veintiséis

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Victoria suspiraba por tercera vez en el día, por algún motivo ese día sus pacientes y los familiares de los mismos estaban más molestos de lo normal, y si bien había algunos casos que los entendía, como una madre preocupada por su hijo con una casi neumonía, Predetti no tenía la culpa de que se encuentren en ese estado, no tenían que enojarse con ella por cosas que no podía controlar. En la facultad, mientras estudiaba para ser doctora, nunca le dijeron lo muy importante que era prepararse psicológicamente para las personas que la agredían aunque ella no tenga la culpa de las cosas, y comenzaba a considerar que eso tendría que decirse mientras estudias la carrera.

Sumando que últimamente a Love le costaba mucho más dormir, YoonGi había vuelto al trabajo días después de su salida en familia y Fred estaba más irritable de lo normal, Harrison también había comenzado con un nuevo trabajo de mesero en un bar de noche, por lo que en el día se la pasaba durmiendo y no podía cuidar mucho de su única sobrina. Definitivamente todo estaba comenzando a ponerse patas arriba por algún motivo, y encima, Victoria sentía esa mala intuición en su estómago desde el día anterior.

Así que sí, nada iba bien hoy.

⎯ ¡Doctora Predetti!

⎯ Por qué a mí.⎯ murmuró en inglés para que nadie la entienda, o por lo menos no la persona que justamente venía a molestar. Suspiró y se dió vuelta con una falsa sonrisa de amabilidad.⎯ Moon, ¿Qué necesitas?

⎯ Quería saber si tienes algunos problemas con los pacientes, puedo ayudarte si así lo deseas.⎯ se ofreció con una sonrisa amigable.

Victoria estaba en uno de esos días que quería que hagan todo por ella, así que olvidandose de lo mal que le cae el chico, de sus intentos fallidos de coqueteo, y todo lo demás, aceptó. No tenía en sí una opinión de Moon, de por sí ni ella sabía si le caía mal o qué, pero ese comportamiento inmaduro de querer coquetear con ella siendo compañeros de trabajo, y más sabiendo que tiene una hija y un casi marido, le parecían actitudes de adolescente inmaduro.

Ella amaba su trabajo, amaba la familia que estaba formando y la que ya tenía. También era comprensiva con los demás, sabía que no todos tenían un buen día y demás, pero ya comenzaba a extrañar las pequeñas vacaciones que le habían dado, pasar el tiempo con su hija, su hermano, sus sobrinas y su...lo que sea que sean YoonGi y ella.

Ahora Min que había vuelto al trabajo estaba doce horas fuera de casa, así que era obvio que volvería cansado y quiera dormir, y estaba bien, a ella no le molestaba eso, ni las constantes preguntas de su única hija acerca de por qué YoonGi ya no pasaba tanto tiempo en casa, pero sí le cansaba tener que volver a estar ella sola con todo eso. Parecía haber perdido la costumbre de hacer todo ella y ahora necesitaba la ayuda de su hermano, YoonGi o de su ex cuñado, la ayuda de quien sea venía bien.

⎯ ¿Cómo está tu hija?⎯ preguntó el morocho mientras caminaban por el pasillo, con el típico olor a hospitales el cual ellos estaban acostumbrados.⎯ Te notas cansada, ¿Necesitas un niñero?

⎯ Está bien, gracias por preguntar.⎯ respondió sin más. Si eso último había sido un intento de coqueteo barato, Victoria ni cuenta se dió.⎯ ¿Tú cómo estás?⎯ preguntó por cortesía.

⎯ Umh, más o menos, mi hermana tuvo a su segundo bebé hace unas semanas y...⎯ suspiró mientras pasaba dos de sus dedos por su frente, mostrándose estresado.⎯ como llora ese niño, por Dios.

⎯ Es normal.⎯ dijo levantando los hombros. Para su suerte, Love de pequeña no había llorado mucho, más bien era una bebé que hacía poco ruido, tanto que llegó a preocuparle a su madre. Cuando la llevó al pediatra simplemente éste le dijo que ella comenzaría a hablar cuando quiera, y que si comía bien y jugaba, no había nada de qué preocuparse. Fue por eso, que las primeras palabras de Love fueron largadas a su año y ocho meses.

Bitter| myg.✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora