21 | 𝐑𝐄𝐄𝐍𝐂𝐀𝐑𝐍𝐄

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Estaba encerrado, sí, dentro de una incómoda jaula y con dos tazones de solo agua y lo que parecían ser semillas pero, tratando de ver el lado positivo de todo eso, estaba al lado de su rey

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Estaba encerrado, sí, dentro de una incómoda jaula y con dos tazones de solo agua y lo que parecían ser semillas pero, tratando de ver el lado positivo de todo eso, estaba al lado de su rey.

Él se veía tan bien mientras se hallaba tan concentrado en sus deberes.
Estar tan cerca hasta le permitió poder analizar sus atractivas facciones. Desde su mentón bien definido hasta sus brillantes ojos onix. Sus labios, ligeramente rosados y gruesos –demasiado atractivos– quizás lo que más le encante al príncipe de Occidente del emperador Sovieshuu sea esa adorable nariz respingona que posee y lo hace ver tan lindo.

──Pareces algo incómoda── oyó decirle. Se había sumergido demasiado en su análisis que no se percató cuando había llamado la atención de él──Tal vez sacarte de allí sea más cómodo para ti pero temo que te hagas más daño de lo que te hiciste── eso sonó tan adorable, él se preocupaba por su bienestar──Ya que me ha quedado claro que eres un ave muy tonta── ese comentario le dolió un poco.

──Su majestad── irrumpió la "conversación" un hombre al servicio de su majestad de Oriente. Traía en sus manos lo que parecía ser cartas──Han llegado un par de cartas del Consulado de Oriente. Recibió una invitación para beber té junto a lord Kaufman── informaba el tipo de mediana edad mediante depositaba las cartas delante del pelinegro.

──¿El Duque se encuentra ahora mismo en su habitación?── indagó.

──Fue a visitar a su majestad, la emperatriz── contestó.

──¡¿Qué dices?!── tomó tan de sorpresa el que él halla reaccionado así ante esa contestación que el sujeto de mediana edad se mantuvo en silencio sin comprender la razón del enojo del soberano. Hasta para Heinrey fue de mucha sorpresa esa reacción──Qui–Quiero decir, no quise responder de ese modo, lo siento── se disculpó con prisa.

──No hay nada que perdonar, majestad── atribuyó el sirviente──¿Requiere que haga algo más por usted?

──Puedes retirarte── permitió su ida.
Sovieshuu apoyó ambos codos sobre el escritorio para llevar sus manos hasta su rostro. Liberó un pesado suspiro. Se lo notaba extraño, ¿Tal vez ancioso?──Tal vez si... ── logró oírlo murmurar. Apenas y duró unos cuantos segundos meditando para levantarse tan de repente del escritorio eh irse del dormitorio.

¿Qué sucede con él?

Pensó.

Quizás el asunto sea importante.
Su rey no tendría motivos para salir de tal manera del dormitorio como lo hizo de no tratarse el asunto de algo muy importante o de algo que verdaderamente lo preocupaba. ¿Estaba relacionado con la reina?

Oyó unos golpes a la ventana del dormitorio. Se acercó lo posible que le sea permitido –esa jaula pequeña era verdaderamente incómoda para él– y divisó unas plumas azuladas entre las cortinas.

❝𝐑𝐄𝐄𝐍𝐂𝐀𝐑𝐍𝐄 ────𝘁𝗵𝗲 𝗱𝗶𝘃𝗼𝗿𝗰𝗲𝗱 𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲𝘀𝘀✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora