Bitter| myg.✓

doce

Los días pasaron y así llegaron a una semana en la que YoonGi convivía con Victoria. Ni la rubia ni Min sacaron más el tema de Sebastian, preferían dejarlo en silencio, y era verdad que YoonGi no sabía exactamente qué responder, ¿Qué se le responde a una persona que perdió a quien probablemente era el amor de su vida? ¿"Espero poder ser yo tu nuevo amor"?

Y también, que en el fondo de su mente Min se culpaba por eso, agradecía que no había chances de que vuelva un ex a la vida de Predetti, ni un padre buscando la tenencia completa de Love. Eso solo le podía dar vía libre a poder pasar de ser amigos a algo más, que en realidad, YoonGi no estaba del todo seguro de lo que sentía.

Es decir, sí, la quería mucho y Victoria era una mujer muy hermosa, tanto por fuera como lo que pudo conocer por dentro, pero también estaba conciente de que quizá era un hombre despechado por lo que pasó con Rosé, quién ni siquiera le había mandado un mensaje. YoonGi ya era alguien medianamente grande, y sabía bien que tenía a muchas mujeres detrás de él, pero el problema no era ese, el problema era que él no pudiera enamorarse de alguna, y tampoco jugaría con los sentimientos de personas inocentes por el simple hecho de buscar esa persona, con la que te querés quedar toda tu vida.

YoonGi tenía mucho miedo de aventurarse a estar con Victoria, creyendo que sus sentimientos eran completamente verdaderos, y que con el pasar del tiempo se dé cuenta que solo fue más por necesidad o costumbre. No quería hacerlo porque, primero, lastimaría a Victoria, que no merece pasar por un segundo desamor después de lo vivido. Y segundo, por él mismo, nunca deseó estar con alguien por mero compromiso, por costumbre, o porque ya no quedaba nadie más en la lista. Que eso era lo que probablemente pasaba con Chaeyoung, ya no había nada que los una además de recuerdos viejos, ya no hay amor, pero "siguen juntos".

Y lo digo entre comillas porque Rosé ya está haciendo su vida con alguien más, mientras Min espera sentado un mensaje de ella.

En esa corta semana, YoonGi también pudo aprender más o menos la rutina que tenían las Predetti de la casa, de lunes a viernes iban las hijas de Fred y él, Victoria las arreglaba, su hermano las llevaba al colegio, y a la vuelta iba Min con la rubia a buscarlas, para dejar a sus dos sobrinas en su respectiva casa. El pelinegro tenía una especie de rivalidad infantil con Love, pues siempre que cruzaban miradas se mostraban la lengua en signo de burla, y hubo una vez en la que la menor le dió un pan viejo con la tonta excusa de que ella tenía un diente flojo y no podía comer comida dura.

Que eso...eso nos lleva a la situación actual.

⎯ ¡Pero eso me va a hacer doler más!⎯ chilló la rubia menor a duras penas, tenía un diente frontal flojo y últimamente le dolía mucho, pues no podía cerrar bien la boca y tenía que tener mucho cuidado para comer.

En esos instantes, Victoria se había ido a comprar algunas cosas, era una tarde de sábado, y YoonGi se quedó al cuidado de Love, que se la pasaba quejando por su diente de leche. Entonces, el mayor tuvo la "fantástica" idea de sacarle el diente de una vez por todas, porque, si bien él no recordaba tanto ese dolor por el pasar de los años, sí se debía imaginar que era molesto, porque la niña ya había llorado varias veces cuando mordía la comida y sus dientes rozaban.

⎯ Créeme que será un dolorcito pequeño.⎯ le prometió mientras terminaba de enganchar el hilo de cocer en la manija de la puerta. Su idea la había sacado de su hermano mayor, que más de una vez le quitó de esa forma los dientes de leche. Era algo que parecía más una tortura que otra cosa, eso no se podía negar, pero por lo menos el diente se caería y no sufriría todos los días.

Consistía en sujetar el pequeño diente con un largo hilo, que el otro extremo estaría en la manija de alguna puerta que se encuentre abierta. Cuando la puerta se cierre de golpe, el diente se saldría de raíz.