El tiempo no perdona, en un abrir y cerrar de ojos ya había pasado un mes desde el horrible suceso que envolvió en el escándalo a nuestra okiya, Kiyomi hizo gala de sus aptitudes detectivescas para saber como ese suicidio se llevó a cabo prácticamente frente a su nariz y halló una tumba hermética de geishas y servidumbres.Hange no había regresado a casa, lo ultimo que supimos fue que el señor Smith la llevo a New York, al ser una geisha con un protector podía salir a viajes o eventos fuera de Japón si su benefactor consideraba propio que le acompañara. Se que ella y Nanaba fueron grandes amigas desde que llegaron a la okiya y por eso no la culpaba por querer alejarse, aun así, sus decisiones estaban poniéndonos en jaque a suki y a mi.
—¿Que vamos a hacer Yuki? si no trabajamos jamas podremos cambiar de cuello y por lo tanto ¡no podremos ser geikos!— la pelirroja estaba histérica, casi no dormía y se mantenía nerviosa.
Ni que decir que yo también estaba envuelta en incertidumbre, ¿porque? bueno, Nanaba esta muerta y Hange decidió irse sin mirar atrás. Nosotras aun somos simples Maikos, no podemos ir solas por Hanamachi, y menos atender anfitriones, no si su hermana mayor no lo autoriza, y en esta bendita casa no hay ninguna.
—¡Chicas! ¡Chicas!— Pieck llego corriendo hasta ellas junto con Sasha que volvía de su taller. — es terrible... ¡Horrible! deben oponerse, ¡Deben....— pero no supimos que debíamos pues la voz de Kiyomi se alzó autoritaria para llamarnos a todas.
—Como saben, ante los tristes sucesos que la familia ha enfrentado— okasan aún intentaba sonar orgullosa. — y debido a que Hange ha salido con su Danna, me veo en la obligación de autorizar una Onee-San sustituta.
—Queee?—Gritamos sin poder creerlo pero enseguida guardamos silencio al ver la mirada reprobatoria de la matriarca.
—Como les decía, he negociado con la okiya Isaji. apenas escucharon eso todas sé pusieron alerta.
—La Onee-San sustituta de ambas, será Tetsu Isaji.
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╚════════════════════╝Al recibir esa horrible noticia, Suki y yo nos miramos, flotaba el ambiente de complicidad y sabia que ambas pensamos lo mismo. Había otra geiko que nos estaba causando problemas, irrespetaba a todas y odiaba a las Maiko.
¿Su nombre? Tetsu...Una mujer insoportable y poco decorosa, bebía en exceso, no le importaban los clientes y se emborrachaba casi todas las noches. Las criadas de su okiya tenían que ir a buscarla a donde estuviese y llevarla a casa, despeinada, vomitada y con el quimono hecho un asco. Era un verdadero caso imposible de corregir. Solo existían dos razones para que Oka-San acudiera a ella, y verdaderamente eran muy simples: tocaba el taiko, el tambor, como nadie; era una de las mejores de toda la historia de Gion Kobu. Así que siempre se le otorgaba un papel fundamental en los Miyako Odori, los festivales más famosos donde una geisha pudiera participar, y la segunda razón era un poco más obvia, era hermosa, hermosa de verdad.
Una Maiko con todo su ajuar es un deleite de admirar, se aproxima tajantemente al ideal de belleza femenina de los japoneses. Emulando a una princesa del período Heian, con el rostro en un óvalo perfecto, la tez blanca e inmaculada, y el cabello negro como el manto nocturno, las cejas tienen forma de media luna y la boca de un delicado pimpollo. El cuello largo y sensual, y la figura suavemente redondeada.
Bueno, pues Tetsu, sin tanto aderezo lucia muy superior a nosotras y otras geikos hermanas; con sus largos y delgados dedos, las pupilas castañas y brillosas, el andar parsimonioso que le daba el aspecto de flotar entre nubes, remataba tocando alguna pieza con su tambor, solo ella sabia tocar esas complicadas cadencias con maestría, tenia un aura atrapante, una sola mirada de esos adormilados ojos te hacían doblar las rodillas e implorar por conocerla, lastima que todo eso se esfumaba cuando abría la boca.
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MAIKO
FanfictionJapon 1900. La vida de las mujeres en los distritos pobres siempre era incierta, ser mujer en ese territorio era casi una vergüenza para unos pues su valor no era apreciado. Pero detrás del pabellón de las sakuras se esconde un mundo donde la femi...