Capítulo 31: Lo que siento por ti

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Butters observó a escondidas, cada uno de los movimientos que prosiguieron luego de aquel reencuentro. Kenny fue por sus cosas rápidamente al salón y prontamente regresó sigiloso a la entrada de la escuela para escaparse; claramente, con la chica.

El proceso fue como si transcurriera en cámara lenta ante los ojos de un acongojado rubio. Fue como si el destino pusiera por el medio a la chica justo antes de que él cambiara las cosas de manera irreversible entre los dos. ¿Era acaso una señal? ¿Ella apareció para evitar que cometiera una estupidez?

Al pensar en eso, su corazón se aceleró. Volvió a ver desde aquel rincón del patio, como Kenny se subía al auto de ella y prontamente arrancaba en dirección desconocida para él.

Esto era demasiado, incluso para él. Casi por reflejo más que por estar consciente de sus actos, volvió al salón para continuar con las clases al escuchar el sonido para entrar. Allí, tomó asiento en completo silencio, mientras sentía como parte de él se encontraba ausente, viajando junto a ese par que solo Dios sabe dónde se encontrarían. Sintió angustia al pensar en eso, pero ¿Qué sacaría en limpio con eso? Kenny no volvería con él solo por arte de magia, ni menos dejaría de tener el inminente interés suscitado por aquella chica, además, si Kenny lo dejaba de lado tan fácilmente, quizás no era tan real todo lo que le había dicho ¿cierto? 

Pero...¿Ese pensamiento era justo? ¿Acaso sería lógico esperar que la persona que rechazaste en varias oportunidades te guarde eterno amor si no le diste ni la más mínima esperanza? Eso no tenía sentido y era lógico que intentara fijarse en alguien más, como bien el mismo lo había experimentado.

¿Y entonces que haría? El tiempo seguía corriendo y aun su ser no dejaba de tener miedo a equivocarse. Sonrió para sí, porque quizás lo mejor después de todo, era dejar que las cosas simplemente buscaran su curso.

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─Aquí estaremos bien ─ comentó despreocupadamente el rubio mientras descendía del auto ─ creo que nunca viajaré con más clase que el día de hoy.

─ Que cosas dices ─ sonrió la castaña con gracia ─ eres un adulador.

─ Lo digo en serio ─ devolvió la sonrisa ─ jamás imaginé que esto estaba esperando por ti.

Tammy guardó silencio mientras se acercaba al barandal de aquel rio, donde Kenny le dio alcance.

─ Pues yo tampoco lo creería si en ese entonces me lo hubieran dicho ─ miró en dirección al agua ─ pero estoy conforme con el resultado.

─Y quien no lo estaría ─ contestó de prisa Kenny ─ En realidad, me resultó casi imposible creer que fueras tú en un comienzo ─ habló animadamente ─ solo por tu tono de voz familiar es que me convences, es que, has cambiado demasiado, estas realmente hermosa ─ la halagó.

─ Gracias  ─ contestó Tammy sonriendo ─ veo que solo fue cosa de tiempo para cultivar esos aires de galán.

─ Quizás ─ le restó importancia el chico ─ entonces ¿me dirás a qué se debe tal visita? Porque esa entrada dramática que hiciste ha de ser por algo.

─ Pues si ─ dijo entre risas la castaña ─ fue divertido, pero antes que todo ¿estás seguro que no tendrás problemas por escaparte de la escuela así?

─No lo creo ─ contestó Kenny alzando los hombros ─ de por sí, ya tengo demasiados problemas allí, así que sumar uno más, no es gran cosa ─ vio como ella solo asintió con algo de duda ─ no te fijes en eso, mejor cuéntame el motivo de la visita.

─ La verdad los motivos son más sencillos de lo que crees ─la chica apoyo sus manos en la baranda, junto a Kenny ─ solo vine a resolver algunos asuntos pendientes acá y quise ver una cara conocida ─ el rubio le sonrió ─ después de todo, no siempre tienes la opción de volver al pasado.

¿Solo curiosidad por ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora