falling

Chapter 34 📕🔎

Narra v̷̡̢̤̳̹̭͔̙̉.̷̰̘̫̫͇̽̓̉͛̒͆͜ą̴͎̱̟̜̮͔̼̀́͛͂͗ͅ.̸̨̨̨̛̳̞̀̏̅̓̀̓̒̑͝ͅȅ̷̼̙̱͒̊̓̋̉.̴̢͇̞̣̏̈́̌͝͝͝d̴̯̼̲͊̿.̵̨̼̪̇̅̀̓ͅͅi̷̟̪̯̮͔̤̰̞̪̥͆̂̽̇͌̚.̷̥̳̲͎̖͚̪̤̅̒͌̇͑͝ȩ̵̟̠̟̯̈̂̽:

El británico estaba en la cama apenas abriendo los ojos notando que estaba en una habitación diferente a en la que se había dormido. Una habitación común matrimonial donde sus paredes estaban pintadas de un celeste tan puro como el cielo, con ventanas pintadas de un blanco perlado que combinaba preciosamente. Con armarios altos de madera pintados también de blanco, con las puertas abierta viendo la ropa colgar de canchos que se movían levemente por la brisa que entraba por la puerta.

Había camisas y ropa alargada, pero de tonos siempre pasteles o llamativos, confundido se puso de pie extrañado que sus piernas o brazos no sintieran dolor, pues se había fisurado hacía unos días.

"__debe ser un sueño__" pensó mientras daba vueltas mirando cada esquina de esas cuatro paredes. Procedió a pellizcarse sintiendo dolor real incluso hasta a la brisa que entraba por la puerta.

Camino fuera de la habitación por un pasillo que en sus paredes llevaba de adorno fotos y algunos cuadros preciosos, había personas que no conocía, pero no importaba solo seguí hipnotizado con mirarlo todo.

El ambiente era cálido, como si fuera verano, pero si corazón estaba en suspenso escuchando una melodía suave que rebotaba por el lugar, aquella voz le daba vueltas el cerebro y el alma.
Caminó por una sala hasta llegar a una cocina donde había un Argentina de espaldas haciendo ruidos como su estuviera lavando platos.

Cantaba una canción preciosa, aquella que él le enseñó, su cuerpo se sintió débil y se apoyó de una mesa que había en medio de la cocina.

Estaba cerca de su amor y era imposible ser firme y rígido cerca de él.

_ ¿Argentina? _ dijo con una voz entrecortada como si le faltara la voz.

El albiceleste se volteó con una sonrisa vestido con algo normal, un delantal que por la cinta en su cintura denotaba un embarazo avanzado por no decir casi a término, pero se había congelado viendo aquella sonrisa que iluminaba el cuarto entero mucho más que la luz del sol que entraba por las múltiples ventanas de aquel lugar.

_ ¿Cómo dormiste? Anoche estabas tan cansado que creí que dormirías hasta mañana _ mencionó con gracia__ llame a tu jefe y le dije que no irías a trabajar hoy, además le pedí que no te cargase con tanto trabajo__ se quitó sus guantes de hule amarillo acercándose para dejarle un beso en la frente. El británico abrió bien los ojos pues el beso se sentía tan húmedo y su aroma era tan ... real.

_ Argentina ¿dónde estamos? ¿Porque no estamos en la cabaña? _ preguntó alterándose y mirando hacia todos lados.

_ ¿cuál cabaña amor? _ preguntó desconcertado el argentino _ Dios ... te dije que no veas esas películas porque te ponen paranoico _ se cruzó de brazos haciendo una mueca molesta pero luego dió una risa _ le diré a tu hermano que no traiga más películas de zombis.