✏ Capítulo 16 ✉

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Fui la primera persona en llegar a la biblioteca después de clase.

Encontré una mesa cerca del fondo y puse la mochila en el medio.

Esto estaba empezando mejor que la última vez que quedé con Kai, porque iba a ser fuera de mi casa.

No había Legos por el suelo, ni montones de ropa doblada, ni hermanos con la barbilla llena de sangre ni, desde luego, conejos con problemas de incontinencia.

«Vale -me dije al sentarme en la silla- SeokJin está poniendo muchísimo empeño en su misión autoimpuesta de conseguirte una cita. Tú también puedes poner de tu parte»

No sabía muy bien en qué consistía «poner de mi parte».

¿En no hablar?

Mientras estaba ahí sentado pensando en cómo ser normal, me di cuenta de que estaba mirando fijamente en la dirección aproximada de un chico que estaba dos mesas más allá.

No cualquier chico, sino Yoongi.

Me quedé sin aliento.

Le estaba prestando toda su atención al libro que tenía delante y estaba repasando la página con el dedo.

Aquella era mi oportunidad para decirle hola o preguntarle si sabía dónde estaba la sección de no ficción o algo así.

Eso podía hacerlo.

Justo cuando me había autoconvencido de que podía hacerlo de verdad, llegó Jong-in.

- Buenas -dijo, y dejó su mochila junto a la mía.

- Hola.

Se sentó y sacó unos libros de la mochila.

Yo le dirigí una última e inútil mirada a Yoongi y luego me senté también.

Abrí mi mochila y saqué mi libro y mi cuaderno.

Aquello de no hablar estaba funcionando divinamente por el momento, lo cual hacía que la situación fuera menos violenta.

- Estar en silencio es un poco incómodo, ¿no te parece? -dijo.

Ah.

O no.

- No, yo estoy a gusto en silencio. A fin de cuentas, estamos en una biblioteca. Aquí es donde nace el silencio.

- ¿La biblioteca es donde nace el silencio? -preguntó Kai.

- Los libros usan todas las palabras. Eso era lo que pensaba cuando era pequeño; así que le decían a la gente que guardara silencio para que los libros no les robaran las palabras.

» Creía que los libros necesitaban palabras para existir. Bueno, es evidente que las necesitan, pero yo pensaba que necesitaban las dichas en voz alta. Sí... Siempre he sido raro.

- Y yo que pensaba que en las bibliotecas se guarda silencio porque la gente intenta estudiar -susurró Jong-in.

- Esa puede ser otra explicación.

Se rio un poco y nuestras miradas se encontraron.

Parecía que le había hecho gracia de verdad.

Eso era bueno.

¿O era demasiado pronto?

Abrió el libro.

- ¿SeokJin suele llegar tan tarde?

- «Suele»... Es una palabra muy subjetiva.

Especialmente porque nunca había
quedado con él para estudiar en la biblioteca.

✔ ✏ 𝓟𝓓. 𝙼𝚎 𝙶𝚞𝚜𝚝𝚊𝚜 「TK」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora