•||Drabbles GiyuNezu||•

Solo queria saber como estabas

Algo no andaba bien, Nezuko lo sabía. Lo podía ver mediante aquellos bellos ojos de él. Siempre le sacaba platica, aun que el fuera aveces seco en responder, le sacaba planes, lo trataba como a un amigo, pues eso eran. Ya que el tenia una novia, una linda chica de baja estatura y de ojos amatistas. Antes de que, estos estuvieran, la ojirosa salía con Giyuu a todas partes. Cuando sus padres le dejaban dinero, ella lo invitaba a salir, le compraba pequeñas cositas, pero, esas "pequeñas cositas" para él, era valioso. Pues eran cosas sobre sus gustos.

Nezuko se enteró de la relación de Giyuu con Shinobu, cuando los vio en un supermercado. Apegados, sonriendo, comiendo, y besándose. Por supuesto que esto hirió a la menor, pensaba en decirle sus sentimientos aquel día, ya que. Ella lo invito otra vez, pero él rechazó la invitación. Dijo que "tenía exámenes, y que debía estudiar" Ella salió para distraerse, y como tenía dinero, fue a aquella plaza donde solían ir juntos.

Regreso a su  departamento, y echó a llorar, empapando sus cobijas y almohadas de sus lágrimas. Debía estar para el, aun que no fuera correspondida, estará para el.

Pasaron 3 meses y Nezuko notó que Giyuu estaba amargado y serio, más de lo normal.

Volviendo al presente:

Por fin, la "tan esperada noticia" llegó, ellos terminaron. Aun que no debía estar feliz por eso, lo estaba. Pero, odiaba ver a Giyuu de esa forma, trataba de animarlo y el se encerraba en su burbuja. Un mes pasó y parece que las cosas mejoraron. El sale poco, ya no es tan cerrado como antes.

Nezuko, llego al departamento de Giyuu, traía un pequeño pastelito. Toco su puerta y este la abrió.

—Hola Giyuu

—Nezuko...

—Vine a ver como estabas. Es mejor tratar en persona que por pantalla, no crees? —Mostró una pequeña sonrisa.

—si, claro. Pasa, siéntete cómoda. —Abrió paso y dejo entrar a la menor.

Finamente, juntos otra vez. Volvía a respirar su aroma, sigue siendo serio. Pero, hará que vuelva a tener una sonrisa en su rostro.

—¿Como te sientes? ¿Como has estado? Sabes que te quiero mucho, y que siempre estoy preocupada por ti.

—Gracias por preocuparte, creo que necesitaba de ti nuevamente. No debí alejarme por mis problemas, y hacerte de lado. Lo siento. Es agradable tenerte de nuevo aquí.

Sus palabras hicieron ruborizar a la Kamado, haciendo latir su corazón más rápidamente. Y un poco nerviosa.

—a-ah, Gracias! Pero, me hace mas feliz, que compartamos tiempo nuevamente. Ten! Te traje esto!—Sonrojada, le entregaba con nervios aquel pastelito.

—No debiste molestarte, gracias. —Tomó el pastelito y dio una pequeña sonrisa.

—Giyuu....crees que podríamos salir?

Giyuu la miro algo asombrado, ¿que pudo haber pensado?

—Como antes! Digo, si quieres. Ya sabes, como ami-

—Claro —la interrumpió y aun con una sonrisa, miró el queque en manos.—salgamos, esta vez. Podría ser yo, quien invite? Valoro las cosas que haz echo por mi, te lo agradezco.

El rostro de la menor ardía, estaba rojita. Se veía linda y tierna, y con muchos nervios.

—Santo cielo! Me tengo que ir, le prometí a mi madre que la acompañaría al salón de belleza, nos vemos! —Se acercó rápidamente a su rostro y planto un corto beso.

—Suerte. —Vio como la menor se alejaba de su apartamento, mientras degustaba de su queque favorito.