Capítulo 16: Hay cosas que uno no debería escuchar

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Sin demasiado esfuerzo, la hora de su colación finalmente había llegado. Consultó solo con el fin de asegurarse nuevamente la hora en su reloj y efectivamente ya eran las 13:00 hrs.

Miró hacia la cocina y no pudo distinguir si su "estimado" jefe estaba aún por allí, así que aprovechando las circunstancias y con la clara intención de no ser detenido, dejó su delantal de trabajo en el perchero de la cocina, tomó una caja donde agregó un poco de comida de la que se servía en el lugar y rápidamente se dirigió a la puerta de salida, gritando un «voy a mi colación» sólo por si el viejo era capaz de escucharlo, aunque lo dudaba.

Una vez fuera del recinto, dirigió sus pasos a la pequeña plazuela que se encontraba frente al restaurant chino y sus ojos no tardaron mucho tiempo en dar con aquel sombrero verde tan particular de su amigo. Se comenzó a acercar a él de manera tranquila, observándolo en el acto. En serio Kyle parecía tener un aura depresiva a su alrededor y eso le preocupaba, ya que el pelirrojo era una persona fuerte que definitivamente no se permitiría estar en ese estado. A menos claro...que tuviera que ver con cierto pelinegro. Casi como si fuera por instinto, Kyle se volteó justo en su dirección y sus verdes ojos dieron de lleno con su persona. En el acto Kenny le esbozó una sonrisa, la cual fue devuelta al instante.

— Vaya que puntual resultó ser tu hora de colación — comentó algo gracioso el pelirrojo — no esperaba que salieras justo a la 1.

— Digamos que casi me fugue — comentó Kenny encogiéndose los hombros — el viejo ni siquiera debe haberse dado cuenta que ya no estoy.

— No sé por qué no estoy sorprendido — dijo Kyle alzando una ceja — en cualquier caso, espero que esto no te traiga problemas.

— Oh no, tu tranquilo — comentó el ojiazul mientras se acomodaba en la banca al lado de Kyle — cualquier esfuerzo es bienvenido si se trata de ver a mi pelirrojo favorito — esbozó una sonrisa mientras pasaba un brazo por los hombros del contrario.

— Y ahí vas de nuevo — dijo Kyle girando los ojos y quitándole el brazo — tú ya no cambias ¿no?

— Árbol que nace chueco, nunca se endereza — contestó gracioso el rubio — pero ya, dejemos esto. Dime ¿De qué es de lo que me querías hablar? — interrogó el mayor.

Notó como inmediatamente el semblante de su amigo se contrajo y su cuerpo se tensó. Parecía vacilante entre abrir la boca o mejor seguir callando lo que sea que quería contarle. Bueno, definitivamente eso le hacía levantar sospechas de su anterior conclusión, ya que después de todo, no recuerda haber visto al pelirrojo así de indeciso frente a algo tan sencillo como hablar.¿Acaso sería necesario volver a preguntar?

— Kyle ¿Qué sucede? — preguntó con insistencia — sabes que puedes contarme cualquier cosa. Puedo ser terrible con mis relaciones, pero soy buen amigo y te consta — le sonrió para ver si se animaba un poco. Kyle por unos segundos volvió a mirarle.

— Si, lo sé – contestó bajito — pero no sé cómo me verás después de esto...

— Oye oye tranquilo, nada puede ser tan terrible — intentó sonar conciliador — no puedes haber hecho nada peor de lo que yo he hecho en mi vid...

— Me acosté con Stan...— soltó de golpe el de ojos verdes.

Kenny se quedó con las palabras en la boca al oírle decir aquello y  sintió como su cuerpo se petrificaba. Sus ojos se abrieron de par en par y dirigieron su mirada lentamente hacia el chico frente a él, mostrando una mueca que no podía esconder la sorpresa y la confusión sobre lo que estaba diciéndole.

 — ¡¿QUE HICISTE QUÉ?! — soltó de golpe casi gritando, mientras llevaba sus manos a su cabeza — ¡¿cómo paso todo esto?! O mejor dicho ¡¿cuándo paso?! Yo me quedé hasta donde ustedes no pasaban de hacerse ojitos... — interrogó aun inquieto el rubio.

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