Selim
Estaba preparando unos nuevos apocentos para nurbanu, aunque los que ya tenían eran cómodos, quería que ella tuviera lo mejor así que le daré otros apocentos más grandes y hermosos.
- Su Majestad - canfeda entro a mi apocentos sin ser anunciada lo que me hizo fruncir el ceño algo molesto y al mismo tiempo curioso por lo que me valla a decir - La señorita nurbanu - sus ojos reflejaban temor, mucho temor - sufrió un pequeño accidente - termino de decir y cerró los ojos con miedo.
- ¿Cómo que tuvo un accidente? - me levanté gritando mientras me dirigía a la puerta, ella por instinto y miedo salió primero que yo - solo la deje unas horas solas ¿Y sufrió un accidente? - seguí gritando - ruega por qué no le pase nada por qué tú cabeza será la primera que rodará - le grité.
Ella no decía nada tan solo caminaba lo más rápido que podía, pero no fue suficiente por qué yo caminé más rápido que ella, necesitaba saber cómo estaba nurbanu y mi bebé.
- ¿Cómo pasó esto? - le pregunté molesto.
- N-no lo sé, pero Dilsha tiene algo que ver en esto - dijo nerviosa mientras seguíamos caminando - ella estaba con la señorita nurbanu cuando llegue a sus apocentos.
- Malditos inútiles - grité - no pueden hacer nada bien, solo tenían que cuidar de nurbanu, solo eso, es lo único que te pedí canfeda a ti y a las mujeres que le sirven.
Podía ver qué todos los sirvientes se escondían cuando me veían caminar furioso por los pasillos y no era para menos, ahora mismo mataría con mis propias manos a cualquiera persona que se cruzará en mi camino.
Cuando llegamos a sus apocentos, no espere ni un segundo y entre rápidamente sin importar nada.
La doctora estaba ahí y parecía ya haber terminado con su trabajo por qué nurbanu estaba durmiendo plácidamente o eso quería creer, cuando la doctora me vio su cuerpo tembló por completo del miedo, me acerque a ella.
- ¿Cómo está? - pregunté con voz fría.
- L- la s-señorita nurbanu - comenzó a tratamudear, estaba acabando con mi paciencia.
- Nurbanu ¿Que? Habla - grité desesperado por una respuesta.
- Está bien, ella estará bien por el momento - aseguró rápidamente cuando me vio más que furioso.
- ¿Ella? ¿Por el momento? - pregunté.
- Él bebé n-no - comenzó a tartamudear de nuevo.
- ¿Mi bebé que? - grité mientras cogía sus hombros, ella dió un fuerte salto del susto.
- Él b-bebe no está estable, no puedo asegurar que este bien - dijo rápidamente, se trabó con algunas palabras.
- ¿No puedes asegurarlo? - grité - ¿No eres una doctora?
- S-si, es solo que no puedo decir cómo está el bebé aún, necesito más tiempo - explicó.
- ¿Traerá consecuencias a la salud de nurbanu? - pregunté.
- E-eso - dudo mucho
- Habla - grité.
- S-si quizas deje secuelas, pero no es nada seguro.
- Vete - le grite molesto ¿Cómo es que no sabía? ¿Ese no era su trabajo?
Ella no dudo ni un segundo y salió rápidamente de la habitación.
Me acerque a nurbanu y le dejé un beso en la frente antes de sentarme a su lado.
¿Que se supone que haga?
Él yo antes de conocer a nurbanu definitivamente preferiría a nurbanu por encima del bebé por qué no conozco a ese bebé, no tengo un vínculo tan grande con él como lo tengo con Nurbanu, pero se que a nurbanu le destrozaría si algo le llegará a pasar a esa pequeña vida que lleva, Nurbanu no conoce a ese bebé, pero lo ama con su vida.
No puedo quitárselo, no soportaria ver su rostro lleno de tristeza una vez más, pero tampoco quiero dejar que su vida corra peligro, suspiré tratando de controlar las lágrimas, me levanté y me puse de espaldas a la cama de Nurbanu.
Quería llorar, no sentía este presion en el pecho desde que ejecutaron a bayaceto, pensé que dejaría de sentir desde ese momento, pero ahora quiero llorar como si fuera un bebé, tengo miedo de lo que pueda pasar, en todas las opciones pierdo yo.
Si le quitó al bebé a nurbanu, ella me odiara y definitivamente nunca me perdonara, pero si lo dejo tenerlo pueda hacerle daño y ni si quiera puedo saber que tipo de daño le hará, todos son unos inútiles.
Trate de controlar mi respiración, pero las lágrimas cayendo por mis mejillas, las deje salir por qué después de todo este lugar era el único en el que yo podía hacer esto, puedo llorar tranquilamente aquí por qué se que aunque nurbanu se despierte ella no me juzgará, al contrario, me abrazaría y me diría que todo estaría bien, eso es lo que necesito.
Necesito que Nurbanu me diga que todo estará bien, que superaremos esto juntos y que tendremos una hermosa familia, eso debería haber pasado si es que no hubiera sido por Dilsha.
Ella me las pagaría, tan solo quiero llorar un rato entre estás cuatro paredes por qué cuando salga de aquí, yo volveré a ser el sultán cruel que ejecuta a todos sus enemigos y en estos momentos Dilsha es mucho más que un enemigo para mí, no le perdonaría esto, nunca, y creo que ella ya debe saber eso, así que estará esperando su muerte, no se la haré fácil, la haré sufrir hasta el último de sus días.
Ella se confundió, jamás debió tocar a la luz de mi vida, ella fue la que firmó su propia muerte, nadie puede culparme por defender a la mujer que amo y aunque todo el mundo me juzgue y piense que soy mucho más cruel de lo que querían, no me importa, no me importa lo muy cruel que sea para ellos, a mi tan solo me interesa nurbanu y ella jamás me juzgará, yo lo sé, es por eso que ella es mi mayor tesoro, la cuidaré, incluso con mi propia vida si es necesario.
Nadie, nunca podrá tocar a nurbanu, primero tienen que matarme y eso ya es algo imposible considerando quién soy en este mundo.
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Les dejo el capítulo prometido.
Por poco y no lo subo por qué crei que no acabaría de estudiar a tiempo, pero como se los prometí aquí lo tienen.
Besos 💋.
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Lo que lograste cambiar
Short StoryUn emperador dominante y una exclava indominable ¿Que pasará?