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──¿Por qué me hace esto?── indagó el muchacho más joven. Sovieshuu prevalecía sin verle, dando la espalda a ese príncipe en todo momento──¿Qué error eh cometido para que su majestad me trate así?
Su más grande error fue el acercarse a la emperatriz sin siquiera saber que los ojos de varios espías al servicio de Sovieshuu estarían encima suyo las 24/7 horas del día; sí, fue un enorme error hablar tan solo minutos con Navier en soledad y de una forma claramente errónea pues la cercanía que tuvo con la soberana fue tomada como advertencia para el mismo pelinegro, soberano de las tierras en las cuales él es un invitado de honor. Cauto ante cualquier movimiento suyo, su más pequeño movimiento hizo que sus sentidos de advertencia se despertarán y alertaran para llevar a esté momento.
──Hemos visto al príncipe Heinrey junto a su majestad hablando solos en el jardín del Sur, la actitud del Príncipe era extraña. Decidimos darle aviso a usted con rapidez, "El príncipe de Occidente se ha atrevido a acercarse a la Emperatriz Navier"
"Asique has decidido dar tus primeros pasos, maldito infeliz" pensó en aquel momento que había oído hablar al soldado espía, por supuesto, no tardó en tomar decisiones y acatarlas al instante, una de ellas era ésta. Heinrey no es más que un casanova. Alguien que no es capaz de respetar a la mujer de otro hombre, la cual esta ligada al matrimonio.
¿Siquiera tiene decencia o algo de vergüenza?
Heinrey, el príncipe de Occidente, no es más que un roba esposas. Ese tipo de personas que son la verdadera mierda para él.
──No deseo verte la cara nuevamente── agregó a lo antes dicho por él──Quiero que desde aquí en más, durante estos días que permanecerás en el palacio, te mantegas a una distancia grande de mí y de mi esposa. Creo que no hace falta que te pregunte si lo has comprendido porque debiste de haberlo hecho.
Fue ese momento que oyó un quejido parecido al de una persona cuando llora desconsolada y, en efecto, el muchacho de cabello plateado que tenía ahora delante de él estaba derramando lágrimas como si tuviera un fuerte dolor en su cuerpo pero realmente era más que eso.
──Usted es muy cruel conmigo, ¿Qué hice mal?── preguntaba entre sollozos de mientras sostenía sus propias manos, como si los nervios se hubiera apoderado de él y hubiera provocado tal conducta──¿Por qué me odia?
Espera... ¿Acaso este tipo esta llorando?
En toda su vida –en ésta y en la otra– jamás había hecho llorar a una persona con tal grado. Era demasiado incómodo, quiero decir, ¿No debería de simplemente respetar su orden, marcharse y dejarlo vivir en paz?, o que siquiera luchará por tomar a su esposa ¿Pero llorar?, ¿Qué clase de "personaje masculino" era este?
──¿Eh?── cada vez lloraba más, sus gemidos eran ciertamente molestos y vaya que era todo esto incómodo –para cualquiera lo sería–
¿Cómo debería de actuar en una situación así?, estaba preparado para cualquier reacción pero no para una como tal en donde su rival estuviera llorando como un niño al cual lo acaban de regañar de mientras preguntaba casi a mocos "¿Qué es lo que hizo mal?" buscando alguna respuesta tan obvia.
