Era demasiado extraño que de pronto Sovieshuu le pidiera el salir a caminar alrededor del jardín de rosas. ¿Qué si la preocupaba?, por supuesto que sí. Pasaron tantos años desde la última vez que compartieron un armonioso silencio entre ellos dos pero el de ahora era extraño. Sentía que él era diferente, ¿Por qué parecía estar incómodo?
—Si no te sientes bien podemos regresar dentro del palacio— el clima era ligeramente fresco, la mañana de ayer llovió a torrenciales, el jardín estaba húmedo y esas nubes grises que decían demasiado ser la próxima lluvia de ese día eran preocupantes.
—¿Qué dices?— parece ser que su esposo estaba distraído. ¿Quizás algún resfriado o bien y un dolor de cabeza? Quizás algo este haciendo de él una persona distinta. ¿Cansancio?, ¿Migraña?... —No hace falta hacerlo, estoy bien, puedo asegurartelo.
—Últimamente eh sentido que su majestad es distinto.— tal comentario hizo que sus nervios subieron más, era pésimo actuando en situaciones así que eran comunes —No quiero molestarlo, tampoco deseo sonar impertinente. Respeto sus decisiones y también respeto todo lo que usted ordena— Navier miró a su esposo con esa misma mirada de esa Navier perdida en el tiempo pasado. De una amiga que demostraba el estar preocupada eh interesada en todo lo que a su amigo le ocurriera o pasara —Pero quiero recordarle que soy su esposa. Al unirnos matrimonialmente no solo lo hicimos para fortalecer un imperio y una monarquía de generaciones, sino que también lo hicimos para estar para el otro. Sovieshuu— tomó sus manos, su tacto tibio causó en él un escalofrío extraño, un sentimiento de ansiedad y desesperación —Dime lo que te sucede, por Dios, estoy preocupada por ti.
—¿Qué dices?, no logro entenderte.—
—¿Estas enfermo?— una mirada no nueva para él. Tan idéntica a la de Daiana, o a la Beatríz... O a la de todas sus ex's. Todas y cada una de ellas le brindaron una misma expresión de preocupación y de cariño que él a mala gana ignoró y humilló. Hacer lo mismo con esta... Es demasiado.
—Querida.— eh allí ese sentimiento nuevamente dentro de ella. Por Dios, cuanto amaba oír tales apodos salir de esa boca, empezaría a ser codiciosa con respecto a ellos —Estoy bien. No quise preocuparte de ese modo, te aseguro que no estoy enfermo.
—¿Entonces, por qué actúas de un modo tan...?— no hallaba las palabras indicadas para referirse al cambio de actitud de su esposo. ¿'Distinto'?, ¿'Raro'?, ¿'Anormal'?... ¿'No tú'?
—Es porque deseo remediar todo.— aunque su pregunta fue incompleta le dio a entender a la perfección a él qué es lo que ella se refería —Deseo que nuestro matrimonio funcione, querida.
—¿Qué funcione?— ¿Acaso antes no estaba funcionando a la perfección?, ¿A qué se refería él?
—Emperatriz.— de pronto irrumpieron el momento, llegando en el momento justo que la pareja había conectado en una charla significativa —Perdóneme irrumpirla a usted y a su majestad, el Emperador.— revereció ante ambos. Navier alzó la mano.
—No hay problema.— contestó. Alejó sus manos de las de él con rapidez —¿Ocurrió algo?
—Necesitamos de usted con urgencia.—
Mierda...
—Su majestad— llamó su atención —¿Cree que podamos posponer el paseo para más tarde?, aún tengo asuntos que atender del imperio.
—Deseo recuperar mis tareas.— habló antes de que se marchara.
—No esta a discusión ese tema— aclaró negando con la cabeza —Usted descanse por esta semana de sus obligaciones que de mientras yo me haré cargo de todas.
—¿Estas loca?— hasta el sirviente que oía la charla abrió la boca en sorpresa ante eso —Es demasiado peso para ti, deja que resuelva mis asuntos y tu encargate de los tuyos.
—Puedo con la presión.—
—No deseo que estes presionada.— oír eso causó en ella un sonrojo casi notorio —Lo siento, solo deseo ser de ayuda.
—Sea de ayuda descansando.— finalmente se fue. El paseo no resultó, el plan había fracasado por culpa de los deberes que la emperatriz tomó.
Nada esta saliendo como lo había previsto.
"Pio"
Recuperó la noción del momento ante ese ruido.
Miró alrededor suyo. Nada parecía anormal."Pio, pio"
Allí otra vez, está vez sonó dos veces. En definitiva es un ave, quizás que este demasiado cerca de él cantando. No debería darle importancia.
"Pio"
Ruido de hojas. ¿El ave está entre los arbustos de rosas?
—Vaya.— tan solo caminó un poco más adentro del jardín topándose con una hermosa ave de plumas rubias reposando encima de uno de los rosales —Es un ave bonita.— elogió. Mantuvo distancia de ella. Quizás sea un animal no manso, asique para evitar posibles accidente decidió admirarla de lejanía.
El animal volteó a verlo. ¿No piensa huir?
¿Estará herida?
Pensó.
"Pio"
Volvió a decir sin quitarle la mirada.
Se acercó lentamente a ella, temiedo que reaccionara con agresividad.—¿No vas a hacerme nada, verdad?— alzó el vuelo asustandolo y haciendo que cerrara sus ojos. Sintió el ligero peso de algo encima de su hombro —¿Ah?— volteó y noto al hermoso pájaro estar reposando allí, en su hombro.
Ojos violetas. Plumas doradas. Es un animal grande, quizás igual que un halcón. Era hermosa.
Por el momento no lo estaba atacando.
—Pareces haberte perdido.— opinó.
Tocó aquellas plumas sintiendo su suavidad —Eres mansa, ningún ave se habría dejado acariciar como tú.¿Se estará volviendo loco? Le estaba hablando a un animal que no le entendería nada.
Trató de ahuyentarla moviéndose algo brusco pero no hubo cambios. Siguió allí.
—Vuela.— le pidió moviéndose de nuevo y obteniendo el mismo resultado —Que extraño, ¿Por qué no te vas de una vez?
"Pio"
Alzó su pata. Sovieshuu notó aquella carta atada a ella con un listón rojo.
Un ave mensajera.
· ─────────────── ·
Soy un invitado del extranjero que pronto asistirá a la fiesta de Año nuevo.
Escribo esto estando ebrio
· ─────────────── ·—¿Qué dice?— demasiado extraño. ¿Quién seria está persona tan extraña?—¿Esta ebrio?, pues estandolo hasta su caligrafía es buena.— comentó mientras se reía.
¿Debería de responderle?
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❝𝐑𝐄𝐄𝐍𝐂𝐀𝐑𝐍𝐄 ────𝘁𝗵𝗲 𝗱𝗶𝘃𝗼𝗿𝗰𝗲𝗱 𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲𝘀𝘀✓
Fanfiction𝐑𝐄𝐄𝐍𝐂𝐀𝐑𝐍𝐄 | ❝ si debo de robarle la vida al protagonista masculino para poder sobrevivir, lo haré. Si debo jugar con los ...