Capitulo 1: Encuentro

8.8K 486 484
                                    

Un día más en la ciudad de South Park. El día estaba soleado y el clima resultaba agradable a pesar de la nieve que se acumulaba en todo los rincones de la ciudad. Por las calles comenzaba a verse el movimiento de las personas dirigiéndose a sus respectivos trabajos o quehaceres.

Entre la multitud se podía apreciar a Kenny, un chico de 17 años, quien se encontraba caminando en dirección a la preparatoria tranquilamente, con su típica vestimenta naranja a excepción de que no llevaba puesto el gorro de su chaqueta; desde hace algún tiempo había dejado de usarlo porque al parecer las chicas lo encontraban más atractivo así, prueba de ello era que los ligues eran mucho más fáciles y habían aumentado, por lo que decidió dejar de colocárselo otorgándole el "placer" a los demás de verlo sin su gorro. Es por ello que sus cabellos rubios y algo alborotados desde hace algún tiempo habían comenzado a rozarse con el viento frecuentemente.

A eso de las 8 de la mañana, Kenneth ya iba llegando a la entrada de la preparatoria, donde pudo divisar un grupito de 3 niñas que los esperaban coquetas junto a las puertas para ingresar. Sonrío de medio lado saludando a las chicas.

De esta manera comenzaba un día cotidiano en la vida de Kenny, era un verdadero galán en la escuela y todas las chicas, a pesar de que sabían que él no tomaba en serio a nadie, querían estar con él aunque sea "por un rato". No era secreto para nadie que Kenny ya había intimado con casi la mitad de las chicas de la escuela, tanto porque él quería, como porque ellas lo buscaban, pero nunca pasaba de eso, jamás se le vio una novia o algo parecido ya que él decía ser un hombre sin compromisos y por extraño que suene todos "respetaban" eso.

Después de intercambiar un par de palabras con aquellas chicas y coquetear un poco, se despidió de ellas entrando a su salón. Allí pudo observar como su grupo de amigos ya se encontraban sentados en sus respectivos lugares y para variar las cosas, Cartman estaba molestando a Kyle.

— ¡Jodete Kyle! eres tremendo marica, quien tiene el pelo tan cuidado porque sí, ¡judío homo! — decía Eric mientras le agarraba algunos mechones al pelirrojo bruscamente.

— ¡Suéltame culo gordo! — le gritó Kyle quitando de un palmetazo la mano de Cartman de su cabello — ¡mi pelo es así! ¡No he hecho nada por él!.

— ¡Pues no parece así judío! ¡Apuesto a que te aplicas esas cosas de chicas, solo para ver si a Stan le gusta, marica!

— ¡Cállate culón! Deja de decir mierda — respondió Kyle escondiendo su vergüenza e incomodidad por esas palabras, aguantando las ganas de golpearlo.

— Ya basta Cartman — intervino Stan — deja a Kyle en paz — de paso roso uno de los mechones rojizos del último — tienes un cabello muy lindo Kyle, no tomes en cuenta a Eric — terminó de decir Stan mientras le dedicaba un pequeña sonrisa al pelirrojo y alejaba la mano de sus cabellos. Kyle bajo la mirada bastante avergonzado ante esto.

— Par de maricas...por que no se alquilan un cuarto y ya - dijo Cartman bajamente mirando la escena para después voltearse hacia el lado contrario.

Kenny por unos segundos se detuvo a observar un momento a los chicos. Para él resultaba tan obvia la atracción entre Kyle y Stan. A pesar de que todo el tiempo se escudaban tras lo de "mejores amigos", ahí se notaba a leguas que había más que amistad. El problema central era que Kyle era demasiado inseguro para decir algo y Stan era un imbécil ciego que no entendía las cosas a menos que se las digas directamente, por lo que seguramente ni siquiera sabía de sus propios sentimientos. Ojalá algún día ese par pudiera llegar a expresar sus sentimientos y por fin se quedaran juntos ya que, según él, encajaban a la perfección. Pero bueno, al final de cuentas a él solo le quedaba desearles buena suerte, ya que aunque quisiera ayudarles dándoles un empujón o algo, realmente no sabría que hacer, porque ¿Cómo puede él que anda con una chica y otra ponerse a dar consejos de amor y de los sentimientos si ni los entendía bien? Jamás se había enamorado, así que no podía dárselas de cupido aunque quisiera.

¿Solo curiosidad por ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora