cinco

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Victoria rodó los ojos cansada, desde el día que comenzaron a hablar YoonGi le repetía una y otra vez que busque BTS en Youtube, pero ella siempre se olvidaba. Llegaba a casa cansada, no era fácil ser médica y estar catorce horas trabajando, tener que dormir unas ocho, y lo que resta pasarla en su vida personal. Para lo menos que tenía tiempo era para buscar BTS.

⎯ No, YoonGi, ya te dije que no.⎯ contestó aburrida.⎯ Ahora, tengo que irme a..

⎯ ¡Anda, mira un vídeo conmigo!

La doctora negó con la cabeza y se dió media vuelta para después marcharse del cuarto, escuchando los gritos con su nombre de su paciente, haciendo que sonría divertida. No sabía si considerar a YoonGi un amigo, de hecho, Victoria tiene amigos que pueden ser contados con los dedos de las manos, y hasta algunos se habla muy de vez en cuando.

Desde pequeña ella había sido algo "antisocial", y su hermano, Freddie, era quien más hablaba y destacaba entre los dos. Victoria y Fred (más conocido como Freddie) son mellizos, tienen apariencia parecida pero no llegan a ser iguales, y ella es más grande por solo minutos. Freddie siempre le conseguía amigas a su hermana, hablaba con chicas de su clase o de otras para que le hablen a ella, pero simplemente con el tiempo la misma Victoria se alejaba por sentirse incómoda. Si bien esas chicas nunca le hicieron algo hiriente, como molestarla o agredirla de alguna manera, ella sentía que siempre era la excluida, la del último recurso.

Por eso hoy en día era más cuidadosa al nombrar a las personas "amigos", para ella eran más bien "conocidos cercanos", esos a los que puedes recurrir cuando quieres salir un rato, pero no a los que le puedes contar todos tus problemas de vida. Aunque, ella ya consideraba que era una mujer adulta, y no estaba del todo necesitada de amigos. Tenía familia, trabajo, salud, dinero y muchas cosas por hacer, no le era necesario ir por allí preguntando "¿quieres ser mi amiga?" A alguna desconocida.

Así que no sabía bien cómo clasificar a YoonGi. Podía ser su conocido, un paciente molesto, o una persona agradable con sus momentos molestos, pero por ahora no pasaba esa línea.

El sonido de su celular hizo que se detenga en el medio del pasillo, lo sacó del bolsillo de su bata y mientras contestaba la llamada de su hermano saludó con la mano a un doctor que pasaba, el cual le sonrió amablemente.

⎯ Freddie.

Oye, loca, estoy en tu casa, ¿Dónde dices que tienes las llaves?

⎯ ¿Qué carajos haces ahí?⎯ preguntó en un tono bajo y de molestia, se alejó un poco para que nadie pudiera oírla decir groserías, pues en su trabajo era una mujer educada y bien hablada. Sabía que habían lugares y lugares para hablar con un distinto vocabulario. No podía ir por el medio del hospital maldiciendo.

¿ te crees que es fácil ser niñera de tres niñas revoltosas, niña?⎯ preguntó ofendido su mellizo y la mujer rodó los ojos. Cómo se nota que sus hijas siempre las cuida su mujer. Pensó irónicamente.

Definitivamente Fred era horrible como padre, o de por sí como un niñero, siempre perdía a sus hijas, ellas lloraban, se olvidaba darles de comer, y un sin fin de cosas. Hasta los primeros pañales de sus hijas fueron Victoria y su cuñada, Lara, quienes los cambiaban, porque al señorito le daba asco.

⎯ Fred.⎯ lo nombró de manera seria, y su hermano sabía que cuando ella hacía eso era porque comenzaba a perder la paciencia.

Entre ellos dos siempre eran como el revoltoso y la tranquila, el social y la antisocial, el fiestero y la estudiosa. Hasta el día de hoy Victoria se preguntaba cómo su hermano, que para ser sinceros era un desastre andante, estaba en su último año de la facultad de arquitectura, y en realidad podía haber terminado antes, pero por pereza dejó asignaturas sin aprobar y ahora pagaba los platos rotos, estudiando aún con treinta años.

Bitter| myg.✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora