Capitulo 2 [Delegar]

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La sala entró en silencio durante unos minutos, podría escucharse como Celeste terminaba de degustar el ultimo bocado de su pan de queso. Dita no entendía la razón de que nombrar el Teatro de Agora hiciera cambiar las expresiones de David y Alex. Aunque había incrementado su interés.

—Espera, espera, ¿Por qué lo aceptaste?, el evento más cercano a ocurrir es el cierre de campaña —intervino David, se sentía su nerviosismo desde la voz—, pensaba que no nos meteríamos en asuntos políticos.

—¿Por qué nos lo dices hasta ahora? —Replicó Alex.

David y Alex se encontraban confundidos. Celeste rechazaba los trabajos que venían de los grupos políticos de la ciudad o hasta el mismo gobierno de Agovar. El equipo sigue la idea de no interferir en asuntos políticos, gubernamentales, por lo peligroso que puede ser y por la facilidad de influir mucho en el curso de la ciudad. En otros países pocos son los grupos los que deciden entrar en el juego y siempre termina para mal o en escandalos que llegan hasta la isla.

—Lo sé, lo sé —reconoció Celeste—, pero necesitamos el dinero, este año no tuvimos muchos trabajos grandes, además, como ya había mencionado, este es un trabajo especial, estaremos para proteger a alguien, solo a ese alguien y a nadie más. Por cierto, apenas me enteré ayer, ¡tampoco sean tan estrictos conmigo!

—¿Qué tiene de especial ese teatro? —Dita se levantó y arrugó el envoltorio de su ultimo chocolate para tirarlo a la basura—, al parecer les borró la sonrisa de la cara.

—Es un lugar donde ocurren la mayoría de los eventos políticos, Dita, discuten cosas sobre el futuro de Agovar, se hacen debates de campaña o a veces solo festejan... —respondió David—, es un lugar importante y eso que no forman parte de los edificios gubernamentales de Agovar. Ese lugar ya tiene una gran seguridad, ¿de verdad es necesario que esa persona tenga más seguridad?, Celeste.

—Las elecciones de este año son muy agresivas —respondió la jefa mientras extendía una pequeña cartulina—. Ya lo había dicho, protegemos a una persona, esa persona es Aritzi Montero. Economista y ex secretario de relaciones exteriores de Agovar, con una edad de 52 años y una bonita familia de dos hijos, ha tenido una larga carrera trabajando en el Estado de Agovar. Durante estos años ha estado consiguiendo el apoyo de la mayoría de la población gracias a sus aportaciones, planes de trabajo, así como sus relaciones con otros países como México, Nueva Estados Unidos, Nueva Europa entre otros. Desde hace año y medio él ha estado planificando y poniendo en práctica su propuesta de campaña para la gobernatura de Agovar. Su campaña ha tenido un impacto muy muy impactante con el paso de ese tiempo llegando a su punto máximo hace unos dos meses donde no había día y lugar donde no se hablara de él, la población le tuvo buena recepción junto con sus ideas, ¡Hasta los mismos medios están encantados con el! Parece ser que su trabajo dio mucho de qué hablar —reconoció—. Por otro lado, su contrincante, Burdan ha tenido una campaña totalmente diferente a la de Aritzi, sin embar...

—Me aburrooo. Sabes que odio la política, ¿verdad? —interrumpió David—. Hasta Dita la odia, mírala, ¡está bostezando —Señaló.

La chica se encontraba totalmente recargada en la mesa de reuniones bostezando, sus ojos lagrimeaban hasta el punto en el brillo de la luz se reflejaba.

—Perdón, perdón —Dita se acomodó en su asiento—, no quería ser descortés, no volveré a bostezar.

Celeste suspiró.

—Todo esto que investigué sobre Aritzi solo hace que quede bien parado para la mayoría de la gente, está limpio. Ni siquiera un escándalo pequeño ni nada cercano a eso, me extraña más por el éxito de su campaña y que no haya recurrido a la difamación para intentar ganarse a la población. Por eso, lo que quiero pedirles es que tengan mucho cuidado en este operativo y a la hora de interactuar con el así que atentos a todo, por favor...

—No la jodan —Completaron todos al unisono.

—Deberías de cambiar de frase, ya nos aburrimos de la misma —Continuó Alex.

—No llevo mucho aquí, pero tengo que darle la razón a Alex, y David tampoco lo va a negar—Apoyó Dita

—¡Hey!, cuestionen mis métodos, pero no mis resultados —finalizó Celeste—. Bien, el plan se pone en práctica dentro de dos semanas, se dará cierre de campaña para dar paso a la semana de votaciones. Se hará una conferencia que abrirá paso a una fiesta donde estarán la mayoría de los políticos y los postulantes a la gobernatura. El objetivo, como ya había mencionado, es Aritzi, hay que protegerlo a toda costa de cualquier peligro y antes de que preguntes, Alex, no, en esta ocasión nos limitaremos a inmovilizar, no quieren cadáveres y está bien, no es una gran limitante, podemos hacerlo, ya lo hemos hecho.

Posteriormente Celeste empezó a asignar los roles para cada integrante del equipo: David sería el encargado de la conducción por lo que tendría que ser el que fuera en busca del vehículo otorgado por los contratantes; su posición durante el operativo será vigilar la parte del vestíbulo junto con los encargados de la seguridad del teatro.

Alex investigaría más a detalle la estructura del edificio buscando posibles áreas vulnerables, puntos ciegos y posibles punto de ataque; durante el operativo se encargará de resguardar la última planta donde se encuentra el generador de energía.

Dita estaría encargada de vigilar a los invitados, tendría que pasar por el primer y segundo piso del recinto antes de que inicie la fiesta. Cualquier potencial sospecha sería reportada con David o Alex, si de alguna manera la situación saliera de control llamarían a Celeste, para mientras que Dita y Alex sean los encargados de guiar al objetivo a escapar de la mejor manera.

Por ultimo Celeste estaría todo el tiempo con el Político, sería su acompañante y la encargada de la primera línea por si se diera un ataque directo contra él. Tener a Celeste como protección era una gran fortuna por sus habilidades de combate cuerpo a cuerpo y por su capacidad de crear un campo de fuerza siendo una portadora Katsu. En caso de un ataque directo, la protección de Celeste podía retrasar considerablemente a los implicados para que David y Alex pudieran llegar a hacer de refuerzo en el posible altercado.

—Ese es el plan en general —dijo Celeste con orgullo—. Necesitamos visitar el teatro unas horas antes para poder instalarnos y verificar las zonas que haya seleccionado Alex, una vez asegurado todo esto será cuestión de esperar, ¿entendido?

—¿Por qué no le damos un arma a Dita? —indagó Alex—. Tal vez no tenga poderes, pero debería ser capaz de manejar una. O podemos darle un cuchillo y entrenarla lo máximo que nos permita el tiempo, puede ser de ayuda.

—El empleador no quiere que haya armas, por eso nos buscó, por los poderes —refutó—. Pero me agrada tu idea, lo preguntaré, pero posiblemente se nieguen así que tendremos que ver la forma de ocultarla. Dita, ¿tienes algún problema con ello?

Ella negó con la cabeza, se encontraba emocionada por dentro. En la mayoría de los operativos anteriores Dita se veía limitada a quedarse en el carro o solo a ver a los demás mientras estos actuaban. Era molesto, no tanto porque dudaran de sus capacidades, porque no parecía que lo hicieran, sino porque todavía dudaban sobre si era de confianza. Ella tampoco podía culparlos del todo, la forma en la que la conocieron y encontraron no fue la mejor, pero el hecho de que Celeste considerara darle un arma solo indicaba que las cosas podían cambiar.

Inmediatamente después la líder se dispuso a repartir las actividades para la preparación del operativo. David recogería un vehículo otorgado por el empleador, Celeste y Alex harían la investigación a fondo de la estructura del edificio, así como de empleados. Por último, Dita tendría que esperar a que las investigaciones terminaran para poder acompañar a Celeste para hacer la comprar las vestimentas y equipo para el evento. Hace poco la mujer le mencionó que las vestimentas para los operativos grandes se hacen a la medida y como es nueva integrante, tendría que conocer a Rizol, una colaboradora ocasional del equipo.

Dita tenía lo que parecía ser el trabajo más simple del equipo, pero para ella, le había tocado lo más complicado, tener que dar el ancho para el equipo, y se ponía demasiado nerviosa con solo pensarlo. 

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