Capítulo 16

446 42 3
                                    


Hector estaba molesto. No, eso se quedaba corto. Hector estaba iracundo. Scarlet se negaba a decirle quien la había dejado en tal estado y eso estaba terminando por acabar su paciencia. Aunque no sabía si estaba más molesto por su negativa a decirle quien la había golpeado, o a verla en tal estado. En cualquier caso, no iba a ceder en el asunto. El iba a saber quien era, aún si tenía que hacer que se lo dijera a la fuerza. 

—¿No vas a decírmelo? —preguntó mostrando una calma que no sentía. 

—No. Este no es asunto suyo. 

—Pues lo estoy haciendo mi asunto. Así que como no vas a decirme nada, puedo utilizar otros métodos. —Hector la dejó y se alejó dos pasos de ella. Ver los moretones estaba ocasionando una subida de bilis con mucha rapidez, pero tampoco podía desviar la vista. Solo podía pensar en lo que iba a hacer cuando encontrara al causante de tal atrocidad y no tendría compasión. 

—Deje este asunto de lado. Vine a trabajar, no a discutir mis problemas. Así que…

—¿Es acaso tu amante el que te hizo esto? —Interrumpió Hector preguntando casi con los dientes apretados. Si llegaba a ser su amante iba a molerlo a golpes aunque ella se molestara con él por hacerlo. Aunque eso no debería importarle. Al fin y al cabo ella debería alejarse de él si este la trataba así. 

—¿Amante? ¿Como un novio? —Scarlet quería reír, pero el dolor en la garganta no se lo permitía. 

Ella no quería saber absolutamente nada acerca de ese tipo de relación y aunque Hector no sabía eso, ella quería reír a carcajadas y dejar bien tachado que ese tema era algo tabú en su vida. 

—Créame que tener un amante no es algo que esté en mis planes, por lo menos en unos cincuenta años más. —Dijo y esta vez sonrió, aunque era una sonrisa maliciosa. 

Hector dejó salir el aire que no sabía que estaba conteniendo. Así que no tenía a nadie. O en sus palabras. No le interesaba ese tipo de relación. Pero entonces ¿Quién fue el que la golpeó?

—¿No vas a decírmelo? —preguntó una última vez y Scarlet negó. —Bien. Un investigador privado me dirá de pies a cabeza lo que pasó. Tal vez un poco más. Algo como… cosas de tu pasado, así que no hay problema con que no me lo digas. 

Una mirada de puro terror se reflejó en el rostro de Scarlet, la cual fue totalmente visible para Hector. 

—¿Q-Qué? U-usted no puede hacer eso. —dijo Scarlet con un hilo de voz. 

Él no podía hacer eso. Él no era absolutamente nadie para hacer algo como eso. 

—¿Por qué no podría? Todas las empresas investigan hasta cierto punto a sus empleados. Sea por ver si tienen antecedentes delictivos o adictivos. Cada quien tiene sus razones y yo tengo las mías. Así que si, si puedo y lo voy a hacer. —Scarlet estaba empezando a hiperventilar. 

El no podía estar hablando en serio. No era asunto suyo. ¿Qué más le daba quien la había golpeado? Pero no. Ahí estaba amenazando con investigar su vida, y eso era algo que no podía permitir. Nadie podía saber de donde provenía. Absolutamente nadie. 

—Voy a hacerlo. Voy a decirle quién fue, así que… 

—¿No quieres que te investigue? ¿Por qué? —preguntó Hector ahora más intrigado. —¿Acaso hay algo que quieres ocultar? —Scarlet quería maldecir en voz alta. Pero eso la delataría aún más. Así que mostró una calma que no sentía. 

—No. Simplemente no quiero a alguien investigando si tengo un amante celoso y golpeador. Eso es todo. Y para que lo sepa. Me asaltaron al llegar a casa, pero no se preocupe. Pude recuperar las bolsas con toda la ropa que me dio ayer, así que no tendrá a una repartidora de pizzas como asistente. —Soltó mostrándose ofendida. 

El Peso De Su Traición. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora