Capítulo 36

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Hola a todas.

Se que tarde en publicar, pero créanme que me costó editar esta parte.
Mi cabeza esta algo revuelta con todas las situaciones posibles, lo cual sólo hace que las ideas en mi cabeza no se definan por completo. Además que estoy empezando a ver borroso y creo que es hora de que visite a un oftalmológo. O quedarme ciega.

Estuve pensando en hacer un maratón de tres capítulos, aunque no se como se hacen por lo que espero me iluminen en mi ignorancia y me hagan saber la forma correcta de hacer un maratón. Así que los leo en los comentarios.

Los siguientes capítulos son realmente importantes en la historia por lo que espero, los esperen con ansias.

Los leo y nos leemos en el siguiente o siguientes capítulos.

Bye.

😵😵😵😵😵

¿Cómo podía entablar una conversación con ella? 

Se veía tan furiosa que incluso Hector temía por su vida… o sus bolas dependiendo de cómo lo viera. 

Las puertas del ascensor se abrieron y Scarlet salió sin esperar a Hector y caminó en dirección a la casa que había estado habitando antes de que Hector la obligara a vivir con él. Y se agachó frente a la puerta como si estudiara la cerradura. 

Hector se acercó para levantarla, pero antes de que pudiera hacerlo ella misma se levantó,  volteó a verlo y lo que vio por poco lo pone de rodillas. 

Esa mirada. 

No era odio, decepción o tristeza. Era mucho más. Era algo que simplemente no quería ver en sus ojos. 

Como si hubiera hecho algo imperdonable que no merecía su perdón y por el cual tendría que suplicar de rodillas 

Scarlet volteó y miró nuevamente hacia la puerta y soltó un suspiro de frustración. Después se giró y se acercó a la puerta de Hector. No decía nada, pero solo con estar al frente de la puerta con esa postura le decía a Hector que abriera la puerta de una puta vez. 

Así que este se acercó y sacó la tarjeta de su bolsillo para abrir la puerta, pero cuando estuvo a punto de chocar su hombro con el de Scarlet, esta simplemente se alejó no queriendo ni siquiera un roce con el. Lo cual hizo que Hector apretara la mandíbula casi moliendo sus dientes entre sí. 

Abrió y Scarlet casi lo rodeó para entrar. Después se fue a la habitación que habían estado compartiendo y cerró la puerta con llave. 

Hector se quedó en la entrada aun sin saber qué hacer. Tal vez debería hablar con ella, pero no estaba seguro de si hablar con ella en ese momento fuera productivo, además de que tenía una mirada asesina. Por lo que aunque no le resultara agradable, mantuvo su distancia esperando no perder la paciencia. 

Pero Scarlet no lo hizo esperar demasiado para decidir y salió de la habitación aun con el vestido que había estado llevando, pero con toda su ropa encima. No sólo eso, traía todas las cosas que Hector le había estado comprando desde que la había obligado a quedarse con él en su casa. Por lo que una alarma se prendió en el.

Hector no había cerrado la puerta de la entrada por lo que cuando Scarlet se acercó a él, fue fácil para ella tirar toda su ropa al pasillo. Al fin y al cabo nadie más vivía en ese piso así que nadie vería el desorden en el. 

El Peso De Su Traición. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora