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──Asique, a su alteza real lo han expulsado del palacio, ¿Es así?── el secretario de Occidente no parecía mostrar demasiada sorpresa con lo antes oído por el joven príncipe, de hecho, se habría esperado una respuesta de parte de Sovieshuu de esa magnitud. Fue demasiado impertinente el joven Lazlo al tratar de cortejar al Emperador de Oriente, algo que ni siquiera ha llegado a hacer pues el mismo a quien cortejarían lo hizo imposible──No puede haber una solución para esto entonces, lo mejor que podemos hacer de aquí en más es retirarnos y olvidarnos del plan que usted deseó concretar.
──No voy a rendirme── se negaría a rendirse, era estúpido el pensar rendirse ¿Por qué habría que hacerlo? Sovieshuu no sería el primer hombre que se negaría a estar con él, por supuesto que no; deseaba robarse a ese hombre y lo robaría de las manos de la emperatriz. No le importaba llegar a límites extremos para conseguirlo──Estoy dispuesto a todo por él. Renunciar a la corona de Occidente, a mi título de príncipe y ser un amante. Estoy dispuesto a ser señalado por todo un imperio con tal de estar con él.
──Enloqueció── insultó al monarca joven con enfado──Su primo no tolerará algo así, deje de ser testarudo y entienda de una vez que el Emperador no desea amantes.
──Amantes── emitió una ligera carcajada. Ser un amante era demasiado deshonor, nadie en el Imperio de Oriente a podido respetar a los amantes de los monarcas, en ninguna dinastía que fue vigente de esa monarquía. Los finales de cada amante puede el ser historias aparte de todo el libro de la familia Real Vikt. De amantes han nacido emperadores hasta. Han llegado a ocupar el trono amantes... No existen registros en donde cuenten que el mismo pueblo halla llegado a apreciar a un amante real. Era un título demasiado sucio que él estaba dispuesto a llevar──Seré el amante del emperador, de ese modo la tarea será más sencilla, ¿No lo crees así?
──Es usted un verdadero testarudo── bramó el peliazul mediante soltaba un suspiro demasiado pesado──Entonces, ¿Qué tiene ahora en mente, príncipe?
──Por el momento vamos a cumplir con lo que él ordenó── caminó con calma hasta la cama del dormitorio, recostó su cuerpo y llevó la almohada hasta su vientre de forma que la usaría para abrazarla y relajarse──Nos retiraremos de Oriente, dejare que todo se calme y cuando sea el momento justo voy a volver y no planeo regresar si no es de la mano de mi rey.
¿Rendirse?, el rendirse no era una opción para Heinrey.
Él nunca se rendiría.
Jamás renunciaría a su amado. ¿Qué loco haría eso?
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