¿Solo curiosidad por ti?

Capitulo 10: Incidentes no planeados

La ansiedad que existía en aquella habitación, fácilmente se podría a llegar a percibir desde el patio del hogar de los Donovan. Todo el mundo permanecía en silencio y expectante al giro de aquella botella que en ese momento se lucia al medio de todos. El ver donde terminaría por parar la punta de ella, definitivamente tenia a los presentes con un nudo en sus estómagos, pues todos querían saber ya con quién y qué le tocaría hacer a esa persona, con nada más y nada menos que el hijo de los Donovan y actual dueño de casa, Clyde, quien gustoso había accedido a ser uno de los primeros en iniciar con el juego.

El castaño se mordía el labio inferior de la pura adrenalina que aquel simple juego le provocaba. Estaba por demás ansioso por saber quién sería el o la afortunada (según su parecer) que tendría que realizar una de las posibles pruebas con él. Al final, después de tanta espera, la repuesta llegó junto con el detenimiento de aquella botella de cristal frente a ellos, revelando así al tan misterioso ser que tendría que pagar las consecuencias....y ese no pudo haber sido otro sino que su mejor amigo...Token...

Rápidamente se dejaron escuchar aquellos gritos de emoción por todo el lugar. Las risas no se hicieron esperar y la necesidad de saber inmediatamente que es lo que les tocaba hacer creció conforme aumentaban las risas. El rostro de Token permaneció inmune. La verdad que le tocara con Clyde no significaba un gran problema pues él, de todos los presentes era su mejor amigo. Ahora, el problema real suscitaba en QUÉ es lo que tendría que hacer con Clyde y además frente al resto. Suspiró tranquilamente para calmarse un poco mientras observaba el rostro del castaño. Se sorprendió al darse cuenta que este tenía una mueca y una sonrisa algo extraña que no le había parecido ver en ocasiones anteriores. Levantó una ceja en señal de confusión pero no dijo nada, solo esperó a que Clyde de una vez, dejara caer los dados. Y ese momento definitivamente no tardó en llegar, pues el sonido de ambos objetos chocando contra el piso atrajo la atención de todos los presentes. Al momento que Clyde trago duro por alguna razón, se dejó ver el resultado de aquellos dados y ellos mostraron..."Tocar Nalgas".

Explosión de risas no se hicieron esperar nuevamente ante la comprometida situación en la que se habían visto envuelto ambos chicos. Clyde, por la sonrisa que afloró de su boca, parecía bastante complacido, en cambio Token intentaba calmar su tic en el ojo. Ambos chicos casi por inercia se pararon y fueron al centro del círculo de personas para llevar a cabo aquel descabellado reto. El de piel oscura miro por unos segundos a su amigo viendo como intentaba esconder una pequeña risa entre sus labios.

— Esto de verdad te divierte...¿No es cierto? — preguntó con su típica voz tranquila el mayor.

— Pues claro que sí — contestó el castaño animado — tal vez toque el mejor trasero de South Park.

— ¿Qué? — preguntó algo sorprendido el de piel oscura — ¿Quieres decir que me has estado mirando el trasero? — interrogó con una ceja levantada.

— Puede que sí, puede que no...quien sabe — respondió con cierta sonrisa extraña otra vez.

Token sólo lo dejo pasar, no sin antes ocultar un extraño sonrojo que apareció en su rostro debido a la pequeña vergüenza sentida por culpa de su amigo. En estos casos es cuando él daba gracias al tono de su piel.

Para no seguir haciendo esperar a los demás presentes que definitivamente ansiaban ver aquella escena y además también querían continuar con el juego, es que Token decidió darse la vuelta. Clyde aprovechó el momento y rápidamente llevó sus manos al trasero de Token, donde dio un pequeño agarrón mientras las mantenía allí por los 3 segundos correspondientes. La cara de Clyde era difícil de describir, no se sabía si estaba avergonzado o feliz de lo que estaba ocurriendo, pero definitivamente lo estaba disfrutando. Pasados los tres segundos, ambos chicos se separaron envueltos por las carcajadas de los demás y ya sin más que hacer al medio del círculo, cada uno se dirigió a su respectivo lugar, no sin antes dedicarse una mirada algo extraña entre ellos dos.