(( ❤️‍🔥;; Cuidado con lo que deseas

25-❤️‍🔥

Cuando un ángel y un demonio se juntan, pueden crear la maravilla de un humano.

Lucas llevaba tres días sin aparecer.

Cuando Olivia estaba más preocupada por el tiempo que le quedaba con el demonio, él desaparecía sin dar ningún aviso. Estaba bastante preocupada y el corazón le latía con fuerza, pero, sin embargo, el colgante estaba más muerto que nunca. Lucas no estaba.

¿Ahora que le había expuesto sus problemas habría decidido irse? ¿Se habría aburrido de ella? ¿Quizás hubiese pasado algo en el Infierno? ¿Su padre se habría enterado de lo que fuese que tenían? Madre mía, hablar de Lucifer como el padre de una persona cercana era paradójico.

Tenía mil cuestiones en la cabeza y estaba desesperada, pero Amelia, quien ya sabía que era un ángel, había permanecido a su lado todo el tiempo. Intentaba que mantuviese una sonrisa en el rostro, y nunca preguntó por su tristeza. No dijo nada de Lucas ni del camisón amarillo que últimamente llevaba. Solo se quedó a su lado.

La cuarta noche de la ausencia de Lucas, Olivia le dio las buenas noches a su hermana y se fue a su habitación mientras miraba con fijeza el brillante, pero no llegó ni siquiera a sentarse en la cama, cuando en la penumbra halló las dos esmeraldas que estaba acostumbrada a ver.

—¡Lucas! —No le importó pegar un grito cual niña pequeña.

La adrenalina del momento hizo que corriese hacia los brazos que había añorado todas esas noches, que la recogieron con fuerza en un abrazo pasional. Olivia enterró su cara en el pecho de Lucas, y agarró sus dedos con fuerza a la espalda de la camiseta, mientras el demonio colocaba su cabeza encima de la de ella y le proporcionaba un suave beso en la sien.

Había vuelto.

No se había olvidado de ella.

Los ojos de Olivia se empañaron de lágrimas. Fue a hablar, pero la figura que vio tras Lucas consiguió que se le quedase la boca seca.

—Vaya, creo que ya me ha visto. Kamor, tu efecto sorpresa ha salido fatal. La pobre se ha llevado un susto de muerte. —Se escuchó una alegre voz.

Olivia, estática en su sitio, pestañeó de forma veloz.

—Es que de todos los sitios en los que podías estar, ponerte detrás de mí no es la mejor idea. Así que te puedes meter por tu aureola el comentario de mierda.

El sujeto de la voz dio unos pasos hacia adelante y quedó a perfecta vista en la habitación. Olivia lo observó detenidamente, y poco a poco, sin ser consciente, fue separándose de Lucas.

Era un chico. Casi tan alto como Lucas. Rubio. Ojos castaños. Y una dulce expresión.

No tenía alas ni aureola, pero algo en su interior, más allá del comentario de Lucas, le daba a entender que era un ángel.

—Eres un ángel.

El chico sonrió.

—Chica lista.

Olivia miró a Lucas.

—¿Qué hace aquí? ¿Tiene que ver con el motivo de que te fueras?

—Princesita, él... —No pudo terminar de hablar, el rubio se interpuso entre los dos y le agarró con fuerza y alegría la mano a Olivia.

—¡Tenía tantas ganas de conocerte! Está claro que no es lo mismo verte desde el Cielo que desde aquí.

Olivia miró de reojo al demonio, sin saber muy bien si le estaba pidiendo una explicación, o ayuda para quitarse a esa persona tan rara de encima.

—Perdona, creo que me he pasado de entusiasta. —El ángel recuperó la compostura y ofreció a Olivia una perlada sonrisa —. Me presento, me llamo Alister, y soy tu Ángel de la Guarda.

Ahora sí que estaba terminando de flipar.

—He traído a Alister porque también era el Ángel de la Guarda de Andy. Si me fui, fue para buscarlo.

Alister sonrió.

Olivia no sabía qué decir ni hacer.

—Olivia, vas a tener la oportunidad de despedirte de tu hermana.

N/A

¡Hola, mis amores!

La semana pasada estuve un poquito off y no pude escribir, perdón. :(. PEERO, esto se recompensa, y mañana tendréis el próximo capítulo.

Disfrutad de este y nos vemos mañana con Alister y Olivia.

Besos,

Mía Moon. 🌙♥️