¿Solo curiosidad por ti?

Capitulo 29: ¿Y si...?

A esas horas de la noche, ninguna alma podía verse vagando por las calles. La luna llena ayudaba a dar claridad al paisaje, junto a los pequeños faroles que se encontraban al costado de la calle, revelando ese panorama desolado y de aspecto tenebroso, que sin duda se veía incrementado ante lo sucedido horas atrás.

El caminar regular que ambos chicos llevaban, no concordaba en absoluto con lo aceleradas que eran sus palpitaciones. A escasos centímetros del otro, caminaban en silencio sin ser capaces de acabar con él.

Butters iba ligeramente delante de Kenny, quien no podía despegar su vista de él, mientras veía como de vez en cuando el chico parecía mirarlo de reojo. Estaba nervioso, eso era evidente, pero él lo estaba aún más ante el hecho de volver a encontrarse solos.

Se recriminaba una y otra vez el haber hecho tamaña tontería en su habitación. Quizás las cosas estarían menos tensas si no hubiera intentado besarlo luego de desnudarse frente a él, pero no puede olvidar el hecho de sentir por un segundo, que Leo quiso corresponderle. Deseaba con intensidad saber que pasaba por la cabeza del chico junto a él, pero preguntar, sería lo mismo que volver a ser insistente y le había prometido no volver a hacerlo, nunca más. ¿Cómo controlarse a sí mismo?

Y esa era la misma pregunta que Leo se hacía en su cabeza. ¿Por qué no fue capaz de apartar a Kenny de una bofetada minutos otras? ¿Cómo no fue capaz de gobernarse? Si solo le faltó elevarse de puntillas para alcanzar a besarlo, acto completamente patético.

Sentir esa mirada a su costado, tampoco le ayudaba a calmarse. No entendía la insistencia de Kenny por ponerlo en situaciones tan incomodas, pero en el fondo agradecía esa compañía que le brindaba la seguridad que no sintió cuando venía con Karen. ¿Por qué tenía que depender de él para sentirse así? ¿Solo era porque era Mysterion? O ¿era porque se trataba de Kenny? Decidió no dar respuesta a tan perjudicial pregunta.

Por ley, ambos chicos tuvieron que volver a transitar por la ruta donde antes de desató el desastre. Por supuesto para ese minuto, no quedaba rastro de los maleantes que antes yacían en el piso, pero el volver a ver ese lugar tan pronto, le causó un temblor por todo el cuerpo a Butters, quien disimuló ese espasmo fingiendo acomodar mejor su bufanda.

La caricia que sintió en la espalda le hizo sobresaltarse exageradamente. Miró hacia el costado y pudo ver el semblante sereno que mantenía Kenny, mientras tocaba su espalda de forma reconfortante.

— Tranquilo, no pasará nada — le susurró, esbozando una tierna sonrisa.

Su corazón dio un vuelco en su pecho y su mirada de inmediato se alejó de la contraria. Sus mejillas no pudieron evitar sonrojarse, sin saber muy bien si por sentirse descubierto, o, por el gesto del chico a su lado.

Instintivamente apresuró el paso aún más, causando que el contacto entre ambos se cortara. Después de haberlo hecho, se lo repudió, pues constantemente demostraba la debilidad que sentía ante él ¿No existía en su vocabulario la frase "actúa normal"? que más daba que le tocara, solo era un gesto de confort, el cual ni siquiera había agradecido.

Era un completo idiota.

Kenny solo dejó escapar un suspiro con pesar. Parecía que, pasara lo que pasara, nada nunca cambiaría, por más intentos que hiciera y se esforzara por estar cerca de él. Era tan contradictorio todo, estuvo a punto de besarlo y ahora se alejaba de tan simple contacto.

Finalmente, el destino al que se dirigían, se dejó ver a unas cuantas cuadras delante de ellos. Butters pareció apresurar el paso y Kenny le siguió, aun sumidos en un silencio incómodo.

Al llegar a la puerta de entrada de la casa del menor, ambos chicos se quedaron uno al lado del otro observándola, y Butters, fue el primero en mirar disimuladamente a su acompañante.