Cuando quieras desaparecer, tan solo debes coger tu libro favorito y olvidarte del mundo.
—¿Sabes? Hoy me di el lujo de hacer una visita por tu casita. Un poco exagerada la decoración diría, pero está bonita.
—¿Que has hecho qué? —dijo la joven. Estaba comenzando a entrar en pánico. Dios, no se habría atrevido a ir tan tranquilo por su casa, ¿verdad? Era imposible. Había siempre alguien por algún lado rondando.
Olivia venía de una buena familia. De una muy buena familia. Y no nos estamos refiriendo a que sean muy buenos entre ellos, como a ella alguna vez le gustó pensar, sino al prestigio que estos tenían, a su posición económica, que rompía los estándares que cualquiera podría soñar. Podría tener todo lo que quisiera con solo chasquear los dedos. Pero no lo hacía, nunca lo hizo. Y por el contrario de lo que se piensa de la gente con tanto dinero y tanta clase, Olivia era una de las personas más desgraciadas que podrías conocer. Solo había que verla a ella y a sus ojos vacíos para demostrarlo.
Lucas estaba cotilleando los libros de la inmensa estantería que reposaba de una punta a la otra de una larga pared. Cogió un libro. Era pequeño e insignificante comparado con los demás, con una portada de tonalidades grises para nada llamativa y un lomo destrozado. Era El guardián entre el centeno. El libro favorito de Olivia.
Podría haber sido casualidad. Realmente podría haber sido una simple casualidad que cogiera ese libro de entre todos los que había. Pero no lo era. Él tenía su alma, y con ello, sabía todo de ella, incluido su libro favorito y todo lo que le hacía sentir.
—Es tu libro favorito porque te sientes identificada con Holden, y te gustaría ser más libre y pasota, como él —afirmó el moreno.
—¿Quieres no cambiarme de tema? ¿Cómo que has estado vagando por mi casa sin que nadie te vea?
—Eres tú la que está cambiando ahora de tema, princesita.
Olivia se mordió el labio, sin saber qué contestar, optando finalmente por acercarse a él y arrebatarle el libro de entre las manos. Después, se lo abrazó al pecho y miró a Lucas a los ojos.
—Contéstame.
—Pero que aburrida puedes llegar a ser —suspiró, fingiendo estar saturado, aunque realmente estaba muy divertido —. Solo me pueden ver los humanos con los que haya hecho un pacto. En otras palabras, si alguien entrase ahora y nos viera hablar, pensarían que estás loca y un poco ida de la cabeza. Y lo digo por experiencia. No serías la primera que mando al psiquiátrico.
Durante unos segundos, se quedó procesando la información que acababa de recibir. No solo había dicho que era una aburrida —actitud que en más de una ocasión habían dicho que tenía. Sin duda Olivia no era la chica perfecta que su familia quería que fuese —, sino que acababa de afirmar haber mandado al psiquiátrico a varias personas, y eso asustaba. E incluso le hizo comenzar a delirar un poco, ¿y si él estaba jugando con ella para después dejarla peor de lo que ya estaba antes de que llegase?
—Olivia, ¿sabes que para mí eres transparente? —dijo, sacando a la castaña de sus pensamientos.
—¿Eh?
—Me refiero, que al tener tu alma, sé lo que estás pensando.
La cara de Olivia pasó a tener todos los colores posibles, finalizando con un blanco todavía más enfermizo que el que solía tener, mientras agarraba el libro con más fuerza contra su pecho. No, no podía saberlo. No quería que él supiese de su estado. No quería que supiese por qué estaba así. Era algo suyo, algo íntimo, y no quería que nadie lo supiese. Ya bastante pena se daba ella misma como para que la gente lo supiese y le diesen esa mirada de tristeza que tanto odiaba.
—Tranquilízate. Ahora no me falta leerte para saber lo que piensas, tu cara lo dice bien claro. Así que relájate, porque no es como te crees: no puedo leer tus pensamientos, solo puedo ver tus sentimientos, la forma en la que te sientes. Tus emociones.
Ella respiró hondo. Saber que no lo sabía hizo que disminuyese el agarre del libro, que volviese a respirar con normalidad y que su pulso volviese a su ritmo. Solo había sido un pequeño susto.
Más tranquila, se sentó en la cama, mirando el libro y acariciando su portada con una triste sonrisa. Después, volvió su vista a Lucas.
—Tienes razón. Me gustaría poder tomar las actitudes de Holden.
N/A
¿Intrigados?
¿Con ganas de saber qué le pasa a Olivia?
¿Queriendo más momentos de Lucas y Olivia?
¿Saber qué clase de demonio es Lucas?
Todo se irá aclarando poco a poco, de momento, podéis ponerme en comentarios las teorías que tenéis.Ya hemos descubierto que el libro favorito de Olivia es El guardián entre el centeno, porque se siente identificada con el protagonista y hay cosas en las que quisiera parecerse un poco más, así que ahora es vuestro turno, ¿cuál es vuestro libro favorito y por qué?
Besitos desde la luna, Mía. 🌙♥️
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(( ❤️🔥;; Cuidado con lo que deseas
Teen FictionSecretos. De aquellos que destrozan sueños. De aquellos que avivan el fuego. De aquellos que son un total peligro. De aquellos por amor. De aquellos que matan. Terrible desgracia si fueran descubiertos. No permitirás que eso ocurra, ¿verdad? So...