Capítulo 12 [Correspondencia]

1 0 0
                                    

 Pocas horas después del ataque al Teatro, este se derrumbó por completo. Fue un día terrible para Agovar. La conversación no tardó en surgir a flote a lo largo de la ciudad, más porque la versión que se hizo oficial fue la de "Un ataque a los candidatos de gobernatura" y no la de "Un intento de asalto por una gema poderosa". A Celeste le parecía una situación demasiado extraña. Los criminales fueron directo a su objetivo, no intentaron ser sutiles y fingir un asalto general. Además, con lo poco que pudo ver de la estructura del teatro se dio cuenta de que los explosivos fueron colocados en lugares alejados de la gente lo cual hizo que no se perdiera ninguna vida, los únicos daños colaterales fueron el disparo a la Secretaria de Hacienda, la desaparición de Alex y la muerte del líder del ataque. Por otro lado se abrió una discusión sobre la participación de Portadores kastu en el evento y si era momento de quitar los prejuicios hacía ellos. Más porque los familiares del candidato más popular en las encuestas estuvieron en el evento y ayudaron a los equipos de seguridad con éxito.

El equipo había recibido su respectivo pago y enorme agradecimiento por parte de Aritzi, el cual quedó contento con su desempeño y prometió llamarlos para otro trabajo si es que si diera la oportunidad. Era un poco agridulce por la ausencia de Alex, pero no había mucho que hacer ya que no hubo rastros de él en los escombros del teatro. Celeste revisó a fondo el lugar demasiadas veces y habría seguido de no ser porque la tuvieron que alejar del lugar para empezar la limpieza de escombros. Fuera de aquello, el equipo todavía no podía salir de la ciudad y ayudar a Dita a encontrar información sobre su pasado. Todos los que estuvieron en el evento entraron en una detención temporal donde cada uno tuvo que dar su versión de lo hechos y tendría que quedarse en la ciudad hasta que la semana de elecciones terminara.

—Lo de tu investigación, Dita —dijo Celeste con tristeza.

—Necesitamos encontrar a Alex, no se te olvide —Interrumpió David, que parecía un poco más agotado de lo normal. Se había esforzado mucho en esos días al hacer vigilancia de la nueva base del equipo.

El equipo se encontraba en otro de los altos edificios de Agovar, muy cerca de la zona en la que vivía Rizol. Era la alternativa de respaldo siempre que se termina un operativo.

—Entonces, ¿Qué podemos hacer ahora? También quiero que encontremos a Alex —Preguntó Dita.

—Iré con Corpo en unos días para conocer la situación en los bajos mundos, si ha escuchado algo sobre Alex y si nos puede conseguir un trabajo ya que no podremos salir. Al menos eso va de mi parte. Creo que puedes aprovechar el tiempo y entrenar con David, o descansen. ¡Hiciste un buen trabajo! Y tu no te mates tanto, David. No tuviste culpa de nada...

Dita se sentía confundida. De verdad no esperaba que algo de aquella magnitud ocurriera en su primer operativo, no sabia como reaccionar. Celeste la felicitó por su desempeño, técnicamente había respondido bien a las adversidades, sin embargo, el peso del caos de la misión le ganaban a las palabras de Celeste. Por otro lado, David se sentía impotente, a pesar de no estar tan involucrado en la acción. El hecho de ser el último que habló con Alex antes de su desaparición lo dejó un poco afectado, esto levantó una alarma para la líder. David no solía quedar afectado de esa manera, la ultima vez que se dio fue antes de unirse al equipo.

—Iré a ver la correspondencia —Anunció Celeste.

La mujer salió de la sala. Agarró una de las bufandas de David que estaban en la recepción, se cubrió por completo y se puso la capucha de su chamarra. Descendió hasta la planta baja y se dirigió a la zona de correspondencia del edificio, que constaba de una pared totalmente llena de pequeños casilleros. Era un desastre revisarlos a pesar de se encontraban ordenados por pisos. Celeste tardó varios minutos en encontrar el 50-B. se agachó para abrirlo y ver su interior. Solo había una carta, era de Corpo. La chica se acercó a una de las mesas de la recepción del piso y se sentó, el sobre de la carta tenía una presentación impecable, un diseño de linea plateadas y un sello simétrico de cera negra con un grabado de la marca de ropa que tenía Corpo como fachada.

<<Hasta para las cartas tiene estilo, presumido...>>

Abrió el sobre por un costado y sacó una carta de una hoja.

Encontré algo sobre esa filtración de la que me hablaste, fue costosa la búsqueda, pero no puedo escribirlo en carta. También tuve la oportunidad de acercarme con los que trabajó tu equipo en algún momento y todos tuvieron la misma respuesta, nadie de ellos filtró ninguna información. Quienes hicieron esto son unos maestros en ocultar sus huellas, recuerda siempre estar alerta.

Saben que tienen un lugar aquí para refugiarse en lo que se calma la situación.

—SLPH

Celeste sentía aquello como una pequeña victoria dentro del caos. Estaba exhausta, su cabeza daba vueltas. No había descansado desde antes del trabajo del teatro. Necesitaba encontrar a Alex, tapar la filtración de información y descansar un día entero para recargar fuerzas. La mujer guardó la carta en su bolsillo y regresó sobre sus pasos, hacia el piso 50. Al entrar a la sala de conferencias se encontró con Dita la cual estaba comiendo otra de sus barras de chocolate. Solo volteó a verla durante unos segundos y extendió su mano derecha hacía Dita. La joven tardó en reaccionar pero terminó poniendo lo que sobraba de su barra en la mano de la líder. Celeste le dio un buen bocado que disfrutó como si hubiera sido lo mejor que pudo probar su paladar, sonrió con emoción y se acostó en uno de los sillones de la sala.

<<Me lo merezco>>,  pensó la mujer a la vez que sus ojos empezaban a cerrarse.

Recuerdos RadiantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora