🖤𝟑𝟎🖤

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Jimin siempre fue una persona bastante consciente de que a lo largo de su vida viviría múltiples momentos llenos de felicidad, tanta que si pudiese quedarse en ese día en específico toda la vida lo haría sin pensarlo dos veces, pero también que existen días en los cuales, no veía la hora que terminara, y este desafortunadamente era uno de ellos.

Desde que despertó, sintió que estaba en una absoluta realidad alterna oscura, tal y como si su mente fuese incapaz de comprender que todo lo que ocurriría es real... sus ojos desde el momento en el que se abrieron lo sumergieron en una distopía que jamás creyó que viviría, pese a que no tenía motivo alguno para conservar una pizca de cariño hacia su padre, jamás hubiera deseado que las cosas no solo entre él y Jihoon concluyeran de esa forma, sino que durante años conservo una pizca pequeña de fe que lo cegaba ante la idea en la que el mayor algún día abriría los ojos y se daría cuenta de que quizás no era muy tarde para arreglar sus errores, pero desafortunadamente por mucho que uno lo desee con todas sus fuerzas hay personas que no están dispuestas a cambiar y admitir sus errores, hoy no le quedaba de otra opción que confesar sus atrocidades a un juez.

Jimin despertó tan temprano que se encontró con la primera luz del día hacerse presente a través de su ventana, el cielo tenía unas tonalidades azules mezcladas con un lila algo oscuro, pese a que no nevaba el frío era evidente incluso asomándose apenas a la ventana.

Con muy pocas ganas se duchó y coloco sus ropas, observando su reflejo en el espejo sintió aquella característica sensación de dolencia en su pecho aproximarse, una la cual conocía bastante bien debido a que sabía lo que ocurriría hacerse presente, al instante colocó su mano en la zona mencionada con anterioridad e intento respirar profundo cerrando sus ojos en el acto, inhalo el aire permitiéndose a sí mismo darse los ánimos necesarios para afrontar la cruda realidad y, segundos después, exhalo, sintiendo como de manera leve, pero soportable, no solo la molestia en su pecho sino que también sus piernas las cuales temblaban ligeramente, ya no lo hacían de una manera tan obvia.

Si dio una última mirada, con pesar bajo su mirada para ver su atiendo completo, los pantalones negros que traía puestos al igual que su camisa blanca y zapatos del mismo color, sus cabellos peinados y... su rostro, mismo del que por mucho que quisiera ocultar ese moretón, no debía hacerlo.

Hecho esto, observo la pantalla en su celular que marcaba que eran las seis y media de la mañana, mucho más que analizar lo que estaba ocurriendo a su alrededor no tenía para hacer, ya que dormir había sido un trabajo prácticamente imposible, por lo tanto, se recostó en su cama para escuchar algo de música, quizás, así distraería su mente por un largo rato hasta que llegue la hora en la que deba asistir al tribunal.

—Jimin estas oh- ya estas despierto, niño... pese a que estarías dormido, inclusive venía para decirte que duermas un rato más.

—Suzzy, buenos días, lo estoy... realmente no he podido dormir nada en toda la noche. —Suzzy noto la voz apagada de Jimin, incluso como se quebraba al hablar, por lo tanto, entró a la habitación y se sentó a su lado.

—Querido... se vale llorar ¿Si? Con la persona que menos debes ocultarte es conmigo, no pretendo mentirte, no será nada fácil esta situación, así que tomate tu tiempo los próximos días si no te sientes con los ánimos suficientes ¿De acuerdo? Yo debo terminar unas cosas aquí y luego iré allá.

—L-lo sé.

—Ve a la sala, que yo me encargaré de ordenar tu habitación.

Jimin baja las escaleras de su habitación, absorbido por sus pensamientos, sus pies no parecían moverse correctamente, siquiera desconocía como es que podía mantenerse de pie, aunque lo extraño, es que minutos después escucho el timbre de la casa sonar y, al acercarse y abrir la puerta se encuentra a Jungkook frente a él.

𝐁𝐮𝐥𝐥𝐲  || ➵ 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧 [𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora