Epílogo

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"Los hilos representan el paso del tiempo, se acomodan y toman forma, se enredan y se retuercen, a veces se desenredan, se rompen y se vuelven a conectar, eso es una unión, eso es el tiempo..."

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Me sentía extraña.

Ligera, eufórica, emocionada. Al borde del vómito.

Las luces rojas del letrero que citaba: "Blue
Night Bar" resaltaban más que cualquier cosa en la calle.

Me sentía ridículamente diferente con aquel vestido floreado y aquel corte de cabello.

Abril me había sugerido un cambio y yo había optado por cortar mi melena.

El cabello me llegaba debajo de los hombros.
Completamente diferente a mi melena hasta la cintura que tenía hacía dos meses.

Mis vacaciones en la granja fueron sanadoras.

Me sentía fuerte, renovada, madura... Ulises me había enviado un par de textos que había respondido gustosa.

Quizás aún no estábamos listos para ser amigos, pero se sentía bien hablar con él.

Su operación había salido de maravilla, a lo que me contó Abril.

Ulises había recuperado la vista. Ulises podía ver, había aplicado para la universidad y comenzaría este semestre.

Tenía entendido que seguía cantando con su banda y que pronto tendrían una presentación en un foro importante en la Ciudad.

Estaba feliz por él. Estaba recuperando su vida y al mismo tiempo, estaba comenzando una nueva.

Entré al abarrotado bar y me detuve un segundo en la puerta para contemplar el lugar.
Pequeñas mesas redondas y altas estaban dispersas por todo el lugar. Los asistentes estaban sentados en banquillos altos con asientos de cuero.

El escenario al fondo del salón tenía un hermoso telón rojo y un par de instrumentos
descansaban ahí.

Pude localizar con la mirada a Rick y él me saludó moviendo su mano.

Sonreí y correspondí su gesto. Él y Abril tenían juntos pasado del año y medio. El mismo tiempo que yo habría tenido con Uli si...

Sacudí la cabeza alejando los pensamientos tortuosos de mi mente.

Saqué el celular y rebusqué en mis mensajes aquel texto que me había enviado Ulises a principios de Agosto.

"Me encanta incluso tu aroma,
Incluso caminar siguiendo el sonido de tu risa,
Algún día tú desaparecerás,
No tengo más remedio que grabar todo en mis ojos,
Yo no lo tomo como un derecho,
Siento que es mi deber..."

Aquellas palabras me habían hecho llorar una vez más.

Lo extrañaba a cada segundo de mi día y me había preguntado una y otra vez si había tomado la decisión correcta al alejarlo de mí.

—¡Con ustedes, Ulises Webster! —la voz del presentador me hizo salir de mis pensamientos y alcé al vista mientras me sentaba en una mesa del fondo.

Y ahí estaba él.

Enfundado en unos vaqueros negros y un suéter de lana gris. Sus ojos estaban fijos en el suelo del bar y cuando los alzó una sonrisa se deslizó por su rostro.

Sus hoyuelos saltaron a la vista y mi corazón me dio un vuelco. ¿Cuántas veces me había sonreído de aquella forma?

—Hola, muy buenas noches. Esperamos que se la estén pasando muy bien. Me llamo Ulises Webster y viene a tocar para ustedes ésta bonita velada —dijo él con aquella voz ronca que tan bien recordaba.

Las canciones que cantaban eran clásicas del rock en inglés. Los Beattles, The Doors, The Fray, Avantasia, Coldplay estuvieron en su repertorio.

Ulises realmente cantaba muy bien y me tenía sorprendida.

—Para cerrar..., quiero dedicar ésta canción a una persona muy especial para mí...

Mi corazón se hundió dentro de mi pecho.

"¿Pues qué esperabas, Nicole?, ¿Que te esperara toda la vida?" me reprendí.

—El amor de mi vida inspiró éstas letras, y donde quiera que ella se encuentre, espero que pueda sentirlas. —dijo.

El piano comenzó a sonar y Ulises comenzó a cantar:

" Me encanta incluso tu aroma,
Incluso caminar siguiendo el sonido de tu risa,
Algún día tú desaparecerás"

Una sonrisa se me escapó de los labios y el corazón se me hinchó con una sensación completamente nueva e intensa. Tan intensa como el amor que había sentido por él.

"No tengo más remedio que grabar todo en mis ojos,
Yo no lo tomo como un derecho,
Siento que es mi deber..."

Reconocí aquella parte. Era parte del mensaje que me había enviado, y entonces, lo comprobé:

—"Palabras como destino y futuro,
Están fuera de nuestro alcance,
Nos hemos enamorado y aquí no importa cuán lejos estemos,
Las manecillas del reloj avanzan mientras nos miramos de costado"

Cuando reconocí el mensaje completo, un par de lágrimas rodaron por mis ojos y las limpié rápidamente. Ulises cantaba con los ojos cerrados y yo cerré los míos escuchando la parte más emotiva y dulce de la canción.

Todos los vellos de mi cuerpo se erizaron de la emoción y entonces, abrí los ojos. Sus ojos se posaron en los míos.

—"Caminaremos en este mundo sin vida todo lo que podamos,
Permaneciendo juntos"

Una sonrisa se deslizó por mi rostro. Y él no apartó la vista de mí.

Los aplausos se hicieron presentes y su vista se apartó de la mía. Mi mirada se encontró con la de Rick y una sonrisa cómplice se deslizó por su rostro. Yo sonreí radiante.

Ulises podía ver.

Ulises me había visto. Jamás había imaginado poder tener aquellos preciosos ojos puestos en mí. Todo el peso de su mirada sobre la mía y se sentía correcto... Perfecto.

Rick se acercó a mi mesa y se inclinó para decirme al oído —Creo que deberías acercarte y saludarlo.

—No sabe ni siquiera quien soy. —me reí con tristeza.

Rick se encogió de hombros. —Siempre puedes decirle. Te extraña.

—Y yo a él —admití. —. Tal vez algún día podamos ser amigos.

Una mirada extraña se posó en Rick, pero no tuve tiempo de preguntar por qué era. Ulises se acercaba a la mesa.

—Me tengo que ir —dije apresuradamente.

—¡No huyas! —dijo Rick entre dientes.

—¡Aún no estoy lista! —gemí. —, te veo pronto.

Sin decir más me escabullí hacia la salida.

Ulises podía ver, y eso era lo único que importaba ahora. Que Ulises, por fin, había retomado su vida. Por fin, había vencido a sus monstruos, ¿Y yo?, yo estaba orgullosa de él.

Ulises por fin, podría ver.

Y no sólo con los ojos, sino con el alma.

Aunque No Pueda Verte ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora