Capitulo 7: Palabras perdidas

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El sonido de las ramas de un árbol chocando contra la ventana de la habitación de Butters era el único ruido que se podía percibir en todo el lugar. El mutismo en el ambiente había sido provocado por aquella inesperada pregunta que no hizo otra cosa que meter en aprietos al joven de la máscara ya que ¿cómo se supone que sería capaz de decir o expresar algo si ni él sabe qué le está pasando exactamente?

Últimamente lo único que ha hecho es desconocerse un poco más cada día desde que comenzó todo este "jueguito", que ya llegados a este punto no sabe si aún le sigue quedando ese nombre a esa "relación"...porque, a quien quiere engañar, si a pesar de que sus ideas están más que confusas y perdidas en su cabeza, es consciente de esos pequeños detalles que hacen que las cosas tomen un giro diferente, como por ejemplo lo es el que sus ojos sigan Butters más de lo que él realmente quisiera y también están esas "sensaciones" que ha percibido en este último tiempo, las cuales, solo le recalcaban vergonzosamente que aquello nunca le había pasado con otra persona antes. Pero una cosa era ver aquellos detalles y otra muy distinta era comprender que es lo que éstos te producen, que es justamente en donde chocaba Mysterion, pues la retrospección no era su mayor fuerte, ni menos en lo que trata de los sentimientos.

Y así es como regresamos al principio ¿Qué le podía decir exactamente al rubio? ¿Qué era lo que podía hacer? Mysterion definitivamente daría cualquier cosa en estos momentos por saber aquellas respuestas.

El suspiro bajo que escapó de sus labios y su mirada que trataba de huir en cualquier otra dirección que no fuera la figura del chico frente a él, terminaba por demostrar su gran inquietud ante la situación. El nerviosismo que sentía en esos momentos definitivamente no lo dejaba idear una maldita respuesta y además, aquella pose que ha estado manteniendo Butters todo este tiempo no hacía otra cosa que desestabilizarlo aún más al no poder saber qué es lo que estaba pasando por la cabeza del rubio...¿Tal vez lo estaba odiando?...¿Tal vez lo estaba despreciando?...

Vaya, esas ideas sí que calaban de manera angustiante dentro de sí y le hacían tener un extraño sentimiento. Por ello, aún con su mente en blanco y sin las palabras correctas para responder, tuvo la necesidad de decir cualquier cosa...cualquier cosa que pudieran distraer a Butters de esa clase de pensamientos.

— Butters...yo...— susurró Mysterion bajamente, intentando llamar la atención del chico frente a él — la verdad...yo...— sus palabras realmente no tenían contenido alguno y eso lo terminaba por frustrar, sensación que se incrementó al momento en que volvió a dirigir su vista hacia el menor, quien para su sorpresa había abandonado su anterior posición provocando que sus miradas se encontraran. Esto acabó por formarle un nudo en la garganta que sabía que no lo dejaría decir mucho más — Bueno...Yo...yo realmente...—

— ¡Ay por Dios!

¡!

El ruido que provino desde el cuarto que se encontraba al lado de la habitación del menor acabó con todas las palabras que Mysterion estaba intentando decir. Aquel quejido y sonido de pisadas dentro del mismo lugar acabó por los alertarlos y por provocarles un escalofrío que recorrió cada parte de sus cuerpos debido al temor de ser descubiertos. Ambos escucharon como la puerta del cuarto de los padres del rubio era abierta dando paso al reflejo de la luz del pasillo que se coló por debajo de la puerta de la habitación del menor.

El pálido rostro que comenzó a mostrar Butters, terminó por delatar el gran temor que le provocaba el que uno de sus padres lo encontrase despierto y además, para empeorar las cosas con otro chico en su cuarto. Eso sí podría desencadenar tal vez el peor de los castigos que haya experimentado en su corta vida, lo cual por supuesto casi lo hacía temblar. Mysterion por otro lado, realmente no podía creer de la forma en que el destino le había cerrado la boca evitando que dijera alguna tontería que la verdad más que ayudar con la situación, de seguro solo iba a empeorar las cosas. Por ello en serio daba gracias a quien sea que estuviera arriba por ayudarle en esta ocasión.

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