Chapter 12 📕

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Narra Arg:

El invierno dolía en mis pulmones, el tiempo era más frío de lo común, podía jurar que mi nariz iba caerse y aún no salía de mi cama.

Como todos los días, mi rutina comenzaba a las 4 a.m.. Todo aún era muy oscuro y me movía con mucha torpeza por mi habitación mientras temblaba de frío.

Tome de sobre mi mesa una libreta donde todas las noches anotaba mis tareas para el día siguiente en la cabaña. Miraba con alivio que en construir hogares para los omegas, aunque fueran poco, ya estaban tachados.

Aunque vi que aún tenía que encontrar una solución para la calefacción o no pesaríamos para nada un invierno tranquilo por el intenso frío de las mañanas y las noches.

Fui al baño, lavarme la cara era lo esencial, la cañería dejó de tener un uso, parecía que retrocedimos a epocas de antaño. Debíamos traer el agua individualmente y calentarla. Cepillé mis dientes, soy alguien muy higiénico y odio demasiado el mal olor.

Era difícil encontrarse productos de higiene Personal en esta época. Así que todo era algo casero, hojas de menta y un buen cepillado con solo agua.

Es en estos momentos en que extraño con desespero los tiempos donde todo era moderno, donde todo era tan sencillo, bueno, ese era el fin de lo moderno. Facilitarnos las tareas del día a día.

¿Como buscas tecnología en medio de la nada?

¿Cómo sobrevivimos cuando los recursos necesarios son tan escasos?

Me hice aquellas preguntas mientras sujetaba mi pelo con una liga gastada que encontré. Me puse mis prendas sencillas y mis botas negras, agarré mi campera, mi mochila y salí fuera con mi libreta.

Lleve una pequeña manta para cubrirme la cara, hacía demasiado frío y mi nariz se caería si tan solo intentaba respirar profundo si cubrirme.

En invierno muy pocas cosas maduran, la mayoría se queman con el intenso frío. A no ser que sepas muy bien donde buscar. Por suerte encontré frutillas, naranjas y manzanas. No del todo maduras, pero con el suficiente tiempo

Dentro de nuestra bodega de alimentos estarían perfectos.

Fue una buena recolección así que de camino de vuelta al refugio me tomé el tiempo para pensar en un desayuno para el señor azul. Aún era muy temprano, pero él tiene algo que me cautiva por completo, sus ojos, esos profundos cristales que reflejan la nieve o el invierno. Hasta parecieran de fantasía y su voz ... tan gruesa y tan suave, hacen que se me eriza la piel con solo recordar.

Moví mi cabeza rápidamente para espabilar, tengo que dejar de pensar esas cosas, el me ve como un amigo o un colega que le salvó la vida ¡Nada más!

_ "Ahg ¿desde cuándo soy tan enamoradizo?"_ pensé.

Corrí de vuelta al refugio por mi vergüenza, pero estuve tan concentrado en mis pensamientos que olvidé la otra tarea de mi libreta.

Jale mi cabello como modo de castigo a mí mismo, al menos recolecté frutas. El sonido de la nieve comprimiendo bajo mis pies era realmente relajante cuando todo estaba en silencio. Aunque Sabía que en cuanto el sol tocara el refugio mis pisadas serían seguidas por mis amables "seguidores".

Me dirigí a la cabaña adyacente a la cabaña principal, donde teníamos la cocina. No era la gran cosa, una habitación con varios hornos a leña en donde cocinamos para todos. Aunque también dentro teníamos la bodega de alimentos donde dejábamos todo lo que recolectamos y todo lo que conservamos también.

Hablando de mis seguidores - que son ni nada más ni nada menos que los omegas que he ido encontrado o rescatando a lo largo de estos años - ellos por suerte me ayudan y colaboran bastante. Buscando comida, cuidando en invernadero y encontrando objetos para conservar los alimentos o hacerlos encurtidos o mermeladas con lo que hay en la cabaña de cocina.

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