Cuando todo va bien, las malas lenguas te harán perder la cabeza.
Su corazón latía con fiereza, le faltaba la respiración, y sus ojos miraban, pero no observaban. Iba a ver a Andy. Iba a poder despedirse de su hermana como en tantas ocasiones había querido hacer.
Lágrimas silenciosas resbalaron por sus mejillas. Miró a Lucas, que le proporcionaba una media sonrisa de felicidad. Todo había sido idea suya. Él desde un inicio se desvivió porque Olivia tuviese su final feliz y dejase de sufrir, y tonta de ella, había pensado que él la había abandonado.
Alister esbozó una sonrisa.
—¿Estás lista?
¿Que si estaba lista para ver a Andy? Pues la verdad era que no, todavía tenía mucho por asimilar, pero, aun así, el ansia de poder despedirse de su hermana en condiciones, hacía que se le brindase un poco de esperanza y tranquilidad.
—Sí. Lo estoy.
Mentira cochina.
—Perfecto —respondió el ángel —. Ahora, dame la mano.
Alister extendió su brazo y Olivia, de manera paulatina, rozó con las yemas de los dedos su blanca mano. Al hacerlo, destellos comenzaron a aparecer en la habitación, y poco a poco, todo desapareció, incluido Lucas. Solo quedaron ellos dos, cogidos de la mano, entre cuatro paredes blancas.
—¿Qué ha pasado? ¿Dónde estamos? —Olivia se apartó y miró todo su alrededor. Solo veía blanco.
—Estamos en el Intermedio. Digamos que es como una sala de espera al Cielo e Infierno.
Miró a Alister arqueando una ceja. Sin duda nunca iba a terminar de asimilar todos aquellos términos y situaciones sobrenaturales. Lo cierto era que no encajaba con ella todo aquello, pero, aun así, allí estaba, en una sala toda blanca y con un ángel que le permitiría ver a su hermana muerta.
—¿Y ahora qué va a pasar?
—Ahora voy a ir a buscar a tu hermana y tú te quedarás esperando aquí.
Tras lo dicho, Olivia intentó contener sus ganas de pegar brincos de alegría por saber que en cuestión de minutos vería a Andy.
—Ah, eso sí —comenzó Alister, quien fijó sus orbes en los de Olivia de manera seria —. Esta es una zona a la que pueden pasar tanto ángeles como demonios, así que ten cuidado. Si viene alguien, no hables con él.
La ilusión del momento se le frenó en seco. Ahora tenía que estar alerta por si venía un demonio a comérsela. Genial.
—¿Y Lucas? ¿Por qué no ha venido?
—Tenía que hacer unas cosas. Regresará cuando volvamos a tu habitación.
Olivia asintió y Alister desapareció.
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(( ❤️🔥;; Cuidado con lo que deseas
Roman pour AdolescentsSecretos. De aquellos que destrozan sueños. De aquellos que avivan el fuego. De aquellos que son un total peligro. De aquellos por amor. De aquellos que matan. Terrible desgracia si fueran descubiertos. No permitirás que eso ocurra, ¿verdad? So...