Capitulo 11: De la peor manera

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Cuan pequeñas gotitas de lluvia que chocan en la tierra cuando va a comenzar un aguacero, así se podían apreciar aquellas pequeñas gotas de sangre chocar contra el piso. Todos los que allí se encontraban, no reaccionaron a nada en una primera instancia, sólo fijaron sus ojos algo asustados en la herida mano del rubio, pero les tomó tan sólo unos segundos para reaccionar a socorrerlo.

¡Por Dios! ¡Kenny está herido! chilló una de las chicas que intentaba pretenderlo ¡Tú! apuntó a un consternado Clyde ¡trae algo para curarlo! pidió la chica, sonando más a un mandato que otra cosa. Luego se arrimó a un Kenny que aún no reaccionaba. Kenny ¿Estás bien? preguntó la chica entre coqueta y preocupada.

¿Eh? Por fin reaccionó el ojiazul, dirigiendo su mirada a la chica a su lado Si...estoy bien gracias le sonrió tranquilamente con un aire coqueto que casi le salió por inercia, luego de aquello, observó su mano, la cual aún sostenía el vaso roto. Suspiró algo cansado. En serio debía comenzar a controlar un poco sus emociones y por lo visto, también su fuerza, aunque probablemente sabía que sin alcohol en la sangre su reacción no habría sido tan exagerada...a pesar, de que consideraba que esta situación lo ameritaba.

Mientras dejaba lo que quedaba de vaso en el piso, bajo el chillido de la chica a su lado que le pedía que tuviera cuidado, volvió a dirigir su mirada al par que tenía en frente. Butters mantenía una clara mueca de preocupación ante lo que sucedía y Kevin, sólo lo miraba con cierto desdén. «¿Con que desdén ah?» se dijo para sí mismo, sintiendo nuevamente la sensación de enojo ante el pensamiento de que ese idiota, justo ahora comenzara a sentir un interés por el rubio. Aun así, se contuvo. Tenía que poner atención a aquella herida que tenía en su mano, la cual, ciertamente le dolía, pero no se comparaba en nada a otras heridas que haya experimentado cuando ha confrontado a vándalos siendo Mysterion. La chica a su lado, se esforzaba por curarle de la manera más cuidadosa posible, retirando los trozos de vidrio y limpiando con alcohol todo el sector para prevenir una futura infección, luego de aquello, utilizó gasa para poder cubrir aquella herida, que por suerte, no resultó ser profunda.

Kenny sólo la miraba al realizar aquella acción y sin querer realmente, dejo escapar una pequeña mueca de sonrisa. La verdad, a veces él se sorprendía por el tipo de interés que podía llegar a despertar en las chicas, al grado de que él se hiera y ellas acudan en su ayuda rápidamente, intentando ser melosas y atentas sin necesidad de que él pida nada. A veces, realmente llegaba a sentirse mal por esta clase de eventos, pero aun así, no podía abandonar su estilo de vida...O eso era al menos, antes de la llegada de cierto personaje a su vida, el cual para su mala suerte, él mismo había involucrado. Sin querer, el rabillo de su ojo, fue a dar a ese rostro que lo miraba con preocupación.

Butters sintió esa mirada, pero creía que sólo era su imaginación ya que Kenny mantenía su rostro en dirección a la chica que curaba su mano en esos instantes. Miro bien su rostro, él parecía sonreír sin dejar de mirar a aquella chica que ahora le socorría. Sentía como si por un segundo, para Kenny solo existía ella, la cual viéndolo objetivamente, había sido muy dulce y atenta en acudir en su ayuda de manera inmediata y sin pensarlo. Su pecho dolió. Butters agachó la mirada un instante y deseo, para su propio tormento, ser ella.

Quiso por un segundo ser aquel que podía acercarse sin más pretextos y tomar su mano para poder curarle, quería ser al que Kenny le dirigiera su sonrisa y lo hiciera sentir como si sólo existieran ellos dos...deseo ser al que Kenny mirara de esa manera tan particular como es que lo había hecho con esa chica...buscando que lo transformara en ese preciso instante en el objeto de la atención de sus ojos, como es que lo había sido por aquel segundo en que lo había besado. Aunque quisiera negarlo, quería sentirlo otra vez. Si bien es cierto, que todo se vio opacado por su absurda mente que recordó a Mysterion, él sabe que quiere a Kenny cerca otra vez. El beso de aquel chico le revolvió el estómago y lo hizo sentir en la máxima cumbre de la satisfacción, sabiendo así, que definitivamente, había perdido como un tonto contra su propia apuesta. Levantó su vista otra vez y la llevó en dirección al rubio frente a él. Para su mala suerte, volvió a sentir esa brecha existente desde antaño entre Kenny y él. Como siempre, Kenny se encontraba fuera de su rango, fuera de su alcance. Aun en situaciones como éstas, no podía hacer mucho más que observar de lejos y en este caso, ver si se encontraba bien, lo cual por suerte, así parecía ser.

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