Chapter 42: Final

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Desde tiempos anteriores a la civilización contemporánea,el ser humano ha sido testigo y juez de cientos de sentencias, aun cuando el fin del mundo contemporáneo había llegado, no hacía a la diferencia del tiempo pasado. Con la llegada del sol, en invierno de 2027 un nuevo juicio comenzaba. El británico fue despertado a partir de la sorpresiva sensación de agua fría sobre su rostro. Tal y como si despertara de la muerte misma sus ojos estaban opacos, al tiempo que en su piel se marcaba el color de los moretones.

____ Despierta pedazo de mierda___ dijo una voz grave y raposa que dejaba salir el suave vapor de su aliento en el frio ambiente que hacía temblar al británico ____ hace demasiado frio como para desperdiciar tiempo, es hora___.

UK no tuvo más que cubrirse con sus propios brazos mientras se levantaba con frio, anhelando como todos los días volver a estar en la calidez de lo que antes veía como cotidiano. Aun cuando había abandonado su ateísmo momentáneamente para rezar por ver su pareja otra vez, parecía no haber oídos que escucharan sus plegarias tan llenas de sangre. Las puertas de su "jaula" se abrieron y viendo la tenue niebla que avecinaba aún más frío.

Al salir su nariz picó por lo helado que estaba el viento, pero también por aquel aroma a madera ardiendo. Acompañaba al "cuidador" de cerca, a pasos complicados por el peso de las cadenas que la habían puesto en caso de que quisiera escapar. Era claro el desprecio que tenían contra él, pero mentiría si no dijera que estaba un poco acostumbrado ya. Aunque también el miedo comenzaba a escalar desde su estómago hasta su garganta.

Se adentraron en una sala enorme, aquella en la que con normalidad se utilizaba, en el refugio del brasileño, para comer en grupos grandes, pero por ese día sería un juzgado. Adornado irónicamente con una atmosfera pesada y en la que todos parecían saber bien que decisiones tomar. En el centro, los lideres de refugios que había conocido antes se estaban formando un medio circulo, siendo ellos los jueces. Detrás de ellos estaban varios de los habitantes de cada refugio, que estaban allí quizás por morbo, más otros eran testigos. Y el, fue puesto de rodillas frente a los lideres.

Seria obligado a confesar su crimen, eso era claro, pero querían tener más motivos para disfrutar matarlo también.

Aun cuando todo parecía ir completamente en su contra, Suiza se ofreció a ser su único defensor, mas no justificaba el asesinato de Corea, solo quería evitarle la sentencia de muerte directa a UK. Quizás porque había sentido algo de empatía al hablar más a fondo con el estadunidense, incluso recibiendo miradas de desaprobación de parte de los presentes.

Con UK de rodillas en el suelo luego de haber sido puesto de esa manera de un golpe, tenía sobre el la mirada molesta del líder y dueño del refugio, quien era de los más decepcionados de tener que recurrir a este "proceso" en lugar de solo volarle la cabeza. Brasil podía ser un líder piadoso y amable cuando fuera, y con quien fuera. Pero aquellos que traicionaban la moral de la "familia" que estos formaban en cada refugio, no merecían perdón alguno. Pero a UK parecía no importarle la mirada y nadie más que la del argentino, la que, por cierto, no encontraba por más que se girara y buscara con atención. Viendo también como uno de los asientos en los que los lideres debían estar, estaba vacío.

Ni siquiera lo podía ver una última vez

Los lideres sentados entonces agacharon un poco la cabeza en señal de saludo, cuando unos pasos poco pesados asomaron entre las personas que también saludaron en susurros suaves, silbidos de voces también poco contentas con la presencia de aquella alta y delgada figura. Que sin más se sentó en el asiento vacío, acomodando algunos mechones de su cabello dorado para luego dirigirle una mirada afilada y molesta.

Al verlo, el británico sintió una ira enorme apoderarse de su cuerpo, no podía ser que ocupara ese puesto en lugar de su amado. Tenía la mínima esperanza de al menos saber cómo estaba incluso si este ordenaba que lo fusilaran allí mismo. Pero al ver al rubio allí solo pudo apretar los dientes.

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