Capítulo 28

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Un capítulo más.

😪😪😪😪😪

Espero lo disfruten y como siempre me digan que les parece.

Estoy cansada así que mejor me voy a dormir.

Bye.

😴😴😴😴😴

¿Qué le pasó? 

No era un puberto que se quedaba dormido después de la primera follada. Consideraba que tenía más aguante que eso. Pero… ver el reloj en su mesa de noche le indicaba otra cosa. 

Tres de la tarde. 

Quiso echar una carcajada al ver la hora y saber que no había ido a trabajar. No sólo él. Sino la mujer que estaba a su lado, completamente dormida también había faltado. Aunque no podía sentirse molesto. 

Muchos decían que era un trabajador compulsivo y no lo negaba. Había llegado a fundar la editorial con ese carácter, pero ver la imagen a su costado hacía que todas las ganas de trabajar se esfumaran. Quería estar en esa cama, con esa mujer entre sus brazos hasta que lo obligaran a salir de ella. Aunque no sabía qué haría ella cuando despertara. Además de que ni él sabía que iba a hacer o que iba a decir. Solo disfrutaba de ese pequeño tiempo de verla dormida. Decir que era hermosa era ya demasiado trillado. Y no podía pensar en algo más hermoso que verla dormir y ver y sentir su suave respirar. Después de ver su rostro, dirigió su mirada por su cuerpo que estaba medio tapado con las sábanas después de todo el ajetreo que habían tenido. Pero algo llamó su atención. Al ver su pierna izquierda destapada, pudo ver unas líneas finas que por su forma y tamaño podía asegurar que eran cicatrices. Involuntariamente se levantó con sigilo y miró más a detalle. Se agachó para ver si realmente eran cicatrices o era solo algún reflejo de la luz que entraba por las cortinas. Y las vio, no solo las que tenía en el muslo sino otras diferentes y pequeñas que tenía en la rodilla y pie. No eran tan grandes como la del muslo, pero tenían igual de impacto. Y si tenía esas marcas en una pierna, no quería saber como tendría el resto del cuerpo. 

¿Cómo no se dio cuenta antes? 

Él la vio. Vio a detalle su cuerpo cuando estaba cegado por sus deseos, pero esas marcas...

Sin medir lo que estaba haciendo, destapó el cuerpo de Scarlet por completo y apretó la mandíbula. La vista que tenía ahora no era agradable, no por que la hiciera ver fea. Sino por la rabia desconocida que sentía al ver todas esas marcas sobre su cuerpo. Era perfecta, pero esas marcas no. 

Scarlet se movió en la cama despertando y Hector con rapidez volvió a taparla con la sábana. No iba a preguntar el porqué de todas esas marcas. Por lo menos no en ese momento. No cuando apenas estaba despertando. 

Scarlet abrió los ojos por completo y sus ojos aun soñadores se abrieron de par en par al ver a Hector sentado en la cama con la vista hacía ella. Y en un segundo Scarlet estaba sentada en la cama, como si la hubieran pinchado con un tenedor. Se percató de su desnudez y agarró las sábanas llevándolas hasta su cuello y descubriendo ahora el cuerpo de Hector. En cuanto vio su desnudez, vio un atisbo de lo que era su miembro viril y desvío la mirada, no pudiendo ver más. Y aunque quería que él se tapara, no podía devolver la sábana porque no podía ver su propia desnudez al lado de la de Hector. Y se sumió el silencio. Este era tan sofocante que después de unos minutos no pudo soportar más y volteó su cabeza hacia Hector. Viendo su rostro en vez de su cuerpo. 

¿Qué le pasaba? 

Estaba completamente serio y tenía las cejas fruncidas. Como si algo le molestara. 

El Peso De Su Traición. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora