Selim
No sé en qué momento llegué a este punto.
Nurbanu tan solo había llegado hace dos días, pero graciosamente y raramente yo ya tenía una rutina respecto a ella y su llegada al palacio.
Nurbanu solía salir a los jardines todas las tardes para pasar tiempo con nuestra hija, si, comencé a llamarla nuestra hija, me gustaba como sonaba, pero aún seguia sin entender el por qué o quizás ya lo sé y simplemente lo ignoro y prefiero no escuchar a esa pequeña parte de mi, yo suelo ir a verlas desde una distancia prudente porque a nurbanu aún le incomodaba mi presencia y eso no me agradaba, pero lo aceptaba porque yo había causado esto, no podía quejarme, ni exigir nada.
- ¿Aún no se anima a acercarse su majestad?
Di un pequeño salto en mi sitio cuando escuché la voz de sumbul.
- Deberías dejar de aparecerte de esa manera, podría pensar que eres algún enemigo y eso no terminaría bien, lo sabes - advertí con voz seria.
- Su majestad, no debería tratar de cambiar el tema - sonrió.
Su confianza era realmente mucha, solamente suspiré.
- No lo hago, no, aún no me animo a hablar con ella y no quiero hacerlo sumbul, no veo una necesidad - recalque
- Claro su majestad, por eso viene aquí a verlas - sonrió.
- No vengo a verla, vengo a... - me quedé pensando un rato - relajarme, no es malo relajarse de vez en cuando.
Él soltó una pequeña risa.
- Supongo que no su majestad, pero si es malo que niegue el verdadero motivo por el que está aquí.
Abrí mi boca, pero me quedé callado en cuanto escuché una risa, me di la vuelta de inmediato, puedo jurar que todo el aire de mis pulmones se fueron cuando me voltee por completo.
Nurbanu estaba riendo mientras bailaba de una manera la cual yo nunca había visto, no sabía cómo describirlo, pero era simplemente hermoso, nuestra hija estaba mirándola atentamente y parecía gustarle mucho, de un momento a otro todos los sonidos se silenciaron y simplemente podía escuchar la risa de nurbanu, no me perdí ni un solo movimiento de si baile y me quedé viéndolo hasta que ella se tiró al pasto del jardín y comenzó a reír.
- La sultana es alguien muy hermosa y no hablo solamente de su belleza.
Nuevamente la voz de sumbul me saco se mis pensamientos.
- Lo es - dije sin pensarlo mucho.
- No lo había visto sonreír así hace un tiempo su majestad.
Fue cuando me di cuenta que tenía una sonrisa inmensa en mis labios mientras aún veía a nurbanu tirada mientras le hablaba a nuestra hija.
¿Cómo era que un acto tan simple podía hacerme sonreír de tal manera?
- Yo tampoco recuerdo haberlo hecho hace mucho tiempo sumbul - acepte.
Estaba cansado de la situación de negar lo que sentía por nurbanu, no sabía que era y eso me asustaba, pero quizás nunca sabría que es si sigo evitando esto.
- Parece que ahora quiere hacer de forma correcta las cosas - dijo sumbul con una sonrisa.
- Lo quiero hacer, pero ¿Aún estoy a tiempo? - pregunté.
Esa pregunta fue más para mí que para sumbul.
- No puedo responder eso con sinceridad su majestad, pero se que la sultana Nurbanu siempre fue alguien difícil - sonrió mirándome algo divertido - tiene que esforzarse, si es que de verdad desea aunque sea un poco de atención de ella.
Suspiré, hacía eso muy a menudo, sabía a qué se refería, nurbanu parecía recia a hablar conmigo, aunque yo tampoco hacía mucho por hablar con ella, pero está vez sería diferente, lo intentaría porque se verdad quería saber que era lo que sentía por esa mujer de cabellos negros y ojos negros profundos.
- Por alguna razón siento que estoy será difícil - comenté.
- Lo será su majestad, pero estoy seguro que estará muy entretenido buscando la atención de la sultana, así que no pensara mucho en eso - sonrió
- ¿Me ayudarás sumbul? - pregunté.
- Claro su majestad, estaré para ayudarlo - sonrió - será entretenido verlo pasar lo mismo de nuevo - murmuró.
Decidí ignorar eso solo porque estaba muy concentrado viendo a nurbanu, quizás por hoy lo mejor era dejarla tranquila, lo último que quería era actuar de manera impulsiva y hechas todo a perder sin siquiera haber empezado a intentar algo con Nurbanu, mañana empezaría a acercarme a ella, estaba decidido y estaba completamente seguro que nadie cambiaría esa idea.
*Al día siguiente en la mañana*
Realmente tenía muchas ganas de reír por la cara que tiene nurbanu en estos momentos, era una cara entre confundida, sorprendida y algo enojada, su rostro es muy expresivo.
- Su majestad - llamó.
La mire directo a los ojos y a diferencia de otras mujeres, ella mantuvo mi mirada e incluso puedo decir que estaba lista para desafiarme si es que era necesario, eso era lo que más me gustaba de ella.
- ¿Paso algo? - pregunté mientras metía a mi boca un bocado de mi desayuno.
- En realidad si, puedo saber ¿Por qué razón está aquí? - preguntó, pero antes de que pudiera responder volvió a hablar y con voz algo molesta - si está aquí para decirme que no soy nada suy.... - la interrumpí.
- Solamente me dieron ganas de desayunar con mi esposa ¿No puedo? - pregunté.
Se que quizás era muy tonto decir esto, después de decir muchas veces que no podía creer que me haya casado con ella, pero ahora decirlo me hacía sentir tan bien que no sabría si podía dejar de decirlo.
- ¿Que? - preguntó con total desconcierto
Si, definitivamente tenía ganas de reír, el rostro de nurbanu ahora mostraba completa sorpresa y desconcierto, pero seguía siendo el rostro más hermoso que había visto.
Bueno, quizás hacer esto no va a ser tan aburrido después de todo, aunque me estoy dando cuenta de que si involucra a nurbanu, no será aburrido de ninguna manera.
Algo que tenga que ver con mi esposa jamás será aburrido.
--------------------------------------------------------------------
Holaaaaa
Creo que ya a pasado mucho tiempo desde la última vez que actualice, pero no tenía tiempo y tampoco contaba con mucha inspiración, espero que les guste este capítulo, selim ya está comenzando a aceptar las cosas, es muy bipolar aveces, pero bueno veamos que pasa.
Besos<3
ESTÁS LEYENDO
Lo que lograste cambiar
Short StoryUn emperador dominante y una exclava indominable ¿Que pasará?