Recuerdos Radiantes

Capítulo 14 [La Botella]

Faltaba un día para que iniciara la semana de votaciones en Agovar. El grupo se dirigió a Corpo para poder conseguir información acerca de la filtración de información, que Celeste pidiera ayuda para encontrar a Alex, y para que David y Dita pudieran encontrar un lugar donde entrenar hasta que se terminara el tiempo para poder salir de la ciudad sin preocupaciones. El viaje hacia Gostarina fue silencioso. Nadie tenía muchas ganas de platicar durante el trayecto y los tres lo entendían mutuamente. Durante el trayecto escucharon la radio que en ese momento estaba transmitiendo una de las famosas canciones de Misaki Rei: 110% Una canción que siempre debía de sonar en las fiestas y canción que hasta llegaron a escuchar en el reciente trabajo.

Para Celeste, regresar al área comercial fue totalmente diferente a la última vez. Ahora llamaba totalmente la atención, no importaba que hiciera o como estuviera vestida, la reconocían y hablaban de ella. En esos momentos agradeció mucho el pequeño entrenamiento que recibió de su familia, sacó algo de provecho con ellos. Desde pequeña se acostumbró a estar en la conversaciones de la gente, los cuchicheos, los susurros, los rumores inventados eran parte de la vida de su familia, aprendió a cargar con ellos: "Todo tiene que resbalarte, hija mía. Como si nunca lo hubieras escuchado", le solía decir su padre. "Los comentarios siempre estarán ahí, es tu decisión si te afectan o no".

Celeste llegó a Corpo y ahí ocurrió exactamente lo mismo que afuera, aunque la mayoría ya la conocían, sabían de lo que era capaz Celeste Laguerri. Eso no evitó que las miradas se dieran, algo la sacaba un poco de tono y era saber que era exactamente lo que pensaban de ella. Técnicamente no había fallado su misión y gran parte sabía que para nada era sobrina de un político sino hija de una conocida familia española. Sin embargo, fue expuesta totalmente al publico y también se recorrió la existencia de su nueva recluta: la chica que moldea objetos y puede pelear con una bufanda. Cruzó por todo el enorme salón de Corpo, para llegar a su oficina. Pasó directamente y antes de que pudiera sentarse en los sillones de la sala de espera escuchó una voz desde el cuarto.

—Adelante, entra rápido —Llamó con prisa.

—Quería llegar hace días, pero ya sabrás que la situación es un poco complicada.

—Si, demasiado. Me da gusto que se encuentren bien, ¿Cómo salió el operativo?

—Protegimos a Aritzi, así que en teoría todo salió bien —Respondió con mucha seriedad.

Hubo una pausa muy larga, parecía que Corpo quería pensar sus palabras con cautela.

—¿Pero?...

—Alex no está con nosotros... Pensamos que pudo haber sido secuestrado o pudo haberse encontrado con la explosión del edifico —Se lamentó.

—Supongo que no encontraste su cuerpo, ¿Verdad?

—Estuve todo un día buscando ¡y no encontré nada!, estuvieron a nada de sacarme a palos de ahí. Así que no.

Corpo empezó a reír.

—Sigues siendo testaruda, me da gusto —se levantó de su silla y empezó a caminar por la sala con lentitud—. Desplegaré un rastreo por la ciudad, tardará unos días pero debería de darnos una pista. Dejando a un lado este asunto... La información que encontré sobre la filtración de información solo me llevó a un punto: Mazzeti.

—Mierda... ¿Tienes alguna información sobre el?

—Asesino serial, tiene un grupo mínimamente pequeño de gente pero está tan bien coordinado que puede funcionar mucho mejor que otros, creo que hasta mejor que mi equipo —admitió abrumado—. Trafica armas y se cuenta por ahí que está en un culto de sacrificios. Ah, y es muy difícil de localizar...