Y mi hijo!?

—Tranquilo, ellos están bien. Me preocupó que llegara una enfermera preguntando sobre un familiar tuyo, y tuve que venir nuevamente.

Así que, me desmayé. Ya veo, felizmente ellos están bien, y con eso me basta. 

•||Drabbles GiyuNezu||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora