Japon 1900.
La vida de las mujeres en los distritos pobres siempre era incierta, ser mujer en ese territorio era casi una vergüenza para unos pues su valor no era apreciado.
Pero detrás del pabellón de las sakuras se esconde un mundo donde la femi...
—¿De verdad todo esto es mio?— Hange miraba el amplio departamento ubicado en una de las zonas más exclusivas de Kioto.
—El señor Smith, dejo indicaciones para que lo decore y amueble a su conveniencia, por supuesto, la recámara principal también será según sus gustos— le comentaba amablemente la arrendadora.
Hoy se cumplía una semana desde que Erwin Smith solicito a Kiyomi ser el Danna de Hange, básicamente un Danna es un hombre lo suficientemente adinerado, pudiera estar casado o no, lo que realmente interesa es que tenga recursos para financiar los costes del entrenamiento tradicional de la geisha y otros gastos considerables. Se han dado casos de enamoramiento entre esas inusuales parejas, aunque no es lo común, la relación está sujeta a la capacidad del danna para entregar algún aporte financiero.
Kiyomi aceptó de muy buen talante la increíble proposición y celebraría por todo lo alto la firma del compromiso, cuando lo discutió con su pupila y esta aceptó solo le pidió permanecer tres meses más en la Okiya para ayudar a Yuki con su lanzamiento y después de eso podría partir a su nuevo hogar.
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Después de dar algunas indicaciones con la ilusión que asemejaría a una recién casada, salió rumbo a su actual hogar lista para seguir cumpliendo con su deber. Encontró a Nanaba en un ataque de histeria, pues Oka-San estaba pidiéndole a Pieck el registro de sus sangrados; Hace un mes ella misma cortó su tobillo para colorear sus compresas, pero ahora, con casi tres meses de embarazo no podía arriesgarse a perder fuerza.
—Nana-San, si usted lo acepta, yo podría cumplir esa función por usted— una vocecita dulce rompió la burbuja de desesperación, Sasha estaba tímidamente apoyada en una muleta, había comenzado a caminar hace poco y ya ayudaba a los labores del hogar.
—¿tu? ¿harías eso?—La rubia abrió sus brazos en los que la castaña lentamente fue a encontrar un cálido abrazo. Bueno, ahora solo debía soportar tres meses más y podría escapar con Mike, una vez que Petra se volviera geisha....
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son muchas las cosas que podemos deducir de un hombre o una mujer basándonos en el quimono que viste, tales como la posición social, estilo,orígenes familiares y su personalidad. Aunque haya pocas variaciones en el corte de un quimono, la diversidad de colores, dibujos y telas es infinita.
Habíamos estado aprendiendo sobre esto desde hace unas semanas, con nuestro debut tan cerca la okiya se había tornado en un ir y venir de modistas, costureras, Mikos y proveedores de miles de cosas. Un buen día, una hermosa mujer de cabello negros y largos que caían como cascada por su espalda y unos impresionantes ojos violetas hizo acto de presencia en el recibidor.
Frieda Reiss, una famosa Miko de Kioto fue convocada por Kiyomi y Hange para darme mi nuevo nombre, cuando una chica se vuelve maiko, deja más que la vestimenta, me darían otra identidad sobre las cual me basaría para siempre.
