Lo que lograste cambiar

Capitulo 37

Selim.

Está situación con Nurbanu, ya me había cansado, había llegado a mi límite.

No sabía en qué estaba pensando cuando me case con ella.

Al principio pensé que podría haber la posibilidad de que si me haya casado con ella, pero después de todo lo que pude averiguar sobre ella, puedo decir que es imposible que me casara con ella.

La imagen de mujer hermosa, segura e inteligente que tenía de ella se borró cuando todas las personas en el palacio comenzaron a decirme cómo era ella.

No les pregunté a todos, pero la mayoría dijo que ella tan solo era una oportunista e interesada y que si me case con ella fue por nuestra hija, pero eso tampoco tenía mucho sentido.

¿Por qué me casaría con ella por tener una hija?

Era una niña, no un niño y aunque fuera un niño, no estoy en obligación de casarme con ella, sin embargo, no puedo negar que cuando miro a esa pequeña tan parecida a nurbanu mi corazón se acelera y cuando paso tiempo con esa niña siempre siento que alguien falta a nuestro lado, pero nunca llego a recordar que es lo que falta para que todo sea perfecto.

- Selim - escuché un grito.

Salí de mis pensamientos y pude recordar que Mihrimah estaba hablando conmigo, ella parecía furiosa con respecto a la descision que acababa de tomar.

- Mihrimah ya te dije que no importa lo que digas, no cambiaré de opinión.

- Selim por alá, no puedes hacerle eso a nurbanu, no solo la estás alejando de ti, si no también de su hija y gözed necesita a su madre al lado suyo y tú lo sabes, solo estás haciendo esto por puro capricho - se acercó a mí molesta - no quieres aceptar que Nurbanu es la mujer que amas y ocultas ese amor con el asco que dices tenerle porque supuestamente ella es una mujer interesada y...

- No es supuestamente, ella lo es - interrumpí - Mihrimah ¿Que mujer querría estar conmigo solo por qué ama? Quizás lleguen a amar algo, pero no a mí, aman el poder que puedo darles, es todo - termine de decir.

- Hermano - su voz sonó con total decepción - te arrepentirás de esto y estoy completamente segura de esto, realmente estoy feliz de que ya hayas ejecutado a ese hombre que causó tu perdida de memoria - sonrió tristemente - porque cuando te arrepientas de lo que has hecho, no tendrás a otra persona que culpar más que a ti.

- ¿Que quieres decir?

- Siempre has culpado a otras personas y desquitado tu cólera con ellos, sin embargo, ahora ya no hay a quien culpar, solo quedas tú.

- ¿Porqué me arrepentiría de esto?

- Porque nurbanu no miente cuando dice que te quiere, porque cuando entiendes el dolor que le estás causando a nurbanu te dolerá tanto o incluso más de lo que le dolió a ella - aseguró.

Ella sonaba tan segura que incluso estoy comenzando a dudar sobre la decisión que tome, pero es lo mejor, es lo mejor para ambos.

- No - Mihrimah volvió a hablar - se lo estás pensando y no es lo mejor para ambos, es lo mejor para ti, estás siendo egoísta selim.

- Siempre he sido así.

- No desde que Nurbanu llegó a tu vida - murmuró - dije lo que tenía que decir selim, estaré aquí para ti, como siempre lo estaré, pero aún tienes tiempo de retractarte.

Ella se dió la vuelta y salió de mis apocentos.

Mi mente comenzó a pensar en todo lo que dijo Mihrimah y aunque muy en el fondo de mi sabía que ella tenía razón no tenía intenciones de retroceder con mi descision.

(....)

- Adiós mi niña.

Nurbanu abrazo a gözed fuertemente y pude ver claramente una lágrimas correr por sus mejillas.

Tan solo con ver esas lágrimas mi corazón dolía y algo me decía que detuviera está estupidez, que en ves de enviar a nurbanu al palacio viejo la encierre en mis apocentos y no la deje salir nunca de ahí, algo dentro de mi quería ir a brazarla y rogarle que me perdone por las palabras que le dije antes, por lastimarla porque yo sabía que la estaba lastimando, pero aún así no me detuve.

- Nurbanu.

Mihrimah abrazó fuertemente a nurbanu antes de agarrar a gözed en sus brazos.

- No te preocupes, iré a verte cuando pueda y llevaré a mi sobrina conmigo - sonrió.

Iba a decir algo, pero me quedé callada cuando ví el brillo que se reflejo en los ojos de nurbanu cuando dijo eso, a ella realmente le gustaba esa día y parecía darle felicidad, no me atrevía a quitar ese pequeño brillo, no otra vez.

- Gracias sultana - respondió con una sonrisa.

No era la sonrisa radiante que me había mostrado desde que desperté, tan solo había pasada unas semanas ¿Cómo era posible que esa sonrisa brillante ya no esté en su rostro?

Es tú culpa.

La voz en mi interior me culpó y no tenía intenciones de negar que era mi culpa porque si era mi culpa, yo lo sabía.

Nurbanu se dió la vuelta para verme, pero no se acercó a mí, tan solo se quedó ahí mirándome y después de unos segundos se dió la vuelta para entrar al carruaje.

- Nurbanu - murmure.

Realmente quería ir y detenerla, pero no podía, ya había ordenado algo y detenerla significaría que no se realmente lo que hago o quiero, no puedo hacer eso.

El carruaje comenzó el rumbo y juro que sentí una molestia enorme en mi corazón y me sentí culpable de todo lo que estaba pasando.

- Si eres el único culpable de perderla selim.

Mihrimah paso por mi lado con gözed en brazos y me dejó ahí, solo, como seguro estaría ahora que Nurbanu se fue.

¿Por qué la extrañaba?

No lo sabía, pero estaba seguro que cuando lo supiera, me arrepentiría de todo lo que acabo de hacer.