chapter 16 📕

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Narra Argentina:

" Ese maldito, mañana me voy encargar de que tengamos una muy buena charla" _ pensé. _

No solo me beso también tuvo la osadía de manosearme.

Aún tengo que encontrar la manera de distraer mi mente, tengo que atender a mi pequeño cachorro. Ya habían pasado varios minutos desde aquel momento, mi cuerpo aún se sentía raro y hormigueaba como tonto.

_ "cálmate" _ me repetía a mis adentros tratando de acallar las voces de mi cabeza más allá de la mía - había más de una voz en mi cabeza, aquella que siempre llegaba con la primavera volvía a hacerse presente en el fondo de mi conciencia. Corea del sur me explico que era algo normal, todos los omegas la tienen, aquella voz que solo habla por nuestros vientres deseosos de tener crías.

¿pero porque estoy pensando en eso? Mi pequeño tucu está temblando en lo que estoy comportándome como un animal lujurioso.

Vuelvo mi cabeza hacia él, podía olvidar por unos cuantos segundos lo pasado ...

Desde que habíamos llegado hasta ahora aun me miraba y sonreía pensando en su madre.

No es nada malo, después de todo fue lo que le dijimos.

Pero ...

No puedo evitar recordar aquel momento que hace que sienta frio y tristeza desde lo más profundo de mi corazón, sé que tengo que ser fuerte, pero aquello me dejo una sensación que jamás va salir por completo sin dejarme una marca. Una marca que quedaba más marcada cuando escuchaba a mi pequeño niño de las nieves decirme que mi cabello sigue tan hermoso como siempre.

"Se fuerte" me repito sin parar.

Con delicadeza y con mucho cariño le di un baño, uno corto, se había hecho pipí encima si lo dejaba más tiempo así su piel de bebé podría irritarse Él se mantenía quieto o jugaba con el agua con disimulo moviendo las manos bajo esta.

Es un niño tan bueno

le coloque un pijama que antes pertenecía a baires. Nunca olvidaré las grandes aventuras que vivimos con mi primer cachorro, ver a tucu con el pijama y que le fuera holgada me hacía ver lo mucho que había crecido.

Mis bebés están creciendo ...

lo cargue para ayudarlo a subir a la cama, al parecer le gustaban mucho más mis frazadas, ciertamente mi cama no tiene tantas ya que estoy un poco acostumbrado a las bajas temperaturas. Por lo que me dirigí a una de las puertas de los muebles de mi habitación sacando una frazada con la que lo envolví especialmente a el - no quiero que se enferme y más por bañarlo tan tarde-.

Finalmente me recosté a su lado envolviendo bien y hasta cubriendo su naricita:

_ okey bebe, si tienes ganas de hacer pipí avísame ¿sí? _ el asintió y miro mis brazos en una clara señal de querer que lo abrazara, sin dudarlo lo hice y bese sus mejillas rojas junto con su frente pequeña __ buenas noches mi bebe hermoso.

Nos quedamos en silencio, podía escuchar que fuera había un poco de viento por la noche. Aquel sonido del frio invierno resalta más viendo cómo es que dormido, tucu se acurrucaba en mi cual pollito bajo su madre. Con la diferencia de que mi pequeño albino poso su oído justo en mi pecho, podía jurar que sonreía con mis latidos. Se aferraba con sus manitas a mi incluso tomando mi cabello disfrutando de mi calor.

Solo pensar que estuvo allí en la nieve, quien sabe por cuanto tiempo, puedo sentir su respiración, olfatea como cualquier pequeño en busca de la esencia de su madre. Me gustaría engañare a mí mismo sé que me parezco mucho a ella, pero solo se queda en parecer.

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