Nurbanu
- No has dejado de dar vueltas por toda la habitación nurbanu.
- No puedo evitarlo sultana, la princesa de Polonia llega hoy - respondí.
- Si, de hecho ya debe estar por llegar, ¿por qué en lugar de dar vuelvas no vamos por gözed para llevarla con mi hermano y poder recibir a la princesa? - preguntó
- Si, supongo que eso está bien - suspiré para después quedarme quieta en el sitio.
La sultana mihrimah se levantó del sillón y salimos juntas de mis aposentos para dirigirnos a los de gözed.
- Estás muy impaciente con este llegada, se el por qué, pero nurbanu, deberías mantener eso bajo control, no lo olvides, eres la esposa del sultán sin importar que y eres la madre de una sultana.
Lo que dijo, no sonaba a un regaño, sonaba como si solo me lo estuviera recordando, recordando quien soy en este palacio.
- Tengo en cuenta eso sultana - respondí justo cuando llegamos a los aposentos de gözed.
Ambas entramos por gözed e inmediatamente nos dirigimos a dónde recibiríamos a la princesa, selim se encontraba ahí, de hecho parecía que llevaba tiempo esperando.
Bien, supongo que es lo normal, después de todo, es el sultán, la puntualidad tiene que ser una de sus cualidades.
- Su majestad, Hermano - ambas saludamos.
Selim nos sonrió, se acercó a su hermana para darle un beso en la frente y luego hizo lo mismo conmigo para después cargar a nuestra hija y darle un beso de igual manera.
- Mis hermosas sultanas - dijo.
Aún no me acostumbro a ese cambio repentino de él ¿cómo es que de la noche a la mañana vuelve a hacer casi el mismo selim de antes? no lo sabía, pero tampoco es como si fuera a quejarme de eso.
No pasó mucho tiempo para que el carruaje que traía a la princesa llegará y se quedará quieto justo delante de nosotros.
Nunca había visto a esa mujer y realmente estaba nerviosa por dentro.
- Estoy contigo nurbanu y el corazón de mi hermano también.
La sultana mihrimah murmuró detrás de mi dándome algo de tranquilidad, quizás si selim y yo fuéramos los mismo de antes, no actuaría de esta manera.
El carruaje por fin se abrió y de el bajo una mujer de cabellos no muy oscuros y con una mirada profunda, a penas bajo lo primero que hizo fue sonreír en dirección a selim y acercarse, ví sus intenciones de abrazarlo, sin embargo selim retrocedió y movió su cabeza hacia nuestra hija en sus brazos, dándole a entender que no podría responder su abrazo por la bebé en sus brazos, la princesa pareció frustrada, pero después nos miro a nosotras.
- Sultana mihrimah - saludó - ha pasado un tiempo desde que la vi.
- Asi es, bienvenida de nuevo - dijo al sultana mihrimah.
- ¿Ella es? - preguntó mirándome.
- Bienvenida, yo so..
- Es mi esposa - selim se adelantó a mi y se paró justo a mi costado y paso uno de sus brazos por mi cintura - es la madre de mi hija - sonrió.
La princesa parecía sorprendida, pero ¿realmente lo estaba? quiero decir, el sultán del mundo se casó y ella no lo sabe? eso no parecía una historia muy creíble.
- Mucho gusto - saludo - ¿cómo debería llamarte? - preguntó como si no supiera la respuesta.
- Es una sultana y así la llamaras - dejó en claro selim.
No me había dejado ni si quiera hablar.
- Claro su majestad - respondió y se dirigió de nuevo a mi - Mucho gusto sultana - saludo nuevamente.
- Mucho gusto princesa.
Ella sonrió y su mirada se dirigió nuevamente a selim.
- ¿Podría hablar un momento con usted a solas, su majestad? - preguntó sonriendo.
Por instinto mire a selim esperando yo también una respuesta.
- Claro, hablemos, cuando termines de desempacar y estés cómoda puedes venir a mis aposentos para conversar.
- Se lo agradezco su majestad, me retiro - hizo una reverencia y se fue a lo que yo supongo arreglar sus cosas.
- Entremos también, gözed parece tener sueño - comento selim.
Solo asentí y entramos juntos al palacio, dejo a nuestra hija en sus aposentos y me acompaño hasta los míos después de que la sultana mihrimah se fuera a su aposentos.
- Estare hablando con la princesa, pero si necesitas algo puedes irme a ver - dijo deteniendo mis pasos.
- ¿Por qué necesitaría algo? - pregunté curiosa.
- No lo sé, pero nunca sabe lo que puede pasar - respondió.
- Claro - respondí con mis ojos entrecerrado.
- Iré a mis aposentos.
Se acercó a mi y dejo un beso en mi frente antes de irse, ya me estaba acostumbrando a eso así que está vez no me quedé pasmada y simplemente entre a mis aposentos.
(.........)
Se que dije que no necesitaría nada de selim y no mentía, realmente no necesitaba nada, pero sentía la necesidad de ir a ver qué hacia con la princesa y ni si quiera sabía si ellos ya estaban conversando de lo que sea que ella quisiera conversar.
¿Por qué me sentía tan inquieta? realmente sabía la respuesta, pero tampoco quería ir a hacer una escena a los aposentos de selim, así que tome la decisión de ir a los aposentos de la sultana mihrimah para despejar mi mente un poco.
Salí de mis aposentos, pero ni si quiera paso mucho para que comenzara a escuchar murmullos en el harem.
- Escuché que su majestad está con la princesa en sus aposentos ¿crees que estará con ella? es muy hermosa - dijo una de las mujeres.
- Yo creo que sí, hace mucho que no llama a la sultana nurbanu y como dijiste la princesa es una mujer muy hermosa aparte de ser una princesa - respondió otra.
Fue lo único que necesite para cambiar la dirección de mis pasos y dirigirme a la habitación de selim, no sé cómo es que llegue tan rápido, pero ni si quiera deje que los guardias me preguntarán para que venía, aunque realmente ellos tampoco parecían tener intenciones de detenerme y si le hubieran echo, hubiera habido muchas consecuencias y no buenas, de eso estaba segura.
Bien, la imagen delante mía no era precisamente agradable para mi vista.
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Lo que lograste cambiar
Short StoryUn emperador dominante y una exclava indominable ¿Que pasará?